¿Partido Único?

"Cuando cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro". Grande debe haber sido la angustia existencial de Bolívar, frente a la difícil tarea de lograr la unión y evitar la anarquía que devoraba a las inmensas territorialidades de la Gran Colombia y mucho más allá. Por eso, aquel doloroso testamento: "he arado en el mar…". Definitivamente, no ha sido, no es, ni será fácil lograr la unión. Ni la unidad de los partidos. Ni la unidad de la nación. Ni la unidad latinoamericana. Y mucho menos, por complicada, es lograr la unidad y la hermandad de todos los seres humanos ¡No es fácil! Múltiples y variadas y de muy diversa naturaleza y origen, son las causas. Fuerzas centrífugas contribuyen a neutralizar a las fuerzas centrípetas que promueven la unidad.

Ahora bien, como todo en la vida, hay que intentarlo. Nos luce, una interesante apuesta, la propuesta del Presidente Chávez de un partido único. No es original. Es retomar, desde una posición de poder y de influencia, una idea que han acariciado muchos líderes políticos en Venezuela, en especial, los sectores de izquierda. José Vicente Rangel, lo intentó muchas veces. El propio Alí Primera, la promovió con los Comité de Unidad con el Pueblo (CUP). Sólo últimamente, la gran mayoría del "chiripero" y los sectores de izquierda se han tomado en serio esta posibilidad. Sobre todo, ha sido Chávez, el que ha logrado que amplios sectores de la vida militar, eclesiástica, académica y densos sectores de la población, que han sido atropellados y excluidos, se encuentren junto a la clase obrera y a los campesinos, en territorios de participación, de lucha y trabajo compartido. Tenemos que apelar a la reflexión histórica mundial y latinoamericana, para orientar el análisis, pero sobre todo, tenemos que animar a nuestras neuronas para innovar y ser creativos a la hora de establecer la nueva organización política que se desea impulsar ¿No será la palabra partido, en sí misma, una traba a vencer? ¿Por qué no utilizar otra palabra, que le quite la carga semántica o semiótica? ¿No será la palabra partido la que crea: "parálisis paradigmática" o "ceguera situacional"? ¡Claro! Hay quienes dirán y con toda razón: "lo importante no es el nombre" Puede denominarse: PHD (Partido Histórico Democrático), UPV (Unidos por Venezuela), PRV (Partido de la Revolución Venezolana) o cualquiera de los existentes. Lo importante, es saber cuál será su carácter de clase, cuál la orientación ideológica, cuál la manera de resolver los juegos y conflictos triádicos, cuál la forma de garantizar sustentabilidad. ¿Para qué queremos un partido único? ¿Para ganar elecciones, para defender la soberanía, para ayudar a formar los nuevos gobernantes, para servir de soporte a la gestión gubernamental, para reducir incertidumbre? ¿Será un partido proletario o policlasista? ¿Quiénes y cómo constituirán su dirección? ¿Cuál será el grado de participación de militares o ex-militares, campesinos, obreros, estudiantes, intelectuales…? ¿Se aplicará el centralismo-democrático?

Tengo respuestas a estas interrogantes, que compartiré cuando se abra el debate. ¡Por ahora! Sólo quiero manifestar públicamente que siempre me he sentido militante de un proceso y no de partido alguno. Por eso, al saber de esta posibilidad, que probablemente será realidad, he animado a mi espíritu y a mi mente, para prepararme a ser militante de una organización de nuevo tipo, que nos encuentre a todos los sectores progresistas y progresivos en una misma trinchera de combate, luchando organizada y disciplinadamente, ojalá, en un espacio convinvencial de libertad. Donde el respeto por la dignidad colectiva no niegue nunca el respeto por la dignidad individual. Donde se aprenda a soñar, a amar y a dejar huella en el universo.

*articulohugomoyer@cantv.net


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Hugo Moyer Agostini

Ing. Químico (1975). Postgraduado en Macroeconomía, Planificación y Creatividad Aplicada Total. Profesor Titular jubilado de LUZ (1997). Presidente Honorario de la Escuela Latinoamericana y Caribeña de Ciencias y Técnicas de Gobierno (ESCOLAG). Ha sido el primer Director del Instituto Zuliano de Estudios Políticos, Económicos y Sociales (IZEPES) y del Centro Latinoamericano de Altos Estudios de Gobierno (CELAEG) Ha sido asesor de Rectores de varias universidades, Alcaldes y Gobernadores, así como de la Presidencia de PDVSA y PEQUIVEN. Vive para la POLÏTICA y se resiste a vivir de la política.

 escolagzulia@gmail.com

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