La lealtad de un soldado

El Gral. García Carneiro en los sucesos de Abril del 2002

La participación de este militar revolucionario recién fallecido, en los sucesos de abril del 2002 lo describen como lo que debe ser un militar de conciencia revolucionaria, al servicio de la Democracia del Pueblo y no un esbirro de las cúpulas, como resultaron ser aquellos que intentaron con la colaboración del imperialismo acabar con el gobierno del Comandante presidente, en aquellos días de 11 de abril.

Los que sentimos este proceso revolucionario que se vive en Venezuela desde el año de 1999 a pesar de sus desaciertos y fallas, los que tenemos la certeza que el mejor sistema de gobierno debe estar enmarcado en el Socialismo y no en los gobiernos de las elites, no podemos dejar de reconocer la participación de García Carneiro en este hecho que es uno de los acontecimientos más importantes en la historia contemporánea de nuestra Patria.

Recordemos que este militar caraqueño, de extracción humilde; de la parroquia El Valle; fue en esa fecha Comandante de la Tercera División de Infantería y Jefe del Estado Mayor de la Guarnición Militar de Caracas en donde demostró con creces lo que él en su libro lo describió con Conciencia de Lealtad.

Para entrar en la actuación de este soldado de la Patria, recordemos que la mayoría de los altos mandos castrenses estaban en la intentona, en donde participaba la oligarquía, los viejos y nuevos partidos de la oposición, la curia; como siempre inclinados a los intereses de las cúpulas; los dueños de los medios y por detrás como en todas las épocas recientes el imperialismo yanqui.

García Carneiro conoció a Hugo Chávez en el año de 1971 en la Academia Militar de Venezuela el primer día cuando los recibieron, participó junto a él en curso de paracaidismo, graduándose el caraqueño en la rama de Infantería y Chávez en la especialidad de Comunicaciones.

Pertenecieron ambos a la Promoción Simón Bolívar.

En los primeros años de gobierno de Hugo Chávez, 2000 y 2002, cuando se quisieron acelerar cambios en la sociedad venezolana y como es de imaginarse, eso prendería las alarmas en el imperio gringo y sus lacayos, produciéndose marchas y protestas, además del bombardeo inmisericorde de los medios contra la Revolución acusándola de cómplice de la guerrilla colombiana y usando la satanización del Comandante Fidel Castro y la República de Cuba.

Los paros y huelgas estaban al día, con la intención de crear un clima de inestabilidad que los medios se encargaban de difundir para de esta manera poder justificar cualquier acción en contra del gobierno.

Para inicios del año 2002 el panorama que se presentaba era bastante oscuro, la injerencia norteamericana junto a su lacayos hacían el trabajo de penetración dentro de las Fuerzas Armadas y así se comienza a preparar el golpe fascista del 11 y 12 de abril.

En el excelente libro "Abril sin Censura" de Germán Sánchez Otero en sus primeras páginas el ex embajador de Cuba en nuestro país; además de un gran amigo del gobierno y del movimiento revolucionario; narra como se fue gestando el golpe y como Luis Miquelena quien era Ministro de Interior y Justicia, se comenzó a voltear aduciendo la imposibilidad de que en Venezuela se comenzase una revolución y su gran preocupación por la Ley Habilitante que lesionaban los intereses de las cúpulas oligárquicas, que como siempre están a espaldas del pueblo.

Amargaba a esos sectores excluyentes la Ley Habilitante que le concedía a Chávez facultades legislativas y el año anterior se aprobaron 49 leyes que irritan a las cúpulas pudientes y a los Estados Unidos.

Las leyes que más les angustiaba era la de Tierras y Desarrollo Agrario, Pesca y Acuicultura y la de Hidrocarburos y la campaña en contra de esas leyes y del gobierno revolucionario fue apoteósica, utilizando todos los recursos con que contaban a nivel comunicacional para hacer sentir al venezolano que le iban a quitar su "democracia", para sumergir al país en una feroz dictadura comunista, el coco comunista, añejado con la feroz y satánica dictadura castrista cubana.

Usaron de todo, como sería que hasta la acusación que Chávez se bañaba con sangre de niños y de elefantes traídos de África, ritos de los babalaos cubanos, difundido este rumor por beatas que encabezaban procesiones con las Vírgenes y los grupos más atrasados de las más retrogradas e ignorantes iglesias evangélicas, que no han cesado con este rumor estúpido, solamente creído por personas de muy poca capacidad intelectual y mental.

El imperio le preocupaba los viajes de Chávez a los países de la OPEP para conciliar a sus miembros y buscar alejarlos del poder hegemónico de los norteamericanos.

Los programas sociales y económicos que el Comandante Presidente planeaba era lógico que dependiesen en gran medida de los ingresos del petroleo y la cúpula de PDVSA se opone a los cambios junto a los ya nombrados y a FEDECAMARA y la CTV.

Al Presidente no le queda más remedio que despedir la gerencia alta de PDVSA que protestaba por una "supuesta" politización de la compañía petrolera y nombra una nueva directiva.

Pero entrando a la participación de García Carneiro en defensa de la Revolución Bolivariana podemos decir que en declaraciones dadas a los autores del libro "Chávez Nuestro" de Rosa Miriam Elizalde y Luis Báez el caraqueño leal cuenta que el 10 de abril se reunieron que se reunieron el Ministro de Defensa de la época; el recordado José Vicente Rangel; el Inspector General de la Fuerza Armada, Gral. Lucas Rincón, el Comandante del Comando Unificado de las Fuerza Armada Nacional (CUFAN), el Gral. Manuel Rosendo, el Comandante General del Ejército; Gral Efrain Vázquez Velasco y García Carneiro. La reunión tenía el fin de tratar sobre la marcha opositora que se realizaría desde el parque del Este hasta Chuao.

No tardarían los generales genuflexos al imperio en pronunciarse y sale el Gral. Néstor González González que había sido Comandante de las Escuelas del Ejército señalando que no obedecerá más al Presidente Chávez.

Ya para ese momento Vásquez Velasco y el gordo Rosendo bailaban a la musica que les tocaban los yanquis y se les veía que estaban a favor del golpe que se avecinaba.

En su libro "la Conciencia de la Lealtad" el Gral. García Carneiro que a finales del mes de marzo había recibido una orden para que ejecutara un ejercicio de puesto de comando desde el 5 al 18 de abril a movilizarse hacia la ciudad de El Vigía en el estado Mérida a unos 600 kilómetros de Caracas. Esta orden provenía de Vázquez Velasco.

Era absurdo que en una situación tan difícil de polarización que se estaba viviendo en Venezuela se le exigiera a una unidad tan importante que saliera de la ciudad. Él no era de confianza de los golpistas ni de la misión militar gringa.

García Carneiro señaló en su libro que debido a esta situación había acudido al Inspector General de las Fuerzas Armadas, Gral. Lucas Rincón y le dio la autorización para quedarse en Caracas.

Debido a estos acontecimientos ya para el 11 de abril empezamos a realizar los preparativos y contactos con los diferentes oficiales de los Comandos de batallones que se encontraban en el Fuerte Tiuna que tenían la misión del Plan Ávila, que como sabemos era un plan para proteger la capital de disturbios.

Ya en la mañana de ese 11 de abril el jefe de la 31 Brigada adscrito a la Tercera División de Infantería de la cual era jefe García Carneiro ordena preparar 2.500 soldados pero el traidor de Vázquez Velasquez ordena que mande a guardar a las tropas.

Le dice que ya el Presidente Chávez ha perdido la calle y había que tener cuidado en sacar las tropas. Al final Silva se reúne con el Gral. García Carneiro e informa que le están insistiendo en plegarse al golpismo pero él se opuso.

Los dos generales deciden alertar a las unidades sobre lo que está por venir, pasan las horas y comienzan a llegar noticias sobre lo que se esta dando por parte de los golpistas. En la alcabala 1, que se encuentra situada en los Próceres, por parte de la Compañía de Seguridad del IPSA y en la alcabala 3 que se encuentra en la salida de Fuerte Tiuna y la alcabala 5 ubicada en la bajada de Tazón han sido tomadas arbitrariamente.

Siguen llegando noticias de como los militares golpistas, unidos con la Policía del municipio Chacao toman la alcabala 1 con la dirección de un General de nombre Martinez Vidal, que era Comandante Logistico del Ejército que tenía a su cargo 5 batallones que no se plegaron al golpe.

