Uno de los aspectos más profundos del Poder Popular, es que cualquiera puede alzar la voz y participar en la construcción de ese camino en el cual creemos y pocas veces tenemos la oportunidad en foros importantes de decir verdades, sí, las que a veces es necesario verter sobre la conciencia de otros. Estaremos equivocados, no obstante, ello no se sabrá hasta que sean oídas y tramitadas debidamente, no quiero expresar en lo que creo para promoverme de manera banal, sencillamente asirme de muchos que me conocen de nombre y personalmente y me reclaman el porque mi voz en la radio y medios del Estado no está presente. Amanecí un día en la radio cuando el primer triunfo del comandante hoy presidente, amanecí un día en la radio luego que los traidores la cerraron y se recuperó la transmisión el día 13 de abril, la consola de transmisión estaba desecha y los aprovechadores habían desaparecido de la escena, amanecí un día en la radio exponiendo los ideales en contra del sabotaje petrolero.
De pronto, el amanecer se convirtió en tormento y en noche de cacería, se truncaba una labor en la hechura de información e investigación y difusión de la materia económica, motivos y razones, quizás ya no importan aunque los funcionarios aún están allí disfrutando el poder accidental que todos y cada uno tenemos en la vida.
Los medios del Estado deben ser la prioridad para el ejercicio del poder popular, mientras esto no ocurra, no estaremos haciendo absolutamente nada, que adolecimiento de humildad transita por la vía de la gestión pública, el envilecimiento hace presa a veces inconciente de algunos que alguna vez fueron sencillos ciudadanos de calle y periódico, conversaciones y cafetín de encuentro.
Tengo si se quiere y me perdonan que hable en primera persona una gran frustración lejos de toda etiqueta de vanidad, nunca me han visto ni verán practicando el medrar criollo que tanto daño le hace a la revolución, jalar bolas no es mi especialidad, sin embargo es frustración no poder continuar la comunicación ni la enseñanza a través de un medio del Estado, más aún cuando el retorno se convierte en necesidad para la gente.
Invoco el derecho a hablar en la Asamblea Nacional, entidad política y de participación por excelencia, participaré en el parlamentarismo de calle cuando el poder popular sea el protagonista y no la audición ausente, salvo que me demuestren lo contrario. Invoco el derecho a restablecer mi programa radial porque no hubo causa antirrevolucionaria en mi conducta, por el contrario, hablar claro es una actitud correctiva de las desviaciones, eso, no le gusta a alguna gente, la falta de humildad hace más daño que mil patricia poleos, al fin y al cabo en la creación del hombre y mujer nuevos debe incluirse esta materia, ausente en muchos funcionarios, la oficina, un bunker que solo entran sin permiso los “amigos”, el personal gente de otra categoría que muy pocas veces son oídos y la mayoría ignorados; que bajo sueldo gana un operador de la radio, un productor interno, un coordinador de cabina, ninguno de ellos tiene la oportunidad de adquirir papeles en la Bolsa de Caracas, VERDAD QUE ES ASÍ, quien viene de abajo y logra “triunfar” es peor que el nacido de cuna, no es asunto de color de piel, ni de títulos adquiridos, es solo que, que vaina nos está pasando para construir esta revolución y que con conciencia revolucionaria andar el camino del socialismo, si para cambiar la sociedad debemos comenzar por nosotros mismos y que lejos están muchos de esta meta, VERDAD QUE ES ASÍ.
Por último, el título es solo para llamar la atención, porque demostrado está, que la gente en buena parte abre el espacio de acuerdo al título que llame la atención, sino veamos los títulos que hablan de la ideología y la humildad y comprobarán que son los menos leídos. Mis aspiraciones no son las de hablar en el foro político, mis aspiraciones es que se restablezca la justicia y se me abra un nuevo espacio en la radio del Estado, para poder seguir combatiendo la contrarrevolución. Que así sea.