Respetar a las personas con solvencia económica honesta y algunas dosis de humildad ¡Si los Hay!

La crisis que vive el Mundo, está ampliamente impactada por los caprichos inclementes de muchas individualidades. Se han instituidos ciertos valores, para calificar a las personas, que, de una u otra forma, han alcanzado un alto nivel de visibilidad social, en lo: político, científico, empresario, economista, artistas, escritores y otros. Son muchos, que, en los inicios, tratan de ganar la confianza de un conglomerado, en especial, con capacidades económicas. Y, cuando detectan, que el producto publicitario de celebridades está bien vendido, sobran, los que empiezan a venderlos a entes conocidos en grado de confidencialidad y con acciones de corruptelas. Donde los principales clientes, son aquellas individualidades, con ambición de poder, en cualquier forma y costo.

El hecho no es que existan personas que venda falsa credibilidad, sino lo que se prestan al engaño, para hacer creer que tienen ciertas capacidades y no las tienen. Que mediante el engaño solapado logran ocupar altos cargos en la vida pública y privada. Y como tienen deficiencias, sobre todo humanitaria, optan por explotar las oportunidades para acumular riquezas. La mayoría de ellos, son los que tienen a muchos países en ascuas. Aunque todas reglas tienen excepciones, el dinero a algunos, nebuliza la mente y todos caen con el mismo pretexto; gozar de las veleidades humanas.

Las personas, que no se someten a recibir una educación académica, es por falta de autoestima. Ejemplos negativos, de personas que son profesionales y no modelan una buena conducta, por problemas de salud y deficiencias afectivas. A pesar de esas vorágines, muchos encuentran personas que les ayudan y logran conciliarse con la Sociedad. No obstante, muchos de ellos, con esas deficiencias, son los que tienen habilidades y destrezas, y pasan al lado de los que tienen una educación formal y ocupan puestos importantes, porque el único camino que se les presentan; es aceptar riesgos. Y en el camino, se ingenian para estructurar una hoja de vida, que solo se devela, cuanto se cometen actos, que muchos les catalogan, como fechorías de cuello blanco.

No es la pobreza, las que generan grandes problemas a la Sociedad, sino la falta de conciencia. Es por eso, que las gobernanzas, permite incluirlos, como una gran inversión, que transforman a muchas personas a ser activas y disminuyen las bandas delictivas. Por lo tanto, hay que evitar, que personas en posición de importancia, la falta de conciencia les facilite cometer actos de corrupción, física y espiritual. Esta última, a pesar que son muchos los gobiernos pocos experimentados en las relaciones con las instituciones religiosas, es menester, instituir comisiones gubernamentales para investigar a centros religiosos en actos sospechosos, concertados en las comunidades, considerando la libertad religiosa.

En Latinoamérica y el Caribe, existen millones de personas con falta de conciencia. Y, es imposible coincidir con aquellas personas malvadas, que atacan con vehemencias a los pobres, amparados, con la ley natural «sobrevive el más capaz» Se pueden inferir, que son los que viven en casa lujosas, que comen todo lo que se les antojan, que, por los contactos, neutralizan a los enemigos cuando les convienen; anuncian la citada ley por el temor a perder, lo que han amasado, con malas costumbres. Aunque, existen una minoría, que, con esfuerzos, han capitalizado, grandes fortunas en forma honesta y con alguna dosis de humildad, que es menester respetar. Y, que sirva de modelo, para las personas, que, quieren seguir el mismo camino; evitando los atajos.



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Basilio Lezama


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