¿Cuál será The show político del 2021?. Los políticos del Espectáculo. [ Iván Duque & Juan Guaidó ]

"la política, por su misma naturaleza, es hiperreal, es decir, estrechamente dependiente del punto de vista de quien la interpreta. La política no tiene existencia objetiva, sino que es siempre construcción artificiosa, interpretación subjetiva, representación a partir de un punto de vista. La política es, por tanto, espectáculo, y en cuanto tal, como "espectáculo político", es inherentemente fachista". Dice el profesor de Ciencia Política Sergio Fabrini, en su libro "El ascenso del Príncipe democrático"

Lo que creo es que nosotros como sociedad y país, hace ya muchos años, y con diferentes presidentes vivimos la política del espectáculo, el más reciente anfitrión de la Casa de Nariño y el autoproclamado presidente interino, aunque tienen poco liderazgo político, tiene un gran equipo que le ayuda hacer sus puestas en escena.

Puede ser que el presidente Iván Duque y El líder opositor Guaidó de Venezuela , sean muy jóvenes, tengan muy poca o ninguna experiencia en lo público y que su liderazgos político no sea muy fuerte y visible, pero nadie podrá negar que registra muy bien ante las cámaras, tanto fotográficas como de vídeo, eso ellos lo saben y lo utiliza de manera perfecta, en primera medida para levantar su baja popularidad como presidente y para dar ‘golpes de opinión’ que de poco o nada sirven para gobernar un país.

Sus primeras muestras de histrionismo las hizo en campaña, donde hablaba más de rock, mostraba sus dotes de bailarín o de cantante, que de las propuestas de cómo dirigir a Colombia. Ya como presidente sus muestras en cámara empezaron haciendo veintiuna con la cabeza en el Santiago Bernabéu, donde también fue ridiculizado por Emilio Butragueño, quien de forma muy sutil le "recomendó" a Duque que usará la cabeza para pensar. En el evento Venezuela Aid Live para recaudar fondos y enviar ayuda humanitaria a Venezuela, el concierto frente a una multitud en Cúcuta, Colombia -febrero de 2019 patrocinado por el multimillonario británico Richard Branson y el Gobierno de EEUU.

Y aunque sus muestras artísticas no paran, el más reciente show fue la visita a Medellín, donde recorrió con el alcalde de esa ciudad Federico Gutiérrez, algunas zonas donde el microtráfico es fuerte, pero que su visita deja como resultados titulares de prensa como: "Duque se fue. Y la droga quedo" (Periódico QHubo, viernes 19 de octubre de 2018), es decir, que su espectáculo otra vez quedó en nada, pero su frase "el que la hace la paga", que la usó en campaña y que ya ha repetido muchas veces como presidente, sigue pegando fuerte en el rating, aunque sus hechos pocas veces sean ciertos. Y es que "la noticia política cobra relieve no porque tenga relación con la vida de la gente, sino porque se le presenta de una manera que llama su atención" (Fabrini, 2009) y para eso los comunicadores de Duque y los medios en general lo hacen a las mil maravillas.

La política del espectáculo poco o nada le deja al país, son "cortinas de humo" que tapan los errores y la crisis por la que atraviesa el gobierno y hace que lo verdaderamente importante se olvide, no se discuta o se esconda, por lo tanto no genera confianza ni legitimidad ante la sociedad, pero no solamente genera dudas frente al poder ejecutivo, sino también sobre algunos medios de comunicación y su papel en la democracia, que al parecer están respondiendo más ante la lógica de estar al lado de quien tiene el poder que a la ecuanimidad e imparcialidad de informar.

Es decir, el destino de la nación queda en gran medida en manos de los políticos del espectáculo y cuando éstos fallan, la nación y sus habitantes sufren las consecuencias, que en nuestro caso son muy graves. Las democracias para funcionar correctamente y lograr resultados positivos para el bienestar general, requieren de partidos políticos serios y organizados y que sus miembros actúen con responsabilidad y transparencia. Asimismo, que sus propuestas ideológicas y programáticas estén orientadas a resolver las necesidades de la población. Eso no sucede en Colombia. Aquí la política se ejerce para conseguir el poder para satisfacer ambiciones burocráticas y presupuestales y para ponerla al servicio de oscuras y delincuenciales empresas que atentan contra la estabilidad institucional del Estado. En síntesis, se ha trastocado la razón de ser de la política. Ha dejado de constituir el principal canal en la búsqueda del bien común y de representar la principal barrera contra los grupos delincuenciales y mafiosos que violan el marco constitucional y legal de la nación, tan igual lo materializa El líder opositor Guaidó de Venezuela los aclamados sucesos relativos a la «ayuda humanitaria» y la intentona de alzamiento militar y Bloqueo Económicos, el panorama parece muy distante del optimismo opositor de esas jornadas. La esperanza de un derrocamiento fácil y rápido del legítimo Gobierno de Nicolás Maduro parece haberse anegado, otra vez, en un mar de deslices políticos, con un activo, pero no menos errático,

Cuál será The show político del 2021

Una democracia es sólida si garantiza al mismo tiempo la toma de decisiones y el control (institucional) de quien las toma.



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Antonio J. Rodríguez L.


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