Hace 125 años, el 5 de mayo de 1893 nace en en Teotepeque, El Salvador, Agustín Farabundo Martí.
De origen campesino se cría en medio de las luchas de los indígenas y pequeños cafetaleros contra la oligarquía cafetalera salvadoreña que los despojaron de sus tierras.
Aguerrido luchador social participa en las organizaciones de obreros, artesanos, pequeños empresarios que se forman durante los años 1918 y 1924 en El Salvador, formando parte, además, de la Liga Antiimperialista de Las Américas, del Socorro Rojo Internacional y del Partido Comunista Mexicano. Fue fundador del Partido Comunista Centroamericano y combatió junto a Sandino en la guerra de liberación de Nicaragua contra la invasión de Estados Unidos.
En el año 1920 es encarcelado organizar un acto en contra de la dictadura de Estrada Cabrera y a favor de la Asociación de Estudiantes Unionistas y deportado a Guatemala. En 1925 funda el Partico Comunista Centroamericano en Guatemala. Es deportado a El Salvador y de ahí a Nicaragua.
En el año de 1928 se integra a las fuerzas de Sandino y de ahí regresa a El Salvador y funda el Partido Comunista Salvadoreño. A finales de los años 30 Martí fue deportado nuevamente a Florida en una embarcación con trabajadores que le brindaron su apoyo para volver al Puerto de Corinto en Nicaragua donde huyó en bote a El Salvador en febrero de 1931.
El 1 de febrero del año 1932 Martí fue ejecutado junto a Luna y Zapata, por un escuadrón del ejército asesino y represivo. Pero Farabundo no murió ese día, hoy vive y será siempre la inspiración y guía de los revolucionarios que buscan la transformación total de El Salvador.
A los 125 años de su nacimiento el pensamiento y el incansable espíritu revolucionarios de Farabundo Martí constituye parte de la herencia histórica que debe guiar las revoluciones contemporáneas en su lucha contra la burguesía y el imperio norteamericano.
Hoy más que nunca su gesta debe servir de ejemplo a los movimientos libertarios de América y el mundo en su lucha contra las tiranías que pisotean los derechos de los pueblos.
Honor a su legado.
Hacia la Victoria siempre. Venceremos