El 2018 que se inicia es el año de grandes desafíos para el chavismo. Después de 19 años de Revolución Bolivariana y a pesar del apoyo electoral incuestionable, demostrado en los últimos 5 meses, el gobierno de Maduro debe enfrentar una crisis comparable a la que vivieron los cubanos a principios de los años 90 en el llamado Período Especial, después de la desintegración de la URSS.
Según nuestra óptica la Revolución cubana logró superar los desafíos de aquella difícil época, gracias a que la dirigencia, representada por Fidel Castro Ruz, no dudo en confiar en el pueblo y desde siempre, antes de la crisis y en el medio del torbellino, habló con claridad al pueblo acerca de las medidas que sabiamente se presentaron.
A pesar de que cuando ocurre el Período Especial ya los cubanos contabilizaban un poco más de 30 años de revolución y habían enfrentado y superado pruebas como la invasión de Playa Girón y la crisis de los misiles, la clave principal que permitió que el pueblo superara la dura época de los 90 no fue otra que la claridad y la firmeza de un pueblo sabiamente conducido por el liderazgo de quienes en el año 1959 tomaron el poder con la promesa de cumplir los sueños de redención de un pueblo oprimido.
Pero más que de la mayor de las Antillas, es a Venezuela y su Revolución Bolivariana a quien dedicamos estas breves notas de principios del año 2018.
Más que ganar la Presidencia de la República, el desafío mayor de Nicolás Maduro este año pasa por conjurar la crisis económica en la que los enemigos de la Patria nos mantienen enjaulados. No parece ser un simple juego de anunciar medidas efectistas que más que ir al fondo del problema parece que terminan agudizándolo.
El pueblo ha resistido tenazmente la atroz arremetida para quebrarle y cobrarle su adhesión al chavismo, pero cada día la capacidad de resistir y las condiciones materiales para hacerlo se ven mermadas sin que quienes dirigen la revolución se muestren dispuestos a llevar la confrontación con los enemigos del pueblo a sus últimas consecuencias.
Ningún dirigente menciona, ni por equivocación, que más allá de que Nicolás Maduro triunfe en las elecciones presidenciales, lo cual nos atrevemos a dar por sentado, la guerra continuará y arreciarán las medidas de estrangulamiento del pueblo.
Parece que nadie se atreve a explicarle al pueblo que debe continuar resistiendo en peores condiciones. Quizás por eso alguna gente, al día de hoy, se puede sentir convencida ya de que como Maduro no entregó perniles, como prometió, es mejor comenzar a votar a la derecha y que Trump de una vez determine la política de Venezuela.
Parece fuera de lugar, a estas alturas del partido, comparar a Maduro con Chávez. Pero para los chavistas parece inevitable también hacernos la pregunta sobre qué haría Chávez para enfrentar y superar la crisis que vivimos hoy.
Sostenemos la idea de que la dirigencia no le habla con claridad al pueblo, que mientras el pueblo ha hecho grandes sacrificios y aún estaría dispuesto a continuar haciéndolos, los dirigentes no confían suficientemente en el pueblo y temen perder su apoyo.
Nos negamos a la versión del "Herodes" que nos pinta el último de los que hasta ayer no dijo nada y ahora, recién ingresado al club de los desafectos, parece dispuesto a encender un ventilador y prestarle el servicio a los enemigos de la Patria.
Además habría que aclararle al susodicho que Flavio Josefo, en guerras judías tuvo una opinión favorable de este personaje y a su política. Que no pretenda nadie a emular a Pilatos, lavándose las manos, para liberarse de culpas.