Estos días muy religiosos, de cultos y adoración al Jesús de Nazaret, presunto hijo de Dios, se conmemora el tránsito hacia la crucifixión, en la capital de Venezuela, Caracas ni se diga desbordando operativo cívico-militar-policial, recorrieron aproximadamente un poco mas de 150 kilómetros, en un papa móvil, así mismo son días de que recuerdan que bien lo eficaz que hicieron los colonialistas españoles, el haber adoctrinado y afianzado en nuestra tierra desde la infancia, antes y después de la independencia, la creencia en el pueblo aborigen y criollo venezolano. Cada evento anual de Semana Santa que ocurre en el país, me recuerda el precio que tuvo que pagar en vidas humanas una cultura ancestral, miles y millones de indígenas sacrificados para someterlos y subyugarlos a otra cultura religiosa fantasmagórica, asimilada mediante la imposición primero, y luego por la cristianización subliminal, teniendo la espada, la educación y la cruz.
En Venezuela, estos días se despuntan las actividades religiosas en particular de la iglesia católica, parece que esta corriente religiosa en Venezuela dominara toda la escena, tiene muy buenos amistades con los personeros del gobierno, se la lleva al parecer muy bien con el chavismo oficial, bueno así ha de ser, no lo critico, deben sostener relaciones de respeto, el Estado y la Instituciones creyentes sea cual sea el signo, como se dice, "al Cesar lo que del Cesar y a Dios lo que es Dios", como le respondió Jesús apelando a una moneda, cuando Poncio Pilatos le interrogara. Esto significa que el Estado debe acometer sus funciones y las iglesias las suyas, sin embargo, apoyar, financiar, restaurar iglesias a nivel nacional, gastando miles de millones de bolívares, permitir misas por el canal de VTV, (muy curiosamente, solo a una sola tendencia religiosa) revela ciertamente que el Estado no es imparcial, violenta el derecho de otras feligresías que también realizan actividades creyentes, El Gobierno no se ha desprendido de la dependencia de los lazos de la iglesia y su manto de poder.
Y porque lo hace el Estado, sencillamente porque muchos de sus adeptos son "católicos", pero no excluyen que también hayan muchos cristianos evangélicos, o de otras tendencias, así pues en Semana Santa se despliegan policías y militares en las procesiones, dispositivos masivos de seguridad, para que la feligresía a nivel de todo el país celebren y satisfagan las necesidades espirituales de los fieles, para que celebren sus cultos y adoraciones a Dios. Lo mismo no hacen respecto a otras iglesias, a la que llamo marginadas, ellas deben sobrevivir con el diezmo y las católicas hasta tiene escuelas financiadas por el gobierno "chavista", el resto de las iglesias protestantes revela que nuestro Estado no es imparcial, deja de ser laico, tiene inclinación por la católica, no lo disimula, solo porque el Presidente, o cualquier otro funcionario de alto nivel manifiesta "ser cristiano" (católico), mejor dicho refuerza la cultura colonial cristiana en la población con una revolución bolivariana que no termina de abolir la desigualdad social.
En cada Semana Santa", el país se paraliza, se deja de trabajar, deja de producir, los jóvenes dejan de ir a las escuelas y universidades, dejan de estudiar, se hace en cierto modo improductivo el país, solo por que celebramos los respetos a "los rituales católicos", cada iglesia cristiana lo celebra a su modo, unos con misas otros con oraciones y rezos, todas las iglesias recuerdan la historia del Jesús de Nazaret, la historia del juicio a un judío acusado de creerse el Mesías (El Cristo), el hijo de Dios, y que finalmente fuera sometido a los representantes del poder del imperio romano, al castigo, la tortura hasta la crucifixión, la cruz era símbolo que acostumbraba el imperio someter a los reos de la delincuencia y la subversión, y Jesús recibió el mismo trato por tanto fue colocado en la cruz, símbolo de muerte del imperio romano para quienes cometían actos contra la Ley., en particular actos de subversión contra las autoridades del sistema colonial-esclavista romano.
En verdad no entiendo porque se celebran masivos actos religiosos en el país en medio de la pandemia del corona virus, si dicen que "Dios está en todas partes", es omnipresente para que entonces construir hacer movilizaciones, construir mas y mas iglesias, restaurar iglesias, cuando lo requiere el país es que el gobierno restaure las escuelas, las universidades, tenemos universidades desmanteladas por la delincuencia, basta ver como la UBV del municipio Maracaibo fue desalojada finalmente por la delincuencia, se dieron secuestros de docentes, robos, saqueos de equipos y todo tipo de delitos aparte de actos de corrupción internos que no fueron saneados, actualmente inquilinos del Instituto Tecnologico de Maracaibo, todo porque el Gobierno chavista de Nicolás no es capaz mediante su Ministro Cesar Trompiz recuperar la sede, bueno esto es harina de otro costal. Da envidia como el programa Misión Bella Venezuela, restaura las iglesias que refuerza el conocimiento alienante de la feligresía, el conocimiento colonial, cuando cientos sino miles de escuelas y universidades requieren un gasto de mantenimiento.
Históricamente las iglesias y sus corrientes de creencias sea cualquier signo, han sido aliadas de las clases ricas, de la clase burguesa hoy en día, lo fueron durante la esclavitud, continuaron durante la edad media, aliadas de la monarquía, y hoy lo hacen del lado del capitalismo, en todo caso, cultivan una forma alienante de conciencia, no admiten "la lógica, la razón y la verdad" sino simplemente actos de fe que no explican el mundo concreto, menos esta situación de pandemia, el conocimiento molecular del virus Sarc Cov 2 que solo lo dejan a la buena de Dios, su voluntad, que se produzcan un milagro o la magia de las oraciones y los rezos, de pedir al cielo se cumpla la petición de salir de estas pesadilla provocada por un molécula de Sarc Cov2.
Pues bien las iglesias tradicional siempre ha sido opuesta al cambio, a la revolución, al socialismo, a la ciencia, no olvidemos como la iglesia polaca fue cómplice de Hitler en el asesinato de millones de judíos, no sabemos si la iglesia cristiana mató más seres que Hitler, millones de indígenas fueron sacrificado al holocausto en nombre de Dios. Darwin, Carlos Marx, genios ateos de la humanidad fueron estigmatizados por muchos creyentes, los veían y todavía como la encarnación de diablo, y con ello espantan a los infantes y jóvenes del camino de la ciencia social, del saber científico, por tanto la iglesia cristiana en particular la católica siempre ha sido una fábrica de ignorancia y oscurantismo, siempre han explotado la credulidad del pueblo, su buena fe, ya el Libertador tuvo la lucidez al decir, de que se nos había dominado más por el engaño que por la fuerza, que no habíamos podido adquirir saber, ni poder e incluso virtudes políticas para transformar las condiciones injustas de la existencia social.
De acuerdo con Rius, "Cuando el señor Darwin demostró con pelos y señales la evolución de todos los seres vivos, el teatro divino se vino abajo, y todas las viejas historias de Adán y Eva, el diluvio de Noé y la creación del mundo", (Rius), con ello, la autoridades de la iglesia condenaron a Darwin, y con él a la ciencia enemiga de la fe, y siguió explotando la fe divina" (Ibídem), mejor dicho explotando la credibilidad ingenua de un pueblo.
Lo mismo pasó con Marx, al desmitificar las ideas religiosa filosóficamente hablando, al mismo tiempo que explicaba la evolución histórica de la sociedad y sus ideas, el papel de la ideas y la supra estructura como instrumentos de dominación, la burguesía quiso no solo estigmatizarlo, sino ignorar el materialismo histórico, la llave que nos permite ver como surgieron las ideas religiosas en los pueblos, precisamente esto es demasiado peligroso para la burguesía, que un pueblo experimente un proceso de desalienación histórica, inclusive desalienación religiosa, prefiere seguir reproduciendo el culto, las adoraciones con tal de tener a las masas tranquilas, adormecidas, pasivas, sin preocupación por el porqué de la injusticia social, el mundo es tal como es, desigual, soportándose en la desigualdad social de clases como fruto de la voluntad divina, del orden natural, del orden colonial, del orden histórico y porque no decirlo, de las clases en el poder que secuestran el poder económico del pueblo.
Cualquiera creyente pudiera pensar que lo del evento pandémico del corona virus es "un mal que nos los envió Dios por nuestros pecados, que es una desgracia para probarnos", (Rius), para saber cuánto creemos o sostenemos nuestra fe en Dios, pues bien muchos creen en la voluntad divina, en la resignación, si fuera así, nada hay que hacer, los científicos rusos ni los cubanos, ni de ningún país del mundo débase tomarse la molestia de dar respuesta científica a la pandemia, total nada de lo que se mueve en la tierra dicen los creyentes se mueve si no es por la voluntad divina, pues si es así no hay nada que hacer, esperemos nos llegue la muerte. Pero el mundo real se resiste a ver dos millones de muertos y miles de contagiados por el virus a nivel mundial, por lo que deberíamos dar gracias a la ciencia rusa que han alcanzado la capacidad científica de poder inmunizarnos, de salvarnos una vez como lo hizo derrotando al nazifascismo, al menos temporalmente la vacuna nos protege, y no Dios precisamente, sino la ciencia mediante la Sputnik V.
Asi pues; hay fe, hay esperanza, en Venezuela llegó la vacuna rusa, ya están vacunando, y no es con plegarias, rezos y oraciones que se llegó al resultado de la Sputnik V, no con suspiros impotentes y suplicas al cielo, oprimidos por la molécula del Sarc Cov 2, sino con el esfuerzo científico, el trabajo humano de los hombres y mujeres de ciencia, gracias a la razón, la lógica y el experimento científico. Recordemos que fue Marx quien nos recuerda que "la religión es el suspiro de una criatura oprimida", y los venezolanos no somos la excepción, estamos oprimidos y amenazados por la trinidad del capital, la iglesia y la guerra. Parafraseando a Marx, muestra miseria real es producto de nuestra miseria religiosa, de nuestra miseria espiritual que nos condena a la pasividad en el mundo, a no cambiar lo que haya de cambiar, las relaciones sociales de los medios de producción que siguen en manos privadas afianzadas por un estado social, de derecho y justicia.
Siempre la religión nos dice Marx nos ha ofrecido "un mundo de dicha ilusoria", de bienestar aparente, de tranquilidad, pero mas allá de este mundo, en Venezuela, no se cuestiona la propiedad privada, causa de la desigualdad social, de la distribución desigual de la riqueza, lo mismo dijo Jesús de Nazareth: "Mi reino no es de este mundo", la revolución bolivariana se hace utópica, evadiendo la confrontación, asumiéndolo con Misiones Sociales que no termina de resolver el problema social, la desigualdad social, por eso Marx la llamaba "el opio de los pueblos", porque paraliza la lucha, buscando el individuo en el más allá, la dicha de su vida. Si no eliminamos esa "ilusión religiosa", del mundo, entonces no estaremos en capacidad de ver luces, construir un mundo real, una dicha real, solo cuando los hombres y mujeres aprendan a pensar con razonamiento propio, con causa y efecto, será posible transformar sus condiciones materiales de vida, con lógica y verdad.
Por tanto en la revolución bolivariana debemos sembrar las luces de la ciencia, acabar con ese reflejo fantasmagórico en la cabeza de cada hombre y mujer, en especial los infantes y jóvenes solo la educación y el papel de los medios de comunicación modernos nos ayudarían hacerlo, a liberarlos de las amarras espirituales, metafísicas y especulativas en las que las fuerzas materiales o terrenales revisten poderes terrenales de acuerdo con Federico Engels, ellas, se convierte en freno a la capacidad de pensar en las condiciones sociales de existencia material, en precisar aquellas fuerzas que lo alienan, lo hacen extraño en este mundo, extraño al hombre mismo, lo encapsulan en su ego, creyendo que aisladamente pueda salvarse de aquellas fuerzas sociales y espirituales que lo oprimen.
Fuente consultada:
Rius. Manual del perfecto ateo.