El Gral. López Hidalgo, cuenta Carneiro, lo llama para preguntar por unos vehículos del Fuerte Guaicaipuro y por otro grupo del 314 Grupo de Artillería de Campaña Ayacucho. Quería saber si eran leales al gobierno y este le responde que están preparados como reserva del Plan Ávila.

Acercándose las tres de la tarde se les informa que el Gral traidor Vázquez Velasco se encuentra reunido con un grupo de generales que estarían a favor del golpe. A esa hora ya la marcha opositora se dirige a el centro de Caracas, desviada hacía Miraflores donde se encontraban los miles de seguidores del gobierno.

Hay que destacar que los líderes de la marcha, ya se habián apartado la concentración, a sabiendas de la violencia que se avecinaba.

En el libro "Chávez Nuestro" confiesa que que José Vicente Rangel llama a Marcel Granier y Alberto Federico Ravel para que desvíen la marcha opositora para evitar la violencia, pero hacen oídos sordos a la rogativa de Rangel.

El Ministro de la Defensa pide a Lucas Rincón que haga un pronunciamiento como Inspector General a la tranquilidad del país. La traición de Vásquez Velasquez ya es demasiado abierta, que en ese momento se esconde en el baño. Una actitud cobarde muy típica de estos espécimen.

Ya habían más de 100 oficiales de alto rango comprometidos en la intentona, pero los únicos que contaban con tropas eran el Comandante del Ejército y el Segundo Comandante de apellido Ruiz Guzmán.

A los pocos minutos el Gral. García oye al Presidente Chávez tratando de comunicarse con el obeso Rosendo por radio, pero no responde. Oyendo esto se comunica con Chávez y le dice que tiene preparado el Plan Ávila y este le indica que envié solamente 20 tanques para la seguridad del Palacio.

Cuando el militar caraqueño intenta coordinar los preparativos para enviar los tanques hacía Miraflores, se aparece otro de los traidores, el Gral. Andrés Gonzalez Cárdenas intentando detener la movilización de los tanques.

García Carneiro cuando le pregunta que va hacer con los tanques le responde que si cree que van a desfilar, que recordara para que eran los tanques. El esbirro se retira.

Comienzan a enviarle mensajeros para tratar de convencerlo de que se una al golpe. Entre los enviados esta el Gral. Carneiro Campos que se le acerca.

Le responde:

¡No vas a convencerme! Yo estoy bien claro con el compromiso que tengo con mi país y con el líder de la Revolución Hugo Chávez. Así es que, si tu crees que con tus palabras vas a convencerme de dejar mi posición, no lo vas a lograr . ¡Yo no me quiero calar cuarenta años más de gobiernos adecos y copeyanos! Así que vete de aquí para otro lado.

Eso lo narra en el libro mencionado, que es un retrato de lo que paso en esos días tragicos.

Lo llaman de Ministerio de la Defensa y le informan que se trasladaran en un helicóptero a Miraflores donde el Presidente haría un pronunciamiento. Lo acompañarían el Almirante Sierraalta Zavarce. El Gral. Belisario Landis, el gordo Rosendo . Ellos planeaban decirle a Chávez que todo estaba perdido refiriéndole ya el numero de las fuerzas que ya estaban alzadas y que era mejor que renunciara.

García Carneiro se siente que no debe estar allí mientras esperan que el Presidente los reciba, él no pertenecía al Alto Mando y quería estar donde se encontraba la tropa y le pide a Lucas Rincón permiso para retirarse y se lo conceden.

Él temía ser detenido ya que no había sido genuflexo con los golpistas del Alto Mando, reinaba un caos cuando llego a las alcabalas de esta instalación militar, pasa sin problemas. Anteriormente logro detener a varios oficiales alzados que habían tomado las alcabalas 1 y 3 y la alcabala de la UNEFA.

Detuvo a tres capitanes y al regresar se dirigió a conversar con los detenidos. Dos horas después tratan de detenerlo a él.

Los tanques antes de llegar a Miraflores fueron regresados por un comandante golpista que recibió ordenes de parte del traidor de Vásquez Velasco. Ya se tejía la información de que si Chávez no renunciaba y se rendía, bombardearían Miraflores.

