Todas las encuestas señalan que el gobierno/PSUV sólo tiene un apoyo del 20%... Es un voto, en buena parte, clientelar, al igual que logrado en algún porcentaje por vía de las prebendas, la coacción y otras prácticas no propiamente revolucionarias. Ellos saben, sin embargo, que con ese 20% pueden ganar varias gobernaciones.
En las últimas elecciones de gobernadores, las del 16D de 2012, algunos gobernadores ganaron incluso con menos del 20% de los votos totales. Es el caso del nefasto gobernador Rangel Gómez, del Estado Bolívar. En esa oportunidad la abstención fue del 58,85%; es decir, la participación fue de un 41,15%. Rangel Gómez obtuvo aproximadamente un 19%, Andrés Velásquez, un 17% y los demás candidatos se repartieron el 5% restante.
Un revolucionario debería sentirse avergonzado de ganar de esa manera pero eso poco le importa a la gente del PSUV. Realmente esa condición de "revolucionario" no la tienen, es tan sólo un decir ya que ellos así se califican.
La oposición tiene un porcentaje un poco más alto que el PSUV pero no tanto, y varia sustancialmente de Estado en Estado. Tampoco tienen una situación halagadora.
Hay cerca de un 55 – 60% que no están ni con el PSUV, ni con la MUD pero la mayor parte de ese electorado suele abstenerse. De allí el gran reto que tiene la UPP 89. ¿Cómo romper el escepticismo, la desconfianza y el desaliento? ¿Cómo lograr que la gente esté dispuesta a considerar un partido nuevo? ¿Cómo decirle que si se quedan en sus casas, los "farsantes", los que viven de la política y han usufructuado los fondos públicos, seguirán haciendo de las suyas? ¿Cómo convencerlos que si existe y es posible una dimensión moral de la política, y que esa opción puede llegar al poder?
Es una tarea compleja y es el mayor reto de la UPP 89 y de sus 17 candidatos y candidatas (18 menos uno que se retiró por extorsión del PSUV).