Luego de 68 años de antagonismo entre los Estados Unidos de Norteamérica y la República Popular Democrática de Corea del Norte, sus líderes, los presidentes Donald Trump y Kim Jong-un recientemente firmaron un pacto para concluir el conflicto entre estas dos naciones.
La interrogante que queda en el ambiente es como este pequeño país logró que el imperio más poderoso de la tierra, el más agresivo, que está armado hasta los dientes, con docenas de gobernantes de países sumisos que lo apoyan, acordara este convenio.
Por la similitud de la crisis planteada, tal como el enfrentamiento entre David y Goliat, Venezuela debe imitar los procedimientos que utilizó Corea del Norte para evitar que los norteamericanos continúen con sus amenazas bélicas.
El jefe del imperio gringo ha expresado su intención de ocupar a Venezuela militarmente, luego de las dos declaraciones que nuestro país es una amenaza y que somos un peligro para ellos, que nos sanciona, nos bloquea y nos estrangula económicamente.
En consideración a la estrategia que utilizó Corea del Norte para aparentemente deslastrarse de la amenaza gringa consistió en estas tres acciones:
- Inició relaciones amistosas con Corea del Sur, estableciendo conversaciones cordiales entre los presidentes de ambos países.
- Soltó a tres espías norteamericanos que había capturado.
- Destruyó sus instalaciones de armamento nuclear.
Siguiendo la ruta que siguió Corea del Norte, el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela ya ha tomado algunas acciones y considerando otras.
- Ya se soltó al espía norteamericano Josh Holt que estaba capturado con armas de guerra y detenido desde hace dos años
- La reanudación de relaciones de hermandad con Colombia, esperando a que se elija su próximo presidente, ya que con el presidente CHUKY Santos no es posible.
- Debemos comprometernos a destruir nuestro arsenal atómico: la fábrica de bicicletas iraníes que está instalada en Tinaquillo, estado Cojedes.
Ahora debemos esperar que nos informen en que paradisiaca isla del caribe se reunirán los presidentes Trump y Maduro, para poner fin a la amenaza.
