Si el pueblo venezolano, patriota y antimperialista derrota la conjura orquestada por el gobierno de los Estados Unidos de América, con la colaboración de gobiernos satélites. Si “la comunidad internacional” que reconoce a un diputado que se proclama presidente se queda con los crespos hechos. Si hacemos valer el inalienable derecho a nuestra soberanía, independencia y a la autodeterminación como pueblo. Si logramos revertir las sanciones y se liberan los activos secuestrados por los Estados forajidos. Si la oposición golpista venezolana vuelve a quedar desnuda y al desamparado de sus amos. Al fin de cuentas: y si no lo logran… ¿Qué vamos a hacer en Venezuela?
¿Seguiremos con un gobierno que mira el milagro chino como la receta mágica?, mientras las medidas en lo económico son espasmódicas y con la esperanza de ser salvados por una burguesía bolivariana.
¿Seguiremos con un gobierno que compromete nuestro patrimonio natural por tres monedas?, y nos deja solo como proveedor de materias primas o como se dice ahora de “commodities” y consumidores de tecnología.
¿Seguiremos con una dirigencia indiferente a la degradación de las condiciones de vida de la clase trabajadora?, enriqueciéndose a costa de erario público y exhibiendo impunemente su mal habido patrimonio, mientras las mayorías hacemos maromas para llevar el pan a la mesa.
¿Seguiremos con un estamento militar y judicial al servicio del mejor postor?, y que se ha repotenciado como una casta burocrática y parasitaria.
¿Seguiremos con un gobierno ensayando una política social asistencialista, orientada a la sobrevivencia?, ignorando un tejido social que entendió que la democracia es participativa y protagónica, por lo tanto demanda formar parte de decisiones y las soluciones.
¿Seguiremos devorándonos unos a los otros?, mientras los que son cada día más ricos, nos miran y se divierten como en un circo romano.
Quiénes nos asumimos como la izquierda de a pie ¿seguiremos actuando en un archipiélago de acciones marginales sin incidencia real?, frente a grupos de intereses que administran cuotas de poder y definen políticas en el país.
Si seguimos así, entonces los apoyos del pueblo llano a un ideal de justicia social seguirán mermando y la propuesta de un proyecto alternativo al capitalismo se comprometerá por generaciones. Si no se logra reconocer la necesidad de impulsar un “Golpe de timón”, como lo denomino Chávez; pero ahora en función de los intereses de la clase trabajadora, terminaremos llegando más tarde que temprano a un puerto que se estado evitando.
Posdata. Yo creo que no lo logran, por otro lado, superar la parálisis es un asunto de pronóstico reservado.