Recién observe un video de la llegada de los indígenas ecuatorianos a Quito-Ecuador, para apoyar al pueblo, ante las propuestas del Fondo Monetario Internacional FMI, quien sugirió ciertas medidas neoliberales, que van en detrimento de la población en general, entre ellas la subida de los precios del combustible.
Los indígenas llegan para acompañar a los campesinos, trabajadores y moradores de la ciudad capital, quienes han ofrecido resistencia ante las medidas del gobierno, quien acepta las medidas del FMI, las cuales nunca han sido beneficiosas para el pueblo, así como nunca han tenido éxito, en ningún país de America Latina.
Más bien, el FMI debería revisar su historia de aciertos y desaciertos al aplicar sus medidas económicas. No debería prescribir recetas ya caducadas y sin ningún tipo de triunfo. Pareciera no aprender de la experiencia vivida.
Realmente sentí una emoción indescriptible, ya que observé la Bandera del Ecuador flameada por los indígenas, que denota la lucha de clases, y una conciencia de clase altamente revolucionaria. Se observó el saludo el abrazo de los indígenas, con el trabajador, con la mujer, con su prójimo, realmente fue una experiencia religiosa, amorosa, revolucionaria.
A su vez, recordé cuando los habitantes de los cerros de Caracas-Venezuela bajaron para apoyar, primero a Hugo Chávez y luego, a Nicolás Maduro. Realmente estas bajadas y subidas, depende de la ubicación de los palacios o centros de gestión de los presidentes, son comunes a los pueblos de America Latina.
A su vez, recordé la expresión aquella de que "solo el pueblo salva al pueblo", no son los opresores quienes salvan al oprimido, el pueblo mismo salva a sus congéneres.
Llegadas, subidas, bajadas de los más desposeídos. En algunos casos, son bajadas de insurgentes, previo a una lucha armada frontal con los poderes estatuidos.
Los pueblos llegan de las montañas, de los montes a la ciudad. Los pobres viven en los cerros, montañas, cerros, en la periferia de las grandes ciudades. Los ricos moran en las ciudades, urbanizaciones.
En el caso concreto de Ecuador y de su presidente Lenin Moreno, al tratar de imponer ciertas medidas económicas, no parece ver que dichas medidas en otros países han fracasado. Ya, al ver la llegada de los indígenas, recula, parece tener miedo y traslada su lugar de gestión gubernamental a Guayaquil, baja a la costa, quizás previendo su posible huida. Algunos, han vaticinado que no termina su periodo de gobierno, llega hasta finales de este año en curso.
También es conocido que la llegada de los indígenas ecuatorianos al valle de Quito, no es la primera vez que sucede, hay antecedentes de llegada y triunfo de los indígenas. Como señala un artículo de Resumen Latinoamericano, titulado: La Fuerza Política de los Indígenas tiene Historia y es Imponente".
Independientemente, de lo que ocurra al final de esta acción indigena, de esta llegada, bajada, la historia dice que éstas, son un mal augurio para los poderosos, para el FMI, para los gobernantes corruptos y desleales. Son el inicio, en este caso concreto, del triunfo del bravío pueblo ecuatoriano. Se esperan nuevos vientos revolucionarios, de los cuales nunca debió Ecuador de prescindir.