Aquí hay de todo. Cada quien anda en lo suyo. Así como hay monetaristas, también quienes le hacen la contra. Hay opuestos y partidarios del gobierno y hay "escuálidos" que, por los tantos los cambios que aquí ha habido, ya uno no sabe de qué lado ellos están. Por ejemplo, en AN hay unos que antes eran así llamados, porque la palabra, más que a lo poco, se le asoció a lo de hacer oposición. Siendo entonces esta poca, casi esmirriada, Chávez la calificó de escuálida. Pero muchos de aquellos ahora casi están en el gobierno, como está en la oposición un montón de izquierdistas y hasta quienes se autodefinen chavistas, nunca escuálidos y herederos del Comandante. Es decir, ha habido un movimiento, un deslave que, pese lo estruendoso, algunos no parecieran percibirlo y otros no quieren hacerlo.
De donde uno no sabe, "a ciencia cierta", el auténtico significado de la palabra escuálido; porque somos de quienes creen que, el lenguaje lo crea, elabora el pueblo, para comunicarse y nada hace uno al hablar, darle a una palabra un significado que la multitud no entiende porque le da otro. Y si el significado que le damos a la palabra escuálido, es la convencional, la que señala, el diccionario, como poco, minoría y hasta esmirriado, uno no sabe a quién en este país aplicársela de tanto que se ha movido el mundo, gastado el jabón y trasegadas las aguas de un río a otro.
La oposición de ahora se ha ampliado, sin mezclarse con la anterior, con izquierdistas trasnochados, a quienes se le viene sumando de a poquito, pero sin parar, como cuando un tubo o llave de paso gotea, unos que ahora comienzan a llamar "resabiaos"; aunque para decir una verdad como un templo, no hay una vaina más difícil de unir que a los izquierdistas, por lo menos eso enseña la historia nacional. Pero, en la oposición, hay además una multitud a la que le sobran motivos para no sentirse contenta con el gobierno y de eso hay mucho más ahora.
También hay allí, aislada, de aquella guarimbera, ultra derechista, traga fuego, solo mantenida por el respaldo de la intromisión externa que cree, con berrinches de carajito malcriado, se cambia al gobierno y se lograría entregarle el país a quienes de fuera manejan los planes de apropiárselo, dadas las tantas vainas codiciosas que aquí hay, para enfrentar un futuro complicado por los cambios operados en el capitalismo, como que ahora tiene más cabezas que antes, con más agallas y más distantes unas de otras, hasta tanto llegue un momento, todavía lejano que, siendo la misma vaina, encuentren cómo repartirse el botín en santa paz o destruir el planeta, como carajito malcriado que, rompe el balón de futbol, para que nadie siga jugando, en vista que, el entrenador, le sacó porque venía haciéndolo muy mal, tanto que de los cinco goles del contrario todos fueron anotados por fallas suyas.
Así hay también una RED DE INTELECTUALES Y ARTISTAS, cuyos integrantes tienen como un solo ojo, pese se cuidan de no ponerse parche, no vaya a ser que les apliquen un calificativo que no se merecen, pues si usted, con respeto, equilibrio, jorunga sus credenciales, producciones culturales y méritos académicos, se caería de culo, de tanto valor que atesora esa gente. Pero uno sospecha que, así como el Covid tranca el pecho, pudiera haber, sin que nadie lo haya detectado, pues ese tipo siempre opera a escondidas, un virus que cierra un ojo a determinada gente, por muy avispada que sea y lo que es peor, que ese ojo, sólo mire de un lado; nada que mira a uno y otro como quiera el infectado, como periscopio, puesto a girar a voluntad del observador, sino que cuando el tipo afectado por la enfermedad gira, intentando capturar todo el espacio, el escenario que tiene al frente, pero de un solo lado, se mueve, y se va para el otro; se va pegado del ojo, de modo que el observador ve lo mismo que antes; y solo y siempre sólo, le permite mirar esa, su mitad. Tanto es así, que, si gira en redondo, el escenario de adelante se viene para el espacio que antes tenía por detrás.
Sucede que, en esa RED, hay tipos que pudieran hasta tener un "tercer ojo" y lo tienen, en medio de la frente, capaz, por sí sólo, de mirar más que los dos normales y hasta en redondo; es decir mira adelante, a los lados y hasta lo que está detrás. Aquel mismo ojo que, Lobsang Rampa, si mal no recuerdo es el seudónimo de un escritor inglés, que escribió un libro muy exitoso en la década de setenta del siglo pasado, titulado "El Tercer Ojo", descubrió en el Dalai Lama. Pero el virus, el muérgano, eso lo sabe y lo primero que ataca es allí, pues sabe aquello de "con burro amarrao, leña segura" y le tranca eso, el "tercer ojo" y otro también. Y como que "por el becerro se amarra la vaca" o "la culebra se mata por la cabeza".
