Carlos Lanz, la bancarrota de un revolucionario de "izquierda"

En verdad cuando vino a Guayana con el equipo de Víctor Álvarez al Ministerio de Empresas Básicas y Minería (MIBAM), me cree falsas expectativas, hasta el punto de llegar a decir que por fin había llegado la “revolución de izquierda” a Guayana y le vi contadas las horas a la macoya Leopoldosucristafigarelista que todavía medra en la CVG y es el principal factor de atraso revolucionario en el Estado Bolívar. Inmediatamente me fui a ALCASA y me le puse a la orden y lo que escuche de el fue un “Hay trabajo, lo que no hay es empleo”, muy típico de los izquierdistas en este país cuando se acomodan; ya Ali Primera lo anunciaba en su canción panfletaria: “El que llena la barriga se olvida del que no come.”. Hablan de comunismo y socialismo que significa comunión, colectivización, pero lo de ellos es de ellos; son tan egoístas como los capitalistas quizás por ello nunca tuvieron fuerza de pueblo en este país; el soberano no veía la diferencia entre ellos y AD-COPEI.

No obstante la respuesta repulsiva del líder izquierdista y ex-comandante guerrillero, le hice seguimiento cercano al proceso de co-gestión que impulsaba en ALCASA y lo apoye política y moralmente, ya que era y es mejor la co-gestión, como paso previo a la auto-gestión que las ganas de ser socio accionista-capitalista, el aburguesamiento (Mental) de los trabajadores y las cláusula de productividad y meritocracia para complacer las ínfulas de una aristocracia obrera como dijera Lenin.

Vi como los trabajadores por departamento nombraron en asamblea a sus gerentes y vi como la empresa del aluminio del Caroní recuperó la producción y con ello se recuperó económicamente y vi también como se desarrollo una democracia interna única entre los trabajadores de esa factoría del aluminio.

Pero también vi como no supo defender esas conquistas, como un equipo jurídico de derecha y que tiene sembrado entre ceja y ceja la Constitución del 61, le dijo que la co-gestión no era legal que violaba el código de comercio y los estatutos y hasta la constitución del 99 y por ello no podía votar a los viejos gerentes leopoldosucristasfigalistas y rangelgomecista, improductivos e incompetentes; entonces vi como el remedio fue peor que la enfermedad; una masa obrera produciendo entusiastamente y creando porque se sentía co-dueña de la fabrica, pero cobrando como obreros, por un lado, y por el otro, una pleyade de gerentes que habían quedado fuera de la producción por no ser reelectos por los trabajadores pero eran los que salían “buchones”.

En realidad si dio ese paso de implantar la co-gestión, que ya era algo subversivo, debió dar los pasos siguientes; y los siguientes pasos eran romper con las estructuras jurídicas (Legales y reglamentarias) de la IV Republica que atentaban contra la toma de la fabrica por los trabajadores, ello incluía buscar una ley que legalizara la co-gestión con acciones de fabrica y de calle y buscando el apoyo obrero nacional y del gobierno bolivariano.

Pero se quedó ahí, aceptando las recetas jurídicas de unos Abogados cuartorepublicanos de mentalidad (Aunque se ponen boina roja en las marchas) que le decían que nada que fuese revolucionario “se podía hacer” porque es ilegal. Después vino la contraofensiva de la aristocracia obrera cevegista (Sindicaleros y “gerentes” que actúan en comandita) que empezó a bloquearlo por todos los lados hasta lograr doblegarlo de la peor manera.

Siempre me pregunte de cómo iba a sobrevivir en una empresa relativamente pequeña como ALCASA, si estaba rodeado de escuálidos y cuartorepublicanos y el sector sindical no esta claro ideológicamente; claro esa pregunta se la hace un revolucionario pensando que el otro también es un revolucionario, no sabía que venía era para quedarse como “gerente” y ese será su fin.

LA CLAUSULA DE MERITOCRACIA ES EL RECONICIMIENTO DEL ABURGUESAMIENTO OBRERO.

En verdad jamás me imaginé que el “Profesor” Carlos Lanz, quien ha venido planteando la reducción de la jornada de trabajo con miras a darle mayor oportunidad de trabajo a trabajadores desempleados y hacer lograr que el trabajador fijo tenga mas horas libres para el ocio, el estudio o la participación política; hoy se restee “con los trabajadores” por la cláusula de la meritocracia que implica que los operarios se sacrifiquen mas en sus maquinas a fin de ganar mas dinero, trabajando hasta 16 horas diaria (Doble turno), con miras a reducir costos en personal y aumentar la producción; a no faltar ni un día al trabajo y hasta trabajar en días de descanso, para ganar mas dinero. Esa cláusula de meritocracia quien debía plantearla son los patrones (Tampoco porque es el estado bolivariano revolucionario), a quienes les conviene y no los dirigentes sindicales y el “gerente revolucionario” que mas bien deberían educar al trabajador en el sentido de descansar y no agotarse y permitir ampliar las nominas para que entren nuevos empleados y reducir el desempleo en la zona que es bastante.

Esta cláusula de meritocracia ha desatado toda una jauría en las otras empresas del aluminio, en donde acusan a Carlos Lanz de aumentárselas a los de ALCASA y ellos los de VENALUM y BAUXILUM, también quieren su meritocracia porque también quieren ser más explotados y ganar más.

Es verdad que al profesor revolucionario quieren rasparlo de ALCASA, la macoya leopoldosucrista y rangelgomecista, y no lo han logrado porque su co-gestión ha logrado aumentar la productividad y cuenta con el apoyo de los trabajadores; pero ¿ese apoyo es a cuenta de qué?

A cuenta de haber jugado al populismo obrero a ceder ante el sector atrasado de los trabajadores, el haber abandonado los principios que pregona, prácticamente por conservar el puesto de gerente.

En realidad a Carlos Lanz se lo tragó una empresa pequeña como ALCASA no se supo desenvolver allí como revolucionario, no quiso hacer equipo revolucionario, prefirió dejar allí a todos los cuartorepublicanos que hoy lo pierden (en verdad perdió el rumbo) quizás para no buscar conflictos, pero la lucha de clase es eso hermano, conflicto, y tarde o temprano la derecha si tu no la liquidas, ella te liquida, así de sencillo es la dialéctica, sin mucha filosofía y muy practica profesor.

Carlos Lanz podrá gozar de mucha simpatía entre los trabajadores, sobretodo un grupo que quiere ser rico, auto explotándose, que no es un equipo de vanguardia y no sirve para hacer la revolución bolivariana revolucionaria y menos socialista que buscamos; pero como revolucionario de izquierda quedó en bancarrota, se lo tragó y lo perdió la diminuta ALCASA.


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Francisco Sierra Corrales


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