Nota: El asunto nicaragüense no parece tan lúcido, menos en blanco y negro, como para manifestarse fácilmente partidario de una u otra posición. Los argumentos que se manejan a favor y en contra del gobierno conducen a cualquiera medianamente exigente, comedido y ajeno a compromisos automáticos, a la confusión e inevitable prudencia. Los personajes que producen informaciones contra lo que llaman la "dinastía Ortega-Murillo", en veces son muy respetables por su trayectoria, incluso dentro del campo de la izquierda y la llamada Revolución Sandinista, como otros descalificados en sus roles de representantes de la derecha de aquel país y vínculos con los gobiernos de Estados Unidos y el viejo somocismo. Los sectores que al parecer lideran en la calle las protestas, en su origen y por las formas de lucha, hasta en expresiones elementales, como vestimenta, armamento, procederes, tienen demasiada similitud con lo acontecido en Venezuela. Aquellos mismos personajes, nos referimos a quienes opinan e informan, sobre todo los primeros, se muestran contradictorios, al presentar al gobierno Ortega-Murillo en connivencia con EEUU, tanto como estar preparando en secreto con el mismo factor una salida para mantener eso que Sergio Ramírez anhela y llama la "estabilidad". El gobierno nicaragüense, contrariando lo que hizo constantemente en el pasado, sorprendió absteniéndose en la OEA en la votación con respecto a Venezuela. Pero también, aquellos que hemos calificado de "respetables", parecieran excusar la intromisión de EEUU en los asuntos de su país con tal de deshacerse de alguien a quien veladamente acusan de estar en concordancia con quien le quiere tumbar. Como lo hacen en Venezuela quienes están dentro de la estrategia global, no de salir de Maduro, asunto menos importante, sino de ponerle manos a Venezuela, desintegrarla y minimizar cualquier foco de resistencia a su política injerencista. Advierto al lector que, como este trabajo por extenso, aparecerá en dos partes, esta nota estará en ambas como una advertencia sobre nuestra posición.
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Hasta ahora, hemos tenido cuidado en mantener el equilibrio y sobre todo darle valor a la palabra de Sergio Ramírez, pero también tomar en cuenta las similitudes entre lo que acontece en Nicaragua y lo que ha acontecido en Venezuela. El manejo del lenguaje, los discursos de quienes hablan desde una perspectiva u otra. En otro trabajo hicimos mención, como algunos sectores o personajes, más o menos dentro de la misma línea del célebre escritor, han hablado contrariándole de los avances y conquistas alcanzados por el pueblo nicaragüense, particularmente si comparamos con el pasado. Para ilustrar sobre eso, pondremos de seguidos los enlaces de dos artículos escritos bajo el estímulo de lo que ahora sucede en Nicaragua:
https://www.aporrea.org/ideologia/a264523.html
https://www.aporrea.org/ddhh/a264403.html
El mismo Ramírez, sin quererlo admite ese hecho, como que los "viejitos" en Nicaragua tienen pensiones y se maneja un plan de ampliar su número, sólo que se ocupa de resaltar lo relativo al "gravamen" de las pensiones en un 5% y la subida de las cuotas laborales y patronales y como él dice:
"al movimiento Ocupa Inns que salió a defender a los viejitos que les quitaban las pensiones y llegaron las mismas turbas una noche, se llevaron, golpearon a los muchachos, tuvieron que ir a refugiarse en la Catedral, les robaron las computadoras, los celulares, estas mismas turbas lumpen. Disfrazadas de fuerzas paramilitares o vestidas como fuerzas paramilitares. Entonces, yo creo que cuando se producen estos hechos del 18 de abril, que sin consultar con nadie el gobierno decreta un 5 por ciento de gravamen a las pensiones de la gente mayor y sube las cuotas patronales y las cuotas laborales…"
Pero parece enfatizar en lo que define como la excesiva represión oficial. Y llama la atención, a uno que ha vivido la experiencia venezolana, eso del "movimiento Ocupa Inns" que "salió a defender a los viejitos." ¿Cuál es el origen de ese movimiento con nombre tan sugerente? ¿Casualmente, en Venezuela, como tantas partes del mundo, las llamadas ONG, que no pasan de ser organizaciones de maletín, de figuras sin lustre ni arraigo en la población y atadas a cuentas bancarias, han proliferado y no son más que entes que sirven a la política de la EEUU o la USAID?
