Me preguntan: ¿Qué pasará en Venezuela después del 30 de julio sí se instala la "constituyente" madurista? Estas son mis respuestas (…) generadas por la pérdida de sindéresis de unos fanáticos del poder que también perdieron cualquier espacio de gobernabilidad. Sintetizo 10 hechos probables, los cuales unos se darán de manera simultánea, y otros, serán causa y efecto de los mal llamados "actos constituyentes":

Se agudizará la crisis económica y social, no sólo por los bajos precios del petróleo, sino por las sanciones internacionales que van a recaer sobre el gobierno de Venezuela, lo cual afectará directamente a los ciudadanos, o sea, habrá más inflación, y más escasez de alimentos y medicinas.

Los llamados "constituyentistas" al actuar movidos por revanchismo, es decir, sin tener sindéresis, cesarán en sus funciones a la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, quedando probablemente en su lugar la ilegítima "vice fiscal" designada por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Katherine Harrington quien ya fue desconocida por la asociación iberoamericana de fiscales.

El desacato que el propio TSJ "aplicó" ilegalmente sobre la Asamblea Nacional se reforzará porque la "constituyente" decretará ilegales todas sus decisiones, si no son aprobadas por ellos como autodenominado "poder originario", es decir, anulan de facto el poder legislativo sin necesidad de disolverlo. Si los principales diputados del parlamento se niegan a tal sumisión, algunos de ellos serán encarcelados, aumentando el número de presos políticos.

Tal y como lo ha anunciado Maduro, Delcy Rodríguez presidirá la "comisión de la verdad". En este caso, gobernadores, alcaldes y funcionarios contrarios al madurismo serán sancionados con destituciones, inhabilitaciones, y por supuesto, también con "cárcel" pudiendo tribunales "express" sentenciar a los "culpables" hasta con 40 años de presidio al ser considerados "traidores a la patria". El propio Maduro en una de sus intervenciones expresó esa "voluntad".

Será "constitucionalizada la nueva geometría del poder", es decir, dividirán al país en ocho regiones que a su vez tendrá ocho vicepresidencias. Los presupuestos y activos de las gobernaciones serán manejados por estas "nuevas dependencias", y por ende, los despachos de las entidades federales quedarán como oficinas de simples escritorios, sin personal y con recursos casi inexistentes.

Las "comunas" se convertirán en la "estructura fundamental del desarrollo socialista". En tal sentido, deberán ser adscritas de inmediato a las alcaldías. Los alcaldes, ni los cabildos tendrán manejo presupuestario ni administrativo, sin la debida aprobación de tales comunas que son los apéndices corporativos en los cuales fueron electos los "constituyentistas". En otras palabras, los dineros municipales serán controlados por las bancadas que designe el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) como "comunas" para cada alcaldía.

Serán creados los tribunales comunales, los cuales tendrán competencias directas para sancionar y condenar a quienes consideren individuos contrarios a las normas "democráticas" y socialistas. Cada "tribunal" dependerá directamente de su "comuna"; verbigracia, de la cúpula disfrazada, bien sea municipal, regional o nacional del PSUV, según sea el caso. En estos casos, tanto docentes como periodistas que no sean del agrado del régimen serán apartados de las aulas y los espacios informativos. Sus carreras podrán ser objeto de "inhabilitaciones profesionales", incluyendo suspensión de títulos universitarios.

La ideologización educativa será implantada desde el contexto de la intervención en la designación de las autoridades de planteles privados y todas las universidades del país. ¡Sí todas! No habrá instancia educativa en donde el poder ejecutivo no designe a sus directivas, y éstas a su vez serán las que darán el "visto bueno" al personal que deberá trabajar en tales instituciones. El concepto de autonomía universitaria cambiará por el de "emancipación universitaria".

Las "milicias bolivarianas y de reservas activas", es decir, parte de los "colectivos armados" y grupos paraestatales quedarán "constitucionalizados" como en el quinto integrante de la Fuerza Armada.

El período presidencial será llevado a ocho años, es decir, el período de Nicolás Maduro comenzaría en 2013 con finalización en el 2021. Para ello, tal "acto constituyente" contará con la "valoración" del TSJ.

La pregunta, aplicadas tales barbaries políticas como mal llamados "actos constituyentes" ¿Podrán cumplir todos esos "actos" en el medio de la agudización política, económica y social?

Por otra parte, ¿Cuántos maduristas votarán en la "constituyente? Si hacemos el siguiente análisis podemos tener una idea. Si asumimos un padrón electoral de 19 millones de inscritos, de los cuales restamos un 20% que nunca vota, es decir, 3.800.000 electores, nos quedan 15.200.000 potenciales votantes. Si de esa cantidad, conservadoramente valoramos la mitad porcentual que votaron contra Maduro en 2013, sólo quedan 7.600.000 potenciales electores. La pregunta: ¿Piensa usted que en ese grupo, no hay más descontentos contra el régimen madurista? En síntesis, a lo sumo, con todas las amenazas que han desplegado sobre este grupo que les queda, votando el 80% (lo cual considero exagerado), apenas superarían los 6.000.000 de electores.

Por supuesto, el madurismo desde muy temprano llevarán a su claque para realizar colas frentes a los centros de votación, sobre los cuales habrá operación "morrocoy" para que haya sensación de "mucha gente" durante todo el día. El Consejo Nacional Electoral (CNE) hará "show mediático" a las 4:00 p.m; para dar una primera prórroga del voto hasta las 6:00 p.m; a esa hora habrá una segunda prórroga hasta las 8:00 p.m; y en esa hora, la prórroga será "indefinida" hasta que "vote" el "último elector en cola". El primer resultado será conocido después de las 12: 00 a.m; del 31-7-2017, con más del 95% de las "actas escrutadas". ¿Cuál será el número de votantes que dirá el CNE? No tengan dudas que superarán, según ellos, los 10 millones de electores.

Ante lo descrito, Venezuela entra en una situación muy riesgosa de guerra civil. El hecho que tengamos accidentes simultáneos donde aparezcan involucrados civiles y militares. Que hayamos pasado la centena de muertos y miles de heridos. Que haya quema de centros de votación con máquinas y materiales "electorales", aunado con las inminentes sanciones económicas y políticas que se ciernen sobre el gobierno madurista, sobre las cuales estamos viendo, por ejemplo, el aislamiento internacional, a partir del abandono del suelo patrio de las aerolíneas de otros países, así como la posibilidad de que altos funcionarios de la cúpula madurista no puedan ingresar a Europa, diversas naciones de América Latina y hasta los Estados Unidos, lo cual no sólo les cancelaría visas y pasaportes diplomáticos, sino hasta la posibilidad de usar cualquier tarjeta de crédito o débito, así como "congelamiento" de sus cuentas bancarias, considero dejarían al país en gigantesca catástrofe.

Por cierto, habrán regresado los hijos e hijas de los altos funcionarios maduristas o vinculados con el presidente fallecido, Hugo Chávez, que residen en el exterior para votar por Cabello o los candidatos del gobierno. O sea, si ellos no votan ¿Por qué cualquiera de nosotros tiene que votar?

Nuestro derecho está en no avalar esta "constituyente". Como docente contratado del ministerio de educación, y como ciudadano preocupado como millones de ustedes por el país, mi llamado es para que NO VOTEMOS. Sin consulta al pueblo para saber si quiere o no esta "constituyente": ME ABSTENGO. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.