Al Gral García Carneiro lo ordena el Gral. Luis Castillo Castro detener, se acerca con el Cnel. Estrubel con un grupo de efectivos de tropa, pero este saca su arma de reglamento y le dice al esbirro que esta dispuesto a todo, pero que no se dejara detener.

Amenaza con dispararle al vendido y como este se raja, aprovecha para tomar un carro y junto al Cnel. Gregorio Montilla Pantoja se dirigen a Miraflores.

Como el túnel hacía el Paraíso está trancado por los golpistas y la policía municipal, se dirigen hacía el edificio de la DISIP, pero los golpistas ya habían tomado el lugar y tenían detenido a su jefe que era el Capitán Carlos Aguilera, pero este con gran astucia indico que lo habían ido a buscarlo para llevárselo preso a Fuerte Tiuna y empiezan dar vueltas por Caracas mientras estudian la situación, sin saber que determinación tomar, no sabían quienes eran los amigos y quien los enemigos.

Como a las doce o una de la mañana lo llama para que se presentara en la Comandancia el Cnel. Granadillo y le dice que no habrá represalias. Se dirigen allí donde se encuentran todo el Alto Mando golpistas y traidores y lo encierran en el baño del Comandante.

Al rato se le acerca otro de los traidores; el Gral. Enrique Medina Gómez; agregado militar de Venezuela en los Estados Unidos, que acababa de llegar de ese país enemigo. Le explica los alcances del golpe y señala que esto se tenía mucho tiempo planificando.

García Carneiro entiende que el plan esta muy bien preparado y que tenía en sus planes una matazón de civiles para justificar el golpe y asume una actitud pasiva , que le convenía para bajar las sospechas en su contra.

Llegaron dos Generales traidores; Vázquez Velasco y Henry Lugo Peña; ya en el despacho del Comandante se encuentra el títere de Carmona Estanga. Como estas dos "joyas" no ven en el militar caraqueño, ninguna actitud en contra lo dejan tranquilo y eso hace que pueda escaparse.

Lo más ridículo y triste era que Carmona se encontraba sentado en el escritorio del Comandante y alrededor lleno de generalotes traidores, riéndose y echando cuentos como si nada estuviera pasando. Esto es lo que retrata lo lambe c.... de esta plaga de vendidos.

La botellas de Whisky engalanan la reunión de celebración, un triste imagen de lo que son estos sectores reaccionarios. Se encontraban los agregados militares de México y Ecuador.

En esta reunión de "bellezas" no podían faltar los directores de orquestas; como siempre no brillaban por su ausencia la presencia de dos militares gringos, dirigiendo el baile.

Eran el Tcnel. James Rodgers y Cnel. Ronald Mc Camon.

Los golpistas trataban de hacer que el Presidente firme la renuncia y para eso es encomendado el Gral. Eliécer Hurtado Sucre, quien intentara buscar la forma constitucional de como Chávez lo sacarían del poder.

Ya se conoce lo que aconteció esa noche cuando los golpistas trataron de hacer renunciar al Comandante Presidente.

Los golpistas pedían que el Presidente fuese juzgado de una vez , ya eran las tres de la mañana y puede retirarse sin ser detenido, pero antes le advierte a el Gral.Martinez Vidal que es un error lo que están haciendo ya que no tomán en cuenta el arrastre del Presidente y la simpatía con la que cuenta.

A las seis de la mañana va a Fuerte Tiuna y se dirige a la Tercera División, la cual había asumido el mando el Gral. Lameda Hernández, que era Coronel. Este le advierte que lo quieren detener, además de decirle que a pesar de los ofrecimientos que le han realizado los golpistas no le interesa.

Pasan las horas y comienzan a llegar las informaciones de los que son leales, no saben que el Presidente esta detenido en las dependencias de la Policía Militar . En la tarde se produce "la ridícula juramentación" del títere, con su consabida frase ¡Pedro te queremos! de los sectores más recalcitrantes y apartados del pueblo que pudieran existir en ese tiempo en Venezuela.

Esa noche Carmona con su cara ratonil nombra el alto mando militar, nombra como Comandante del Ejército a Lugo Peña, dejando con los crespos hechos Medina Gómez y a Vázquez Velasco.

Como esa joyita estaba muy molesto por haber quedado como la guayabera, los oficiales de Fuerte Tiuna llamaron a los golpistas para que les mostraran la renuncia del Presidente y se pronuncian por la eliminación de todos los poderes, que con cara de "machote" leyó el Daniel Romero, que después termino llorando abrazado a la poceta de un baño donde lo encerraron al defenestrar el golpe.

Vásquez Velasco con la arrechera que tenía porque lo había dejado afuera, recibe con agrado la llamada de varios comandantes para reunirse al día siguiente.

Ese día el pueblo comenzó a reunirse a las afueras de Miraflores y los militares leales les llega la información de que Chávez esta preso en Turiamo. También se conoce que la Brigada de Paracaidistas no acepta al "ratonil" de Carmona.

A las once de esa mañana el Gral. García Carneiro recibe una llamada del Comandante del Regimiento de la Guardia de Honor, el Cnel. Jesús Morao Cardona, que le dice que no esta de acuerdo con lo que pasa y se pone a sus ordenes.

García le pide que tome el Palacio de Miraflores, meta preso a los golpistas realizando el plan de defensa. Toman el Palacio, pero Carmona logra escaparse, dirigiéndose a Fuerte Tiuna.

El Regimiento de la Guardia de Honor toma el Palacio de Miraflores y detienen a los miembros de la unida de Operaciones Especiales de la Armada que protegían al golpismo por mandato de el Contraalmirante Molina Tamayo.

A la una de la tarde se produce la reunión que estaba planeada, en donde se participa la necesidad de reconocer la Constitución que el pueblo esta dispuesto a defender, demostrando con el escandalo que realizan la gran cantidad de gente desde las alcabalas, golpean las barandas con palos y el ruido es ensordecedor.

Viendo esa reacción popular renuncia el ministro de la defensa de facto Héctor Ramirez Pérez aduciendo que no quiere ser cómplice de una matazón.

Los golpistas insisten que Chávez renunció y como se ven acorralados por los Comandantes que les critican la eliminación de los poderes, deciden hacer otro documento donde mantienen al "dictador" Carmona pero se comprometen en seguir con los programas sociales a favor del pueblo.

García Carneiro toma el panfleto y borra lo que ve absurdo. Se oye el ruido que hace afuera el pueblo reclamando a su Presidente, como el traidor había salido, deciden llamarlo y le ponen en su nariz un nuevo documento que si están de acuerdo los Comandantes, que es la que Vásquez tiene que leer ante los medios, como han tumbado la señal, por medio de una llamada se comunican con CNN Atlanta y reconoce la Constitución y se habla de restablecer la normalidad.

Cuando uno revisa los textos "Abril sin Censura" de Germán Sánchez Otero, "La Conciencia de la Lealtad" de García Carneiro, "Chávez Nuestro" de Rosa Miriam Elizalde y Luis Báez, nota el compromiso con el pueblo que tuvieron estos militares patriotas, que se enfrentaron contra los vende patria de las oligarquías empresariales, de los medios, de la Iglesia Católica y del Alto Mando Militar.

Dignos hijos de Bolívar resultaron estos militares que junto al pueblo recuperaron el hilo constitucional roto por el imperio yanqui y sus cipayos, todo ellos dirigidos por García Carneiro y un grupo de militares patriotas.

Este soldado revolucionario había tachado lo de Carmona Presidente y Vázquez como estaba bastante asustado no se dio cuenta.

García dijo que la Fuerza Armada desconocía el golpe y al gobierno golpista y que lucharían para que el verdadero Presidente que era Chávez, volviera al Poder.

Carmona con los generales golpistas se encontraban en el Ministerio de la Defensa y el caraqueño ordena que sean detenidos, orden que cumplen con gran responsabilidad el Cnel. Mantilla Pantojas, el Cnel. Granadillo y otro generales que eran Martinez Mendoza, Chaparro Espinoza.

Los detienen, entre los presos se encuentran los traidores Alfonso Martinez, Guaicaipuro Lameda, Comiso Urdaneta, el gordo Rosendo, Molina Tamayo entre otros, para no nombrar a toda esa cuerda de vendidos.

Es allí donde en "La Revolución No Será Trasmitida", excelente documental sobre los hechos del golpe, graban al frustrado Procurador de la República Daniel Romero llorando como una Magdalena abrazado casi a una poceta. ¡Bueno el miedo es libre!

Carmona también estaba bastante asustado y cuando le participan que será detenido pregunta las razones y el oficial del Batallón Caracas le dice lacónico que por violación de la Constitución.

Mientras esto ocurre el pueblo de Caracas sale a las calles a protestar, trancan las calles, quemán cauchos y la represión de la Policia Metropolitana se deja sentir con la misma furia del 11 de abril. Rodeando el palacio de Miraflores se encuentra una multitud que grita:

¡Queremos a Chávez! ¡Queremos a Chávez!

Ese sentimiento no solamente recorre las calles capitalinas, en varios estados de Venezuela, comienza a alentarse un sentimiento de patriotismo y defensa de la Revolución.

Nacería esa unión del pueblo con sus Fuerzas Armadas, que haría el Proceso Bolivariano indestructible.

Esa unión cívica-militar se mantendría incólume y sortearía hasta el día de hoy cualquier intención de repetir los hechos aciagos de aquel abril del 2002.

García Carneiro se encontraba muy orgullosos de contar con oficiales subalternos y soldados de tan alta calidad patriótica.

Con el apoyo de los Comandantes Patriotas decide tomar la entrada de la alcabala 3, en Coche, donde se encontraban una gran cantidad de gente que pedían la vuelta del Comandante Presidente.

En el libro de su autoría cuenta que por la poca información que existía en el país debido al cerco de los medios de comunicación, había producido una gran incertidumbre en la población presente y amenazaban con cruzar los limites de acceso al Fuerte Tiuna.

El militar patriota decide subirse con un megáfono en un tanque Dragón 300 y dirigirse al "Glorioso Pueblo de Caracas"; como él mismo expresa en su libro.

Con el carisma que ese día empezaría a derramar en su pueblo, les explicó la verdad de lo que estaba ocurriendo. Reconoció que se estaba produciendo un golpe de Estado, pero que el Ejército venezolano no lo aceptaban y las guarniciones militares estaban con Chávez.

Anunció que el Presidente no estaba en Fuerte Tiuna, no conocían su paradero y les pidió que se quedaran en la calle. Soldándose con un poder inquebrantable desde ese momento la unión Cívico Militar.

La gente se calmó, pero continuaron gritando aquella consigna que todavía es vigente cuando nos referimos al gran legado que nos dejó el Comandante de esta Revolución:

¡Uh, ah, Chávez no se va! ¡Uh, ah, Chávez no se va!

A los minutos se restablece la señal de VTV. Él envía un mensaje al Gral. Arrieta Avirla anunciándole que Fuerte Tiuna estaba en manos leales a la Constitución y las leyes, además que las guarniciones del país estaban en manos patriotas.

Después se monta en la plataforma de la entrada de la alcabala 3, el Ministro Merentes, el Gral. Wilfredo Silva, el Cnel. Virgilio Lameda, la Diputada Iris Varela y su persona dirigiéndose al pueblo.

Desde allí ordena a los Generales Martinez Mendoza, Chaparro Espinoza y a los Coroneles Montilla Pantojas y Granadillo Perozo que se dirijan al Ministerio de la Defensa y les anuncien a los golpistas apresados que el pueblo clama por su Presidente.

García Carneiro anuncia al pueblo que ya los golpistas están detenidos, produciéndose una gran algarabía en el pueblo que él describe en su libro como "Eso vivido es algo único en la vida".

Llamo a José Vicente Rangel y le anunció la captura de los golpistas y de Carmona, luego sube a la tarima y se dirige al pueblo, diciéndole la valentía que tenía la gente al pedir la presencia del Presidente.

El pueblo se había volcado a la calle y ya se había ido enterando sobre el rescate del Presidente Chávez.

El militar caraqueño se dedica a comunicarse con los Comandantes de Táchira, Carúpano, Zulia, Aragua, Carabobo para trasmitirles la misma información.

Ya los acontecimientos que se produjeron en las siguientes horas y días es otro tema, pero debemos reconocer la frase que tanto le gustaba decir al Comandante Chávez:

"Un General con tropa es un gran Comandante, pero un General con tropa y pueblo detrás de él, simplemente es un Comandante invencible".

¡Honor y Gloria para tí, General del Pueblo, García Carneiro!



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José Rosario Araujo


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