Me he atrevido a escribir este artículo titulado "la verdad o la nada", para referirme específicamente a los que se hacen llamar "revolucionarios", o "rojos rojitos" por el único accidentado motivo de estar ocupando importantes espacios o cargos dentro de la Revolución Bolivariana. Desde 1998 cuando Chávez ganó las primeras elecciones presidenciales, asumiendo el poder el dos de febrero de 1999 hemos visto correr muchas aguas por debajo del puente, agas no bien tratadas para el consumo humano.
Con el correr de esas aguas por debajo del puente hemos visto como han naufragado falsos revolucionarios, que incluso estuvieron a la sombra del comandante Chávez, que le hablaban al oído y eran sus confidentes más cercanos. "Leales siempre, traidores nunca". Quién ha traicionado este slogan muy en boga de Chávez y Maduro. Desde comienzos del Gobierno de Chávez muchos de sus compañeros se fueron quedando en el camino. Lo traicionaron y se fueron entregando a los intereses imperiales. No solo traicionaron a Chávez sino también a la Patria, a los sueños de Bolívar y del Arañero de Barinas.
Hoy sabemos de muchos "revolucionarios" que están ocupando altas posiciones disfrazados de chavistas, que ocupan los cargos y sus altas embestiduras para hacer negocios personales y robarse el herario público, afectando al pueblo de a pie porque no les llega las medicinas que deberían de suministrarle en los centros de salud y asistencia social, como lo establece el artículo 83 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Nos dule como corren esas podredumbres aguas por debajo del puente, no por sus aguas sino por el inmenso daño que aterradamente van dejando a su paso, matando el sueño de un pueblo que aún tiene esperanza en esta Revolución, en el legado de Chávez y el inmenso sacrificio demostrado por Nicolás Maduros para darle respuesta a un pueblo.
Nos complace que las autoridades del Partido Socialista Unido de Venezuela haya convocado a su militancia para que participe este sábado en asambleas, para postular las estructuras parroquiales, municipales y regionales del PSUV, donde deberían de salir los hombres y mujeres comprometidos y comprometidas con la Patria, con Chávez y con la Revolución. Considero que este será un acto histórico porque la militancia revolucionaría tendrá la gran oportunidad de pasarle factura a esos falsos dirigentes, que lo que han venido haciendo es servise de la Revolