"Huele a azufre, pero Dios está con nosotros"
"Porque si a ver vamos el chavismo no se apoya en ninguna religión reconocida (y cristiana menos)…sólo en falsas creencias basadas en supercherías y hechizos de babalawos"
Baal
"la religión es anti-revolucionaria y es uno de los vectores de la incorregible reproducción del capital."
Julio Mosquera
"La inteligencia burguesa se ocupa con la crítica racionalista del método, la teoría, la estrategia de los revolucionarios. ¡Qué malentendido! La fuerza de los revolucionarios no está en su ciencia, sino en su fe, en su pasión, en su voluntad. Es una fuerza religiosa, mística, espiritual... La emoción revolucionaria... es una emoción religiosa. Las motivaciones religiosas se desplazaron del cielo a la tierra. Ellas no son divinas sino humanas y sociales"
José Carlos Mariátegui: El Hombre y el Mito, El alma matinal
I. Introducción
El portal Aporrea le publicó a el profesor Julio Mosquera (JM) un pequeño artículo de carácter doxástico ("Liberemos al chavismo de la perniciosa influencia de la religión") que aboga por una especie de "chavismo laico" o "chavismo secular".
A mi juicio el artículo de JM adolece de inexactitudes que sorprenden en la pluma de un docente-investigador experimentado como lo es JM.
Mi aportación girará en torno a las siguientes afirmaciones extraídas del artículo de JM (subrayados míos):
- Puedo afirmar que una de las debilidades políticas del chavismo es su apego a la religión, la impotencia mostrada hasta ahora para romper con la religión y su perniciosa influencia.
- Uno de los cambios profundos que se nos plantea en este difícil momento que vivimos es la superación de la religión, hacer el ser humano más humano.
Antes de entrar en materia haré un breve excursus sobre el término "PERNICIOSO"; en efecto:
El término latino perniciōsus llegó al castellano como pernicioso, un adjetivo que se refiere a aquello que puede provocar perjuicios y daños de importancia. Lo pernicioso, por lo tanto, es perjudicial para alguien o algo.
Por ejemplo: "Los médicos afirman que la combinación de bebidas energizantes, alcohol y drogas es muy perniciosa para el organismo", "El comportamiento del jugador fue pernicioso para el club, que tomará las medidas correspondientes para castigarlo", "No creo que sea pernicioso que viajemos la próxima semana, ya que de todas maneras llegaremos a tiempo para el congreso", Peppa Pig es una "influencia perniciosa", "ONU critica 'pernicioso' uso de veto en el Consejo de Seguridad", "¿Qué hay de moralmente pernicioso en el cambio climático?", "La abstención es perniciosa para la democracia?".
Por otro lado, nos encontramos con la conocida fiebre perniciosa. Esta viene a ser una de las formas más graves en las que se manifiesta el paludismo.
Aquellos comportamientos o hábitos que dañan la salud se califican como perniciosos. Fumar, en este sentido, es una práctica que puede provocar problemas pulmonares, cáncer y otros trastornos que atentan contra el estado saludable de las personas. Por eso puede afirmarse que fumar es pernicioso. El perjuicio también puede ser simbólico. Si la figura emblemática de un programa infantil de televisión es retratada borracha a la salida de una fiesta, es posible afirmar que dicha imagen resulta perniciosa para su carrera y para el programa en cuestión. Nadie querrá asociar al ídolo de los niños con el alcohol y con ciertas conductas que no son saludables.
También hay que considerar que ciertas cuestiones calificadas como perniciosas dependen de la óptica de la persona que realiza la calificación. Una determinada medida económica dispuesta por el gobierno puede resultar muy positiva para un analista, mientras que otro puede asegurar que la misma medida es perniciosa para el país. Todo dependerá del análisis realizado y de las conclusiones que deriven de dicha reflexión.
El profesor JM pregunta "¿Por qué liberar al chavismo de la perniciosa influencia de la religión?"
Pero en ninguna parte de su escrito, JM explica qué debe entenderse por los términos:
- Chavismo
- Religión
Tampoco aporta JM elementos probatorios que soporten (prueben) la influencia perniciosa; es decir no expone las evidencias de soporte para hacer esa afirmación. ¿Sera que JM quiere decir que el "chavismo" es una especie de Opio para la sociedad (pueblo) venezolano?
II. El ser humano, un ser religioso
Hoy día existen datos suficientes para afirmar que desde que existe el ser humano, existe la experiencia religiosa, que se transforma en cultura, en religión. Muchas de las creencias más desarrolladas de la antigüedad o del presente tienen sus raíces en la religión prehistórica. Adentrarse en la mentalidad del hombre prehistórico es una buena ayuda para contemplar la evolución del fenómeno religioso dentro de la historia de la humanidad. Tres situaciones impresionaban al hombre primitivo:
a) El hecho del nacimiento y propagación de la especie; b) La lucha por la subsistencia; y c) La realidad de la muerte. Durante el Paleolítico la vida dependía, en gran parte, de los azares de la caza, de la recolección de raíces y frutos silvestres, de la pesca, del capricho de la naturaleza y de tantas otras fuerzas que escapaban al dominio de la capacidad humana. Por todo ello se comprende fácilmente que el hombre viviera en una situación de constante tensión emocional y de angustia. Se sentía inseguro ante el caos y ante las fuerzas de la naturaleza y buscaba seguridad.
En esta búsqueda se encontraba con realidades que se le presentaban cargadas de una fuerza superior. En ellas encontraba paz, seguridad, protección. A estas realidades se les ha dado el nombre de hierofanías, que son experiencias del ser humano acompañadas de admiración, estupor, terror, que roza con lo inefable. En estas experiencias lo sagrado se manifiesta en la naturaleza: ríos, árboles, rocas, cuevas, el sol, la luna, etc. Son las diversas manifestaciones de lo sagrado, que producen en el ser humano experiencias llenas de admiración y estupor. Y en torno a estas surge la actividad religiosa del ser humano. Así, para narrar el origen misterioso de las hierofanías surgen los mitos. Y para apropiarse de la fuerza que emana de estas nacen los ritos. La mayor dificultad encontrada en torno a las religiones prehistóricas estriba naturalmente en la ausencia de fuentes escritas relativas a este extenso período de la vida de la humanidad. El investigador debe contentarse con restos silenciosos del pasado: objetos de hueso, hileras de piedras, figuras toscas de piedra, pinturas rupestres y otros materiales semejantes. Tales objetos son difíciles de descifrar. Los arqueólogos suelen advertir que este material sólo se puede interpretar por analogía. El material prehistórico ha de situarse en un contexto que pueda sugerir su sentido original.
III. La experiencia religiosa tan antigua como la humanidad
El ser humano de todos los tiempos descubre, en el horizonte de su vida, de su entorno natural y de su historia, una Realidad Suprema y Absoluta, cuya existencia no es el resultado de una deducción lógica o racional, sino una Presencia que en cierta manera se impone, desvelándose al ser humano como el fundamento, eje y sentido de su vida; es decir, como Salvación, haciendo significativa su existencia desde un nuevo ámbito: el ámbito de lo Sagrado. Es opinión bastante generalizada, a partir de los estudios realizados por el teólogo protestante Rudolf Otto, que el origen de la religión está vinculado en el ser humano al sentimiento generado por el "misterio tremendo y fascinante", que es el ámbito de lo sagrado o de lo santo. Para que aparezca el Misterio el ser humano debe dejar de ser el centro de sí mismo, debe descentrarse, salir de sí mismo, inaugurar una actitud estática de reconocimiento de la Absoluta Supremacía del Misterio dejar que el centro de su persona lo ocupe la Realidad el Misterio. La cerrazón en sí mismo es sinónimo de inmanencia.
Si algo es evidente para la persona auténticamente religiosa es que ella no inventa el Misterio, sino que el Misterio la encuentra ella, la emplaza, la juzga y la puede condenar o salvar. El Misterio no es para esa persona ni un lugar, ni una idea, ni menos un mero ideal. La persona religiosa no es, por tanto, primordialmente aquella que acepta unas verdades, que alimenta unas esperanzas o que realiza unas prácticas, sino más bien aquella que vive toda su vida en una dirección: la referencia al Misterio y la apertura a él en una actitud de reconocimiento acatamiento, de alabanza entrega a él.