Quinto Malo

¿A dónde se fue mi voto?

Si la pregunta tuviese una razón pragmática yo pudiese responder que "a una base de datos", a una caja colectora de papeletas de votantes o al ámbito de las auditorías, para definir ganadores y perdedores.

También, en la misma onda, pudiese decir que a teñir de rojo buena parte del mapa electoral del país o, en mi caso, como elector mirandino, a que el camarada Héctor Rodríguez sea el Gobernador del territorio donde habito.

Sin embargo, cuando pregunto ¿A dónde se fue mi voto? Lo pregunto en procura de una reflexión más profunda. Por ejemplo, si mi voto suma a favor del fortalecimiento del Poder Popular organizado, si se detiene luego de contabilizar las cifras ganadoras o, más allá, si justifica a una estructura partidista que corre el riesgo de reducirse a exitoso aparato electoral.

La Revolución Bolivariana y Chavista necesita de un partido. Por eso nuestro Comandante Hugo Chávez trabajó en función de ello, desde cuando "conspiraba" o subvertía lo establecido en el seno de la Academia Militar que le cobijó, en busca del asiento para sus ideales patriotas. Terminó perfilando el necesario partido de unidad de los (y las) iguales en lucha por un mundo nuevo no capitalista y así nació el PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela).

El Partido, en el sentido leninista del mismo (lo recordamos justo en el centenario de la primera revolución socialista victoriosa, la Rusa de 1917), está llamado a ser vanguardia del proletariado en la conducción der las transformaciones radicales de la sociedad de clases. Un germen de vitalidad que contribuya a prefigurar la sociedad soñada, la sociedad comunista que, probablemente, debería ir reemplazando la dictadura del capital, del capitalismo, de las relaciones burguesas de explotación, por la "dictadura" del trabajo, del proletariado como productores que progresivamente dejan de vender su fuerza de trabajo y crean en libertad.

En Venezuela, la Revolución Bolivariana y Chavista, impulsada por el proletariado como clase, es producto de un proceso de construcción, a partir de caminos inéditos pero con fines conocidos y declarados: "perder las cadenas que le atan" al dominio capitalista en calidad de explotados.

En fin, para no hacer tan extensa esta reflexión que sólo pretende problematizar algunos hechos y conceptos, para que ellos sean profundizados en los círculos de estudio y campos de militancia revolucionaria, el voto que acabamos de emitir, debe ser una invitación para cambiar y crecer en función de los fines bolivarianos, chavistas y socialistas. Los votos deben dejar de ser acumulación cuantitativa de fuerzas aparentes, para convertirse en consolidación del Poder Popular en función de la victoria que dé al traste con el dominio del capital.

Mi voto, puntual y mirandino fue, en lo inmediato, a conseguir la victoria de Héctor Rodríguez para que asuma la responsabilidad de gobernar, obedeciendo al pueblo. Yo no lo imagino gobernando solo. Lo imagino gobernando conmigo, contigo, con las y los vecinos, con los partidarios y los opositores, con las ciudadanas y los ciudadanos, con quienes aman su identidad, a sus orígenes, a sus culturas, a su hábitat y quieren arrimar para construir entre todas y todos un mundo nuevo, justo, mejor y posible.

Venezuela ha entrado, con la Revolución Bolivariana y Chavista, en un período en el que no basta votar (tampoco "rezar", como decía Alí Primera). "Hacen falta muchas cosas para conseguir la paz", sabernos gobierno, estudiar, planificar, soñar, pero también actuar, hacer. No que tengamos que esperar a un nuevo período electoral y concluir en que "ese gobernador no sirvió para nada". En la responsabilidad que compartimos, si "ese gobernador" no sirvió para nada es porque yo, militante revolucionario y comprometido, soy quien no sirvo pa´nada.

¿A dónde se fue mi voto? Mi voto, nuestro voto, debe haber ido a donde estamos, a donde somos, a donde queremos. Esa es la esencia de la participación y el protagonismo del Poder Popular en el avance de la Revolución. Asumamos juntas y juntos nuestro compromiso.



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Iván Padilla Bravo

Director del semanario cultural "Todos Adentro", medio adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura. http://www.mincultura.gob.ve/

 ivanpadillabravo@gmail.com      @IvanPadillaB

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