Ahora mismo en Argentina, se cumple un paro contra el gobierno de Macri y las medidas impuestas por el FMI a cambio de un préstamo por 50 mil millones de dólares, de grave impacto sobre la economía popular, que afecta también las pensiones y jubilaciones, que no está acompañado de "tranques", guarimbas, ONG de origen dudoso y menos tenga como objetivo tumbar ese gobierno. Sólo que en este caso, los actores son distintos. El gobierno goza del apoyo del organismo financiero citado y de EEUU. En ese país, donde persiste la discriminación racial y ahora mismo, para sólo citar un asunto, el relativo a la desintegración de familias y la separación de niños de sus padres inmigrantes, lo que es una violación de gran magnitud de los DDHH y ha habido protestas significativas que hasta hicieron retroceder a Trump, pero no por eso a nadie se le ha ocurrido pedir la violenta destitución del presidente y menos algún gobierno se entrometió en ese asunto. Menos, como ya dijimos, tampoco en la Argentina, ni en Brasil, pese las impopularidad del régimen de Temer y sus medida neoliberales, tampoco aparecen protestas violentas con los rasgos de las habida en Venezuela.
Resulta difícil entender que la derecha y la patronal, que según Ramírez, antes, no ahora, apoyaba al gobierno, salieran a protestar contra el "gravamen" del 5% en las pensiones. ¿No sería más coherente pensar que por la mayor cifra de aumentó en la cotización patronal y otras como lo relativo al canal interoceánico? Lo que parece racional es creer que todas esas cosas se juntaron, como suelen decir en mi pueblo, "el hambre se juntó con la necesidad". La patronal y EEUU aprovecha la justa causa de los "viejitos" para sustentar la suya. Por cierto, Ortega como Trump, también retrocedió en la aplicación de la medida que se ha esgrimido como causa para tumbarle.
Del trabajo que anuncié arriba de Fernando Cerezal, profesor de la universidad de Alcalá de Henares, en los alrededores de Madrid, de quien no sé si es nicaragüense o español, uno extrae que el gobierno de Ortega-Murillo, es responsable de los siguientes pecados o desviaciones:
c) Acoso a las organizaciones de mujeres, ambientalistas, activistas de derechos humanos, periodistas... y a la libertad de movilización y expresión, en muchos casos con ataques de los grupos parapoliciales.
e) Supresión de facto de la autonomía de las universidades, municipios y autonomías de la Costa Atlántica.
g) La alianza en 2006 con las Iglesias para eliminar totalmente el aborto y uso de mensajes pacifistas y religiosos, al amor, a la reconciliación...
h) Acuerdo con el gran capital para la política económica ("populismo responsable" lo denomina el capital), siempre que dejara la política en manos de Ortega. Nicaragua es un paraíso empresarial y ocupa en América Latina el tercer puesto de lavado de dinero (1.500 millones de dólares entre 2007 y 2014 –ver Rocha 2017).
j) Entrega del país a intereses extranjeros (especialmente el Canal transoceánico).
Pero el profesor emérito de Alcalá, no nos deja claro y hasta nos confunde, cómo un gobernante que ha hecho todo eso, cosa que ignoro, logra atraerse el odio y la oposición del gobierno norteamericano y de los grupos económicos y hasta la iglesia, si se ha acordado con ellos, tanto que lo que ha hecho, es lo que haría la derecha de llegar al poder. Como no soy emérito universitario, sino simplemente maestro de escuela, necesito una explicación más sencilla y menos artificiosa para entenderla. Sobre todo si mis alumnos esperan les ayude a desenrollar ese entuerto. Si eso es como dice el profesor Cerezal, ¿para qué los gringos buscan salir de Ortega?
La única incógnita que hallo está en el aparte J) de Cerezal, el "canal transoceánico", que sepamos, no está pactado con EEUU sino con China. Lo que nos complica más el asunto para entender a la izquierda nicaragüense que discrepa profundamente de Ortega como hasta para ayudar a tumbarlo, aunque parecieran o pudieran tener razón en muchas de sus críticas, pero que no justifican sus radicalismos y menos alianzas extrañas e incongruentes con quienes lideran la lucha contra Ortega, que como dice Sergio Ramírez ya parece estar pactada con EEUU.
Además, en el trabado de Cerezal hay mucha afirmación y acusación sin sustento o prueba contundente, no propia de un académico, que sobre los asuntos de Venezuela escuchamos, leímos, sobre todo de medios de origen extranjero en demasía y como decimos nosotros, "quien está picado de culebra cuando ve un bejuco se asusta" o pone en guardia. Por ejemplo, los venezolanos prendidos en fuego en las guarimbas se vendieron al exterior como obras de los "colectivos y cuerpos de seguridad".
El trabajo del profesor Cerezal trae la siguiente información:
"La represión se ha venido caracterizando por (ver resumen Informe de CIDH): el ametrallamiento indiscriminado sobre la población, incendios de domicilios y empresas, uso de armas especiales por francotiradores (disparos letales, tipo de casquillos, orientación de los disparos...), ejecuciones extrajudiciales, detenciones, torturas, obstáculos en el acceso a la atención médica……"
Nosotros, no pondríamos en duda, si eso lo dijese, lo afirmase Cerezal, como lo hizo Sergio Ramírez, dado el caso que pudiesen acompañar sus afirmaciones con pruebas. Pero lamentamos ponerlo en duda, porque los políticos suelen decir lo que le conviene y, como ya hemos dicho, los venezolanos "estamos picados de culebra". Quien esto escribe, crítico permanente del gobierno venezolano, tanto como que mantengo con el mismo y su dirigencia una distancia casi abismal, sabe que han narrado de manera contraria, en gran medida, los acontecimientos nuestros al exterior; y eso que mucho tiene que ver con una política diseñada en los grandes centros de poder, nos pone alertas. ¿Cómo creer y hasta tomar como referencia, desde la óptica de la izquierda, al margen de Maduro u Ortega, los informes de la CIDH de la OEA? Ese informe que resume Cerezal, pareciera un formato que se aplica a todo gobierno que no pliega al interés de Estados Unidos. No es que neguemos lo que pudiera haber de verdad en eso de la represión y el número de muertos provocados por el gobierno, no estamos en capacidad de siquiera de afirmarlo. Lo dudoso es que Cerezal pretende darle validez a su palabra en el informe de un organismo que cualquier latinoamericano, con un poco de conciencia y conocimiento de la historia no le da ninguna credibilidad. ¿Acaso ese organismo se ha pronunciado alguna vez por los horrendos actos xenofobia y discriminación racial dentro de los EEUU y su gobierno? ¿Qué ha dicho ahora cuando Trump ha pretendido cometer la barbaridad de separar niños de sus padres, no simplemente por motivos relacionados con la inmigración si no por el racismo que desborda el presidente en sus persistentes discursos?
Solo ahora el 29- 06 pasado, después que Trump se vio obligado, por la presión mundial y sobre todo a lo interno de EEUU, a echar para atrás su decisión de separar familias y retener niños, la mayoría de la OEA, incluyendo a la propia Nicaragua, optó por llamar "a Estados Unidos a cumplir la decisión del presidente Donald Trump de frenar la separación de familias inmigrantes en su frontera sur. El bloque regional de 34 naciones también exhortó a Washington a reunir a los niños inmigrantes con sus familias lo más pronto posible. La resolución de la OEA fue adoptada sin debate ni votación, ni objeción de la delegación estadounidense. Fue mucho menos crítica del gobierno de Trump que la versión propuesta originalmente por México, El Salvador, Guatemala y Honduras, que había llamado a Estados Unidos a "no recurrir bajo ninguna circunstancia a la separación de familias migrantes". Seguir enlace:
Lo que pareciera evidente para nosotros, es que la izquierda nicaragüense y quienes no son de esa nacionalidad, pero como decimos los venezolanos, "meten su cuchara" en el sancocho, si no se mueven por el odio, justificado o no contra los Ortega-Murillo, lo hacen por simplismo y caen en el juego de la extrema derecha y de las intereses foráneos. ¿Cómo entender que Ortega-Murillo, de manera deliberada, no por impericia o ineficiencia como parece suceder en Venezuela bailen al son que impone el imperialismo, si este lidera, financia y hasta orquesta la caída del régimen? Por lo que esas explicaciones de Cerezal y Ramírez, relativas a la espontaneidad de las protestas, por lo menos a quienes en Venezuela hemos vivido esas experiencias y conocemos al detalle, nos parecen no sólo contradictorias sino infantiles, pese los méritos de quienes las emiten. Sin dejar de reconocer, como lo hemos venido haciendo y lo haremos de la validez de muchas de sus críticas. Pero de esto a hacerle el juego a las clases dominantes y a los gringos hay mucho trecho.
Ramírez, volviendo al excelente novelista nicaragüense, como otros personajes habla de las salidas que se buscan, las que según, todas esas opiniones, pasan por la salida de Ortega en fecha incierta. Admite como un hecho cierto la presencia de Estados Unidos en medio del debate y estremecimientos para sacar a Ortega; pero no sólo eso, sino parece aceptarlo como un hecho normal que no le merece un gesto de protesta o inconformidad, eso se deduce cuando manifiesta:
"Yo creo que aquí la política tradicional de Estados Unidos, que es un jugador en este tablero, ellos a lo largo del siglo XX si tú revisas la historia, siempre han estado aquí, metidos en la situación política interna.."
No hay en eso un gesto de rebeldía sino de conformismo. Con tal de salir de Ortega no parece importarle el procedimiento. ¡Y cómo se parece eso también a la conducta de mucha gente en Venezuela! Pero también asombra que eso lo diga el autor de "Margarita, está linda la mar", donde censura a lo largo de casi toda la obra, el cómo un oficial norteamericano se conduce tal que jefe de quienes gobiernan en su país, hasta del propio "Tacho Somoza".
Y como para que no quede dudas, expresa lo que quiere y hasta presume se maneja:
"La otra cosa que creo es que Estados Unidos pretende que Ortega se quede, que en marzo se haga la transición ordenada de poder. Y entonces Ortega le traspase la banda presidencial al que gane en elecciones libres, limpias y justas. Eso está muy bien como teoría."
Es decir, a Ramírez pareciera no importarle que la salida de Ortega sea violando lo dispuesto constitucionalmente y mediante un acuerdo de cúpulas, donde EEUU juegue el rol determinante, "porque ellos siempre han estado aquí". Lo importante es salir de Ortega. Y algo hasta muy personal para Sergio Ramírez. Espera que la declinación de Ortega, mediante un procedimiento "estabilizador" y además contribuya a que las fuerzas del sandinismo que ahora a Ortega se desintegren, sin importar quién o quiénes acceden al control del Estado. Pues Ramírez teme lo que podría suceder si se impone la inestabilidad, pues:
-"Pues mira, aquí se juega mucho con la idea de la inestabilidad, del vacío de poder, de la anarquía, y eso es un uy uy uy para asustar a la gente, me parece."
Ramírez lo que más desea es esa estabilidad, es decir, la salida de Ortega tal cual lo exige EEUU, mediante un llamado a nuevas elecciones, con la certeza que las fuerzas dl sandinismo desmoralizadas y sin tiempo para reorganizarse y repensarse las perderían y lleguen nuevos personajes y clases al poder, pues de lo contrario, pudieran llegar otros actores con otros procedimientos que no menciona, pero teme. Pero si dice, sin ocultar su temor:
"Porque toda esta gente que viene aquí quiere buscar culpables, y yo no quiero ser culpable, yo no quiero que me juzguen, ¿no? Entonces, ¿cuándo va a anunciar él realmente que tiene este compromiso? Pues todo te hace ver que ese compromiso ya fue establecido."
Para que nada de eso suceda, a Ramírez no le cobren no se qué, cuando él ha vivido tranquilamente en EEUU y hasta trabajado en universidades de ese país, lo que significa haber obtenido visa sin dificultad, espera que Ortega anuncie prontamente ese acuerdo que viola la soberanía de su país y el derecho de su pueblo. ¿Cómo entender que EEUU quiera sacar a un gobierno que le sirve? ¿Por qué no lo hace con Temer que es ilegal y apenas goza de un miserable apoyo?
Juzgue el lector, con todo este material, relación y las versiones de distintos personajes aparecidas en estos dos últimos trabajo y los anteriores cuyos enlaces hemos suministrado, lo que le parezca pertinente de la complicada situación nicaragüense. Pero antes quiero recordar como el gobierno de Ortega, pocos días atrás, para sorpresa nuestra, pero algo coherente con muchas de las cosas que hemos manejado, opto por abstenerse de votar en la OEA en el momento de decidir a favor o en contra de aplicarle la Carta Interamericana de Venezuela. Mientras el gobierno del presidente Maduro se ha pronunciado en el campo diplomático en contra de la injerencia de EEUU en los asunto de Nicaragua, actitud misma que uno esperaba de hombres como Sergio Ramírez y Ernesto Cardenal.
*https://www.aporrea.org/internacionales/n327295.html
Para leer nuestros trabajos anteriores sobre el tema Nicaragua-Ortega, puede seguir los enlaces: