Socialismo reflexivo (VI)

La verdadera revolución ideológica de hoy tiene que consistir en renovar
primero que todo el pensamiento mismo, esto no quiere decir que neguemos la
doctrina y que hagamos pasar a Marx por un “viejo” constructor de sistemas
que marchan más con la idea que con la realidad. No, esto es marchar con el
nuevo tiempo, la descomposición política que hoy todos llevamos como
conciencia y a su vez seria estar con Marx, con su intelectualidad
interpretativa de ver al mundo para poder tener disposición a cambiarlo y
eso es tan sencillo como transformar el pensamiento y no olvidemos que este
se renueva a medida que él mismo forma al mundo, esto es nada menos ni nada
mas que la unión de la teoría y la practica.

¿Qué decimos cuando hablamos de socialismo siglo XXI? Hablamos de la
garantía del futuro humanista del socialismo, la cual reside en la nueva
forma de pensar y vivir de nuestros pueblos, en sus actos, en la disposición
de la fe en sus naciones y en el enfrentamiento decisivo a todo ese sistema,
a todo ese programa neoliberal globalizado que hunde a nuestras patrias en
una abstracción cronológica y geográfica de hambre y miseria. No podemos
continuar arrastrándonos a través de la historia como los grandes
sacrificadores de nuestras propias necesidades, ya basta de la estupidez, de
la pasividad, de la quietud ante el engaño. No podemos continuar en manos de
esos tiranos terribles, de esas fuerzas sociales ciegas y constantemente
azotados por una guerra criminal, como es la de vivir en todo el medio de
esa inmensa pobreza, cuando nuestras tierras son las mas ricas y de porvenir
en el futuro.

El siglo XXI nos ofrece afincados en las lecciones de nuestros procesos
históricos una oportunidad para gobernar nuestra propia política y para ello
es indudable comenzar a pensar que si es posible cambiar el mundo. Estas
concepciones no necesitan comentarios, basta notar que su única relación con
nuestro Libertador y con Marx es que son el exacto camino de sus
pensamientos como son: Libertad, igualdad y justicia. Es salirnos de la
alienación que el imperio ha construido, construye y construirá, si nosotros
no nos consagramos a organizarnos en una unión donde no reneguemos más de la
responsabilidad de dejar de ser imbéciles, para ser hombres libres de
Latinoamérica y el Caribe.

Esta es una doctrina que toma al mundo como existe en la realidad, vemos
asomar los dientes del monstruo por todos lados, sentimos como se nos
arrasa; de ahí que dejemos la pretensión de considerar que es utópico el
socialismo, todos tenemos que sustentar el concepto de unión, organización y
lucha que se nos viene encima. Necesitamos hacer un esfuerzo titánico para
que nuestras naciones, sus pueblos, nos escuchen. Desafiamos el poder del
capitalismo en sus propios cimientos. Solo tenemos como armas la voluntad y
creatividad, retamos al imperio estadounidense, corrupto, ladrón,
pendenciero y principal terroristas del mundo. El socialismo del siglo XXI,
seremos sus sepultureros y donde quiera que lleguemos tendremos una sola
palabra: “Unión” “unión” y “unión”. (Continuará…)


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Víctor J. Rodríguez Calderón


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