Maduro no podrá gobernar con 25% del electorado y la "constituyente" queda revocada

Luego del "proceso" electoral presidencial, el cual estuvo viciado en todas sus etapas, desde su convocatoria hasta su totalización, y con una participación de votos válidos que apenas superó los 8 millones votos, y en donde el candidato "vencedor", o sea, el presidente "reelecto" apenas superó los 5 millones de sufragios, es decir, 40% menos de los que obtuvo en 2013 y con un padrón electoral inferior en 20% en relación con este 2018, queda en evidencia que el madurismo fue el gran derrotado del proceso, porque entre la abstención con más del 50%, y los votos que tuvo en contra con Falcón y Bertucci suman otro 25% del electorado, es decir Maduro intentará gobernar "ganando" una elección con 25% del electorado, y en la que participó aproximadamente 40% del registro electoral.

Nicolás Maduro ha sido el gran derrotado. Atrás quedaron los "resultados" de una "constituyente" con 8 millones de sufragios en 2017, que si asumimos tales cifras como ciertas, también resulta evidente que ha sido revocada incluso por sus propios partidarios. Verbigracia, esa "constituyente" al igual que Maduro ha quedado sin ningún tipo de respaldo popular. No pueden venir a decir los maduristas que han logrado un triunfo. Esto es una profunda derrota. El pueblo le ha dicho al madurismo que esos 5 millones de votos representan una disminuida maquinaria. Una "maquinaria" que a pesar de la compra de conciencias, el chantaje político, e incluso hasta emplear el hambre como estrategia política de nada les sirvió para intentar lograr los ansiados 10 millones de votos, que tampoco pudieron lograr con la participación total.

Que no venga Maduro con prostituida semántica política. Es bazofia lexical hablar que ganó con 68% de los votos. Aquí la única verdad es que el 75% del pueblo rechaza su gobierno, o bien porque decidió no participar, o bien porque los castigó con el voto. Así no hay diálogo que valga. Su estructura y apoyo político ha quedado sumamente golpeado. Maduro intentó por todos los medios de quedar legitimado con esta "elección", y si algo logró que le saliera mal, pues fueron los resultados, porque lo han dejado al desnudo como un gobernante sin apoyo del pueblo, salvo de su claque, panegíricos y zascandiles.

El país atraviesa por la hiperinflación, el decrecimiento económico, escasez de alimentos y medicinas, colapso de los servicios públicos, disminución sostenida de la producción petrolera, contrabando, delincuencia, corrupción, y sobre todo una quiebra moral y ética en la conducción del Estado. Venezuela está destruida en toda su concepción democrática y constitucional por un gobierno que ha destruido por completo el tejido político y social. Es tal el nivel de destrucción en el seno de la población, que tanto el estudio como el trabajo como pilares fundamentales para el logro del desarrollo socio-económico, han quedado en un segundo plano. Nuestros jóvenes emigran buscando en otras latitudes lo que el madurismo les niega en su propio país.

Ha sido un tremendo golpe electoral el que ha tenido el madurismo dizque a su "favor". En términos reales la suma de los votos de todos los candidatos, apenas si supera los votos de un solo candidato presidencial en los resultados de 2013. Lo que intente decir el madurismo para tratar de hacer ver este "triunfo" como una "significativa victoria" es cuento de camino.

Maduro no podrá gobernar con el 25% del electorado, y máxime si intenta imponer una "nueva constitución" o el llamado "Estado comunal" con semejante base popular porque es simple, el pueblo lo rechaza en toda su dimensión política. Venezuela no quiere a Maduro como presidente de la República, y él sabe perfectamente que en unas elecciones limpias y transparentes su derrota está cantada.

Ha llegado la hora de unión de los sectores antimaduristas sin mezquindades y colocando al país por delante ante la grave crisis que confrontamos. Maduro ha quedado sin base popular. Sus días en Miraflores están en cuenta regresiva, y eso incluye la ilegal e ilegítima "constituyente", la cual también debe finalizar de inmediato sus decisiones neototalitarias. Maduro no podrá gobernar con 75% del país en contra. Esa es la realidad. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.



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Javier Antonio Vivas Santana

Más de 6 millones de lecturas en Aporrea. Autor de la Teoría de la Regeneración del Pensar. Dr. en Educación (UPEL). Maestría en Educación, mención Enseñanza del Castellano (UDO). Lcdo. en Educación en las menciones de Ciencias Sociales y Lengua (UNA). Profesor de pre y postgrado tiene diversas publicaciones y ponencias internacionales acreditadas y arbitradas por editoriales, universidades e instituciones de España, Rusia, Estados Unidos, Alemania, Francia, y naciones de América Latina.

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