En qué situación recibió Venezuela en el siglo XXI, la pandemia del covid 19

La revolución bolivariana lleva más de dos década de resistencia mucho antes de la llegada de N. Maduro a la Presidencia en el 2013, debido a las agresiones de la oposición interna como al Gobierno de los Estados Unidos empeñados en derrocar ambos al Gobierno chavistas, primero a Hugo Chávez y luego con respecto a Nicolás Maduro. En el 2019 se ha creado una situación inesperada, la aparición en diciembre del 2019 de un virus, el Sarcs Cov2, una molécula que amenaza hoy a la humanidad, cuyo desafío ha probado la organización y capacidades del régimen político de la sociedad. Sally Burch señala que la pandemia del corona virus nos ha puesto a reflexionar "sobre qué sociedad tenemos y cual queremos…pone en evidencia, por ejemplo Pone en evidencia, por ejemplo, la importancia de contar con servicios públicos robustos, particularmente en el campo de la salud; de asegurar la soberanía alimentaria y valorar el aporte crucial del campesinado; de tener comunidades organizadas y solidarias capaces de responder ante las emergencias; de apreciar los trabajos esenciales para sostener la vida, que muchas veces se desarrollan en condiciones precarias; de entender que nuestro único planeta es altamente interdependiente y requiere de soluciones globales". (Burch, S., 2021:1).

Pues bien, ¿en cuál sociedad vivimos?, vivimos una sociedad en guerra, una sociedad que tiene más de dos décadas agredida, con planes de desestabilización económica, política y sociales, con intento de golpes de Estado inclusive parlamentario, magnicidios, saqueos, destrucción, guarimbas, gobiernos paralelos, asamblea paralelas, bloqueos económicos, sanciones financieras, medidas coercitivas políticas, entre otras acciones conspirativas para derrocar por vía de fuerza el orden constitucional, socavar el estado de derecho social, de derecho y justicia.

Siendo así la situación como contexto general, veamos ahora como desembocamos con que capacidades y organizaciones arribamos a la llegada del corona virus. Tenemos conciencia de que el gasto público venía in crescendo, atendiendo las necesidades sociales, las misiones sociales se encargaban de ello, en materia de salud, educación y vivienda, hasta que la guarimba y la delincuencia urdieron sus planes de conspiraciones llevando al país ha caotizarlo mediante una guerra encubierta, destrucción de carreteras, autopistas, robos de tapa de visita, cortes de cables de teléfonos de CANTV, de cables de tv, robo de material estratégico en PDVSA, saqueo de equipos de computación de las escuelas, de las universidades, robos de equipos e insumos en los módulos de salud, alterando el modo de vida con fines de caotizar y predisponer a la población contra el Gobierno.

De manera pues; que cuando el Corona virus se hizo presente en el país, nos encontramos no solo con los problemas anteriormente enunciado, sino también con falencias de los servicios de electricidad, agua, gas, aseo, entre otros, muchas veces por no contar con repuestos, equipos importados dada las circunstancias mencionadas internacionales, por lo que el gobierno menoscabo en recursos no puede hacer frente a las necesidades sociales, hay que mencionar al respecto, el secuestro de activos en oro, empresas como Citgo, Polímeros en Colombia entre otras, como también el congelamiento de cuentas bancarias en la bancos internacionales. Pero a ello sumamos que la gestión de la revolución bolivariana no ha cuajado proyectos de la economía social, de la economía popular y socialista, ellos no se han consolidado con ligeras excepciones pero no dan respuestas a el derecho de abastecimiento de alimentos y la soberanía alimentaria, además no se ha valorado la posibilidad del aporte del campesinado, de las comunidades organizadas en respuesta al tema de abastecimiento en las ciudades garantizando el acceso a los bienes alimentarios a precios populares.

Asimismo; en la situación de emergencia sanitaria no hemos tenido capacidad de responder al derecho alimentario, estamos sujeto al capricho de la empresa privada, de los precios, de la oscilaciones del dólar, de la situación hiperinflacionaria, del deterioro del salario, de la guerra del dólar, anteriormente el gobierno chavista importaba alimentos, mas tarde le fueron cercando, impidiéndoles a las empresas foráneas comercializar alimentos a Venezuela, y hoy, ya no tenemos esa capacidad, estamos bloqueados por los Estados Unidos, apenas sobreviviendo, pese a la solidaridad del programa social de abastecimiento del Clap, éste no es regular, excepto en la Capital, donde se despliega con cierta regularidad la distribución de proteínas y carbohidratos. Mientras tanto, en el interior del país se dan muchas precariedades.

De manera pues, la situación presupuestaria del estado no ha sido holgada, ha sido precaria, se les ha cortado las fuentes de ingresos internacionales, la venta del petróleo, de materias prima, la dependencia de los ingresos en divisas por extractivismo, colocando al presupuesto de salud, educación entre otras áreas en condiciones precarias, de insubsistencias, dejando si se quiere los centros de salud populares en condiciones de desabastecimiento de mantenimiento e insumos, de carencias, lo mismo aplica en cuanto al presupuesto de las escuelas y universidades que con la caída inducida de los precios petroleros por parte del Gobierno de los Estados Unidos, ha colocado al Venezuela en dificultades, a tal punto que el personal de la administración pública subsiste con menos de cuatro dólares mensuales.

la "United States Government Accountability Office (GAO) de los Estados Unidos de acuerdo con Luis Brito, admite que: "El desempeño de la economía venezolana ha declinado continuamente por casi una década y caído abruptamente desde la imposición de una serie de sanciones por Estados Unidos que se iniciaron en 2015….Las sanciones, en particular las impuestas a la empresa petrolera estatal en 2019, seguramente contribuyeron a un declive todavía más pronunciado de la economía venezolana, fundamentalmente al limitar los ingresos de la producción petrolera.... Es el propio gobierno de Estados Unidos quien establece la relación de causalidad entre las mal llamadas "sanciones" y la destrucción de nuestra economía….. Por ejemplo, la economía declinó desde un decrecimiento del 6.2 % en su producto interno Bruto en 2015 a un decrecimiento de 35 % en 2019 y un decrecimiento de 25 % en 2020" (Brito, L. 2021).

Las medidas coercitivas unilaterales tienen amplio impacto social en la economía y el modo de vida del pueblo venezolano, siendo así, dice Brito indica que "Hablar de declives en la economía interna provocados por fuerzas externas suena muy abstracto, pero tiene efectos concretos en los Derechos Humanos de la población víctima. ….las afirmaciones de la GAO, algunas controvertibles, pero que revelan su percepción de la realidad: De acuerdo a una reciente encuesta doméstica por una universidad venezolana un estimado 96% de la población venezolana vivía en la pobreza en 2019. Adicionalmente, una afirmación del Programa de Alimentos para el Mundo de la ONU, estimó que más de 9 millones de venezolanos, aproximadamente la tercera parte de la población, carecían de acceso confiable a una cantidad suficiente de alimentos nutritivos. Sería un abrupto cambio desde 2015, cuando nuestros indicadores señalaban sólo un 4,7% de pobreza extrema. Como para llenar de orgullo a Estados Unidos y a la oposición que le obedece el haber supuestamente incrementado en menos de un quinquenio en 91,3% la pobreza de los venezolanos" (Ibídem).

El deterioro social responde a la pérdida del poder adquisitivo del salario a causa de la hiperinflación. Luis Brito señala que "Privar a un país del uso de sus medios de producción es devastarlo. Ante todo, en el campo hacendístico. Según la GAO: En 2010, la tasa de inflación era de 28.2%; hacia 2017, había alcanzado el 438%. En 2018, Venezuela experimentó la hiperinflación, que culminó en 65.374 %. Hacia 2020, la tasa de inflación disminuyó, pero siguió extremadamente alta, a 6.500%". Son cifras estimadas por el Fondo Monetario Internacional a partir de datos del Banco Central de Venezuela y por ´varios analistas de la Asamblea Nacional de Venezuela´, a quienes se supone imparciales pues no reconocen al gobierno legítimo" (Ibídem).

Es así como recibimos la pandemia del corona virus, con deterioro social, precariedades, agresiones, guerra hibridas, desmontaje de los derechos sociales y humanos conquistado en el periodo de de Gobierno de Chávez, con concentración de riqueza y brecha sociales de desigualdades del desarrollo, y a esa brecha se le suma otra, la brecha digital, dada como dice Burch de "carencias de acceso, conectividad y conocimientos" (Burch, Ob. Cit., p. 1), en resumen una sociedad en crisis, declarando su pueblo una guerra contra el pueblo en el comercio formal e informal, un "sálvese quien pueda", la guerra del dólar, de los precios, la guerra por la ganancia, todo esto dentro del plan macabro de caotizar la sociedad, de desestabilizarla y finalmente derribarla.

Estamos pues ante un conjunto de contradicciones, "un piélago de angustias" diría Bolívar, vale decir que la pandemia del covid 19 ha profundizado un conjunto de problemas para las cuales muchas sociedades indistintamente de su régimen económico y político no estaban preparadas, del lado del capitalismo neoliberal, desmantelado su sistema de salud, seguridad social, agravado por la interrupción del patrón de acumulación del capital, generando desempleo y recesión económica. Por otro lado, en el caso de Venezuela y la revolución bolivariana, el covid 19 nos encontró con una guerra hibrida, con falencias y dependencias, en particular de las tecnologías digitales a la cual en su momento, no le dimos la aplicación que le damos hoy sobre todo en educación, razón por la cual se ha acelerado el uso de "plataformas digitales" para los intercambios enseñanza-aprendizajes, la implementación del teletrabajo y un hecho a todas luces, ha dado el nacimiento a la economía digital.

Ya lo menciona Burch: "Y es que en este siglo XXI, la digitalización se ha introducido como un nuevo elemento estructurante de la economía y la sociedad, que va mucho más allá de ser una cuestión sólo de tecnología o de comunicación. Ésta va permeando y transformando cada ámbito, desde las relaciones interpersonales hasta la macroeconomía y la geopolítica, pasando por

la cultura y la esfera política" (las negritas corresponden a la autora), (Ibídem). Eso significa que el covid 19 ha impactado la sociedad, ha ido más allá de ella, de las relaciones sociales, ha permeado los espacios de la economía y la política, creando un nuevo modo de vida, una macroeconomía digital, incluso una teoría monetaria digital, ha declarado la muerte del dinero físico, sirviéndose de las transacciones digitales, del intercambio digital de bienes por dinero digital.

Finalmente nos encontramos pues ante una dicotomía de acuerdo con Burch en la que se confrontan dos modelos de desarrollo, dos formas de organización social, el capitalismo neoliberal, una el capitalismo basado en los valores extremos de la libertad, el egoísmo, la competencia que no sacrifica el patrón de acumulación ante el peligro del Sarcs Cov 2, no retrocede su dinámica de crecimiento económico por lo que el covid 19 lo ha obligado adoptar medidas de toque de queda, suspensión de garantías, represión a la población, multas, etc., inclusive el uso de tecnologías de vigilancia y la inteligencia artificial para imponer "un modelo de sociedad autoritario y tecnocrático", a la vez que frenar las protestas sociales y su propuestas.

El otro modelo, de orientación progresista y socialista, ha venido demostrando mayor capacidad para enfrentar la pandemia, basado en valores colectivos, democráticos y comunitarios, demostrando disciplina social autoconsciente, solidaridad y cooperación, capacidades ausentes en el capitalismo neoliberal, virtudes que prueban mejores posibilidades de enfrentar el covid 19, partiendo de que el gasto social en seguridad social y salud es imprescindible, es política de la sociedad la igualdad social, pero en el caso venezolano, dichas políticas se ven debilitadas por razones de la guerra hibrida, la agresión de las medidas coercitivas del Gobierno de los Estados Unidos y la Comunidad Europea en debilitar el ingreso monetario del país, todo por cuanto el país no cede soberanía nacional, no se abre a la demandas de acumulación y expansión de capital de los Estados Unidos, en consiguiente pretende demoler las barreras nacionales, el estado nacional, todo lo que se le oponga al sistema global del capital.

Por último; el sistema global del capital se plantea en Venezuela derribar las restricciones legales, las leyes soberanas, minimizar el estado nación, los derechos sociales, económicos y políticos, hacer que prevalezca la competencia, la instrumentalidad del libre mercado, el dominio de las corporaciones transnacionales, el planteamiento de que no puede haber salida de la crisis sino en el marco de capitalismo monopolista como medio para asegurar la reproducción ampliada del capital, hacia una socialización cada vez más amplia de la producción, colocando la premisa de "un gobierno mundial" bajo la hegemonía de los Estados Unidos conjuntamente con las corporaciones monopolistas trasnacional como última expresión de la ley de centralización y concentración del capital tal cual alegó Marx en el Capital para su momento respecto a la fase del desarrollo del capitalismo monopólico y Lenin desarrollara en su Libro el Imperialismo, fase superior del capitalismo.

El corona virus ha desacelerado el capitalismo mundial, su patrón de acumulación del capital está amenazado, concretamente "la expansión del capital y la globalización sin trastorno alguno", por infortunio la naturaleza se ha ensañado contra el capital. En el mundo de las relaciones de poder realmente existentes, significa ---de acuerdo con Métzáros---: la impecable justificación para que las grandes potencias (en términos de Hegel "las naciones históricas mundiales") pisoteen la soberanía –el derecho teóricamente inviolable a la autonomía y la autodeterminación–de las naciones más pequeñas, empleando cualquier pretexto que pueda ajustarse a la conveniencia de los poderosos,….Dado el sistema de combinación y subordinación existente, intensificado por la presión del capital transnacional para hacer valer sus intereses por sobre todas las aspiraciones a la autonomía nacional y la autodeterminación, la lucha de los oprimidos por su largamente negada soberanía es un paso inevitable en el proceso de la transición hacia un orden metabólico social cualitativamente diferente" (Métzáros, I., 1995: 249).

Fuentes consultadas:

1.-Burch, Sally (2021). "¿Cual futuro digital?", en ¿Quien decide nuestro futuro digital?, Revista digital de América Latina en movimiento, N° 552, abril del 2021, año 45, pp. 1-10.

2.-Brito García, L. (2021). "Medidas coercitivas unilaterales: A confesión de parte", (1), Aporrea, 15/02/2021.

3-.________________________"Medidas coercitivas unilaterales: A confesión de parte" (y 2), Aporrea, 28/02/2021.

4.-Métzáros, I. (1995). Más allá del capital. Hacia una teoría de la transición. Editado por Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia, Presidencia de la Asamblea Legislativa Plurinacional y Pasado y Presente, siglo XXI, La Paz, Bolivia.



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Alexander Kórdan Acosta R.

Economista. Magíster en Gerencia de Servicios Administrativos. Doctor en Ciencias Estratégicas para el Desarrollo. Profesor de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Instructor de Cooperativismo Comunitario.

 kordankovki@gmail.com

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