Mi suegro, un humilde hombre de Río Caribe, solía usar una palabra de tan poco uso en el lenguaje común y hasta en el literario, que casi nadie sabía, incluyéndome, su significado. Era esta la palabra "estulto", que él, como oriental al fin, pronunciaba "esturto".
Pongo aquí su significado porque todavía sigue tan extraviada como antes.
Ella quiere decir, tonto, necio o torpe de entendimiento. Y uno es eso; y por ser eso, habiendo un manifiesto de intelectuales y artistas que se manifiestan sólo contra el bloqueo y la injerencia de una serie de países, sobre todo de Europa y EEUU, sin olvidar al Grupo de Lima y la OEA, contra los venezolanos, que ellos creen contra el gobierno, sin advertir, por ligero descuido, por demás justificado que, en este comen completo y hasta ya están vacunados, mientras ahora mismo, en la familia de un estulto como, hija y nieta, están luchando contra el Covid que las ataca, pese una de ellas, por estar en el frente de lucha, en el campo la salud, debió ser vacunada con anticipación y no fue posible eso lograse, pongo este texto en nombre de la red arriba, en el título identificada, que además incluye a trabajadores, jubilados y para mejor decirlo, a los muertos de hambre para protestar, no sólo contra lo mismo por lo que lo hizo la RED DE INTELECTUALES Y ARTISTAS, sino también EN FAVOR de los trabajadores, los estultos, ineptos, muertos de hambre, víctimas de un salario miserable, de políticas económicas que no dan con bola y tanto daño acumulado de vieja data, como la destrucción de la industria petrolera, falta de atención médica, tanto como que su esposa, una anciana, debe operarse ya y no podemos costear los gastos, porque la única opción sería disponer de tres mil cuatrocientos dólares aproximadamente ($3400) y no hay en la ciudad donde vivo un centro público que nos pueda socorrer.
Y lo digo por lo que la RED DE INTELECTUALES olvida de la mejor buena fe, pues se trata de identificar al enemigo principal, que, si lo es, pero pudiera desorientar a quienes leen su manifiesto y exculpar sin quererlo a quienes tienen su "vela en este entierro".
Y tenemos que poner las cosas en su sitio y aclarar, pues, por lo que uno suele escuchar, hay versiones oficiales, según las cuales, en este país lo que sobra es atención médica, gratuita y de calidad; donde médicos, muy bien pagados, hasta mejor que los demás trabajadores, que ya lo están por demás, se quejan por "agallúos", andan a la libre por las calles buscando a quien atender y curar de lo que sea y los medicamentos detrás de los enfermos. ¿Y de donde un estulto, tanto que mira y habla de lo que mira, porque no entiende nada, por estulto y además no atiende las señas de la dirigencia, del empresario y menos de jefe de banda alguna, que ha sido así toda la vida, hasta ahorita en plena vejez, va sacar tanto real?
Y, si la RED DE INTELECTUALES Y ARTISTAS, ante eso no se pronuncia, como tampoco que una minoría acumula beneficios de manera desmesurada, de los distintos modos que permite el capitalismo voraz que aquí está instalado, como la corrupción misma y más porque, pese la perspicacia propia de la sabiduría que atesoran, el virus les obstruye la mirada en redondo, mucha gente podría, desde lejos, montarse su narrativa guiada por el silencio; como si el tipo no se queja es porque nada le duele.
Es lamentable que a quienes protesten o se manifiesten contra el imperialismo, sus agresiones e injerencia y luchen por una vida digna, como el derecho a la salud de todos, salarios justos, reclamen al gobierno eficacia, erradicar el sectarismo, corrupción, escuchar los reclamos, es decir, miren en redondo y manifiesten lo percibido, por ser estultos, ineptos y muertos de hambre, se les margine y hasta ponga en la lista de los enemigos.
Se pasa por alto que, eso que ahora hacen, lo han hecho toda su vida y seguirán haciéndolo, pero no por unos pocos y de quienes manejan el Estado; también es lamentable que quienes tienen hasta un tercer ojo, callen, finjan o miren solo de un lado, "para no mirar lo que he mirado" y no quejarse por él, al mirarle el dolor pintado en el rostro.