Venezuela está agonizando, y ni los maduristas se van a salvar

El madurismo violando la Constitución (1999) que fue precisamente aprobada por el pueblo en referendo, se adueñó de todo el poder político, de manera ilegítima e ilegal, a través de una fraudulenta "constituyente", la cual se conformó sin un referendo previo y sin unas bases comiciales definidas, o sea, que podría incluso mantenerse en funciones, más allá de 2018, ante unas eventuales elecciones presidenciales, no importando de que un próximo presidente electo sea contrario a la doctrina ideológica de la totalidad de los "constituyentistas", que en este caso pertenecen al llamado Partido "Socialista" Unido de Venezuela (PSUV).

Que cualquier producto de la dieta básica del venezolano, es decir, carne, pollo, leche, huevos, queso, jamón, sea su precio aproximado, igual o superior a una quincena del salario mínimo vigente, demuestra el nivel de empobrecimiento al cual ha sido sometida la población. Pueden tener todo el poder político, hasta jactarse que tienen el apoyo de ese "pueblo" (que ni siquiera ellos creen que ha sido obtenido en pulcras elecciones), pero la verdad es que nunca habíamos vivido una crisis de tan demoledoras proporciones.

Pero si lo anterior es parte de nuestra rutina diaria, la crisis del transporte público es insoslayable. No sólo es el hecho de que tenemos un sistema deficitario en cuanto al número de unidades que prestan el "servicio", lo cual obliga a los usuarios a pasar horas y horas en las llamadas "paradas", lo cual las ha convertido en sitios de pernocta, facilitando con ello las acciones para que los delincuentes nos asalten e incluso hasta nos asesinen, sino que con los permanentes incrementos en las tarifas (los cuales hay que reconocer son necesarias), pues simplemente, no vale la pena salir a trabajar, porque todo el dinero, o mejor dicho, el poco dinero que "ganamos" se nos va en pagar el pasaje de los autobuses o camioneticas, más grave resulta la erogación para quienes viven en zonas alejadas de los sitios urbanos, o de industrias o fábricas.

Si ante tal gravedad económica y social, le sumamos la escasez de medicamentos, que ha desembocado en una terrible crisis asistencial, al punto, que aunque usted no lo crea, recientemente estuve muy quebrantado de salud, y me vi obligado a visitar un hospital tipo I, adscrito al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), ubicado en Salamanca, La Asunción, estado Nueva Esparta, el cual ni siquiera tenía en su "emergencia" un termómetro para atender a sus pacientes ¿Hasta dónde llega el nivel de abandono y caos al que hemos sido sometidos como pueblo por culpa de un gobierno inepto e insensible? ¿Acaso eso tiene justificación? ¿Qué dice la flamante directora de ese hospital, Merys Arreaza sobre tal hecho?

Para qué vamos a hablar de la pulverización de nuestro signo monetario, el cual pronosticamos llegaría a las seis cifras en relación con la moneda extranjera¹, y está a punto de llegar a la mitad de ese valor, si llegaba a instalarse la susodicha "constituyente", que si en algo ha servido desde que inició sus funciones, ha sido para terminar de aniquilarnos como sociedad, ya que su fin era eminentemente político, porque buscaba además de destituir a Luisa Ortega Díaz como fiscal general de la República, ahora con el resultado de las elecciones regionales, obligar, por no decir, coaccionar a los gobernadores electos de oposición, a pesar de que éstos fueron electos por el pueblo, mientras sobre los "constituyentistas" aún desconocemos el número de votos, era desvirtuar no sólo la razón de ser del voto, sino en buscar una "legitimación" interna, que les sirva de justificación ante el mundo, que ellos como "constituyente" son reconocidos por sus opositores, y en consecuencia, el mundo también debe reconocerlos como máximo órgano político del país, lo que no sólo violenta la propia doctrina constitucional y jurídica del país, si nos atenemos sobre lo establecido en el artículo 350 de nuestra Carta Magna, sino que además quien debería reconocer el mandato emanado del pueblo por el voto popular sería esa misma "constituyente", si dice "representar" la voluntad soberana de los venezolanos, y no en contrario, decir que "repetirá elecciones", si los gobernadores de oposición no se subordinan a sus "mandatos".

¿Acaso vale más el voto de quiénes votaron en tal "constituyente", cuyo número de electores desconocemos, sobre el voto de quienes sufragaron en las elecciones regionales y está perfectamente detallado por mesas electorales? Me disculpan quienes se hagan llamar "constitucionalistas" o expertos políticos, pero no hay manera de justificar que el voto del pueblo es válido para unas elecciones, pero para otras es desconocido, o en su defecto, mi voto es supremo cuando favorece al PSUV, pero secundario cuando va en contra de esa tolda política.

La única verdad de la debacle que estamos viviendo los venezolanos, y que no pueden responder los maduristas, más allá del disco rayado de la "guerra económica", y ahora las "sanciones" de Trump, es que estamos agonizando como país. Ya vendrá Maduro en los próximos días a aumentar el salario mínimo, como si eso fuera la solución de los problemas que nos aquejan, cuando el país lo que está pidiendo en que se detenga la inflación, y se apliquen medidas económicas y fiscales que generen confianza y detengan la devaluación del bolívar.

Al paso que vamos esta hecatombe económica obligará a aumentar el salario mínimo todos los días; verbigracia, una crisis como la que vivieron los países del sur de nuestro continente en las últimas tres décadas del siglo pasado. Esa es la única realidad que se avizora en el corto plazo.

Si el madurismo y los maduristas piensan que van a salvarse de semejante crisis híper-inflacionaria, y por ende, del máximo desastre económico y social, que se sigan engañando como si los resultados de las elecciones de la "constituyente" o las "regionales" son un triunfo que les ha dado el "pueblo". Venezuela está agonizando, y ni los maduristas se van a salvar. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.

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¹ https://www.aporrea.org/actualidad/a250366.html



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Javier Antonio Vivas Santana

Más de 6 millones de lecturas en Aporrea. Autor de la Teoría de la Regeneración del Pensar. Dr. en Educación (UPEL). Maestría en Educación, mención Enseñanza del Castellano (UDO). Lcdo. en Educación en las menciones de Ciencias Sociales y Lengua (UNA). Profesor de pre y postgrado tiene diversas publicaciones y ponencias internacionales acreditadas y arbitradas por editoriales, universidades e instituciones de España, Rusia, Estados Unidos, Alemania, Francia, y naciones de América Latina.

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