Muy a pesar de las variadas y múltiples voces que daban por despachado al marxismo de la escena histórico social contemporánea, a propósito de la debacle del Socialismo Real, y apuntaban a su desaparecida existencia del mundo político, del contexto de las Ciencias Sociales e incluso del imaginario colectivo de los pueblos; a riesgo de parecer un perogrullo, las ideas del Socialismo Científico anda vivitas y coleando. Y han puesto de cabeza a más de un pensador, a académicos, a luchadores sociales, a intelectuales y estudiosos, quienes han tenido, forzosamente, que ir de nuevo a las tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo, para expresarlo en las palabras de aquel manual, que en su oportunidad publicaría, con certeza magistral, Vladimir Ilich Uliánov, Lenin, (1870-1924).
Pero las veredas del Marxismo, o del Socialismo Científico, con toda la carga cartesiana e inexactitud de este último título, requiere de revisión histórica aguda, estudio e investigación permanentes. Pero, también, precisa de una praxis, resueltamente, revolucionaria y, en definitiva, de, por lo menos, cuatro condiciones mentales e históricas: estudio, creatividad, militancia e invención. La situación no está para dogmas. Bien lo afirmaría ese enorme intelectual, marxista heterodoxo, Ludovico Silva: si los loros fueran marxistas; serían marxistas dogmáticos. El Marx nuestro de todos los días exige un estudio y lectura histórica, de una análisis crítico a la luz de realidades históricamente determinadas y concretas y de una recreación permanente. Todo ello guiado por una praxis social transformadora y verdaderamente revolucionaria, clasista y antimperialista. Es la lucha de los pueblos hambrientos por el pan… por la tierra…contra la explotación capitalista…
Renán Vega Cantor, el brillante y laborioso intelectual, profesor de Ciencias Sociales, Premio Libertador al Pensamiento Crítico, 2007, galardón entregado por el mismísimo, Comandante, Hugo Rafael Chávez Frías, en su rol de editor, Vega Cantor, en Santafé de Bogotá, allá por el año de 1999, en una coedición con Editores Antropos y Ediciones Pensamiento Crítico, publicó una antología de trabajos intitulada: Marx y el Siglo XXI, una defensa de la historia y del socialismo. El trabajo está dedicado Al Manifiesto Comunista, que después de 150 años sigue iluminando- en medio de la tenebrosa obscuridad del capitalismo mundial- con sus fulgurantes destellos (,) las esperanzas, sueños y luchas de miles de hombres y mujeres del mundo entero.
Llama poderosamente la atención la visión que tiene el profesor Vega Cantor, a propósito que le preguntaron ¿Qué significado tiene para usted este premio?
—Pienso que lo que se premia es un pensamiento colectivo que sostenemos muchas personas en Colombia y América Latina, que se resume en la defensa del pensamiento crítico anticapitalista, que lucha contra las corrientes dominantes del neoliberalismo. El premio reconoce estas voces y por eso creo que no es estrictamente individual.
La obra está formada por seis (6) partes: la primera se refiere a un Breve Balance del Siglo XX. Ello facilita colocarse en el contexto histórico-social que antecede a este siglo, el XXI. Trabajos como el de Domenico Losurdo, Marx, Cristóbal Colón y la Revolución de Octubre; una mirada del Manifiesto Comunista desde América Latina de Emir Sader. Ambién El Declive de la política revolucionaria: el espejismo capitalista y el regreso del comunismo, cuyos autores son James Petras y Steve Vieux o Vida y tiempos del socialismo: esbozo de un retrato histórico de Göran Therborn. La segunda parte conduce a La Terca Actualidad de Marx con trabajos como Cinco tesis sobre el marxismo realmente existente de Fredric Jameson, así como las entregas de Tony Andréani, por qué Marx retorna o retornará o Querido Carlos Enrique de Enrique Semo. De igual manera, el sugerente ensayo de Atilio Borón: La "crisis" del marxismo: nuevo artículo cultural de consumo de masas o de Renán Vega, Marx y la historia después del "fin de la historia".
La tercera parte de esta monumental antología lleva como título: contra el modernismo. El socialismo, la postmodernidad, la crítica marxista a ésta y la tesis sobre el capitalismo postmoderno, entre diversos temas, son abordados por autores como Ellen Meiksins Wod, Adolfo Sánchez Vázquez, Michel Vandepitte y James Petras, entre otros. La temática del neoliberalismo, forma parte de la cuarta parte, Immanuel Wallerstein aborda su derrumbe, Perry Anderson escribe sobre el despliegue del mismo y las lecciones para la izquierda; el subcomandante Marcos trata sobre el neoliberalismo como enemigo de la tierra, de la historia y la cultura, Frei Betto lo aborda como una nueva fase del capitalismo, Ailio Boron le hace un réquiem. Un verdadero deleite sociológico.
Las reflexiones del subcomandante Marcos comienzan por afirmar: La globalización moderna, el neoliberalismo como sistema mundial, debe entenderse como una nueva guerra de conquista de territorios. La pieza primera da cuenta de la concentración de la riqueza y la distribución de la pobreza. La segunda y tercera precisan la globalización de la explotación y la migración como pesadilla errante. La cuarta pieza hace referencia a la mundialización financiera y a la globalización de la corrupción y el crimen. La pieza quinta se pregunta: ¿la legítima violencia de un poder ilegítimo? Y finaliza con las últimas dos piezas: la megapolítica y los enanos y las bolsas de la resistencia. Convertirse en una referencia de lucha popular desde el mundo hispanoparlante constituye un aporte de indudable referencia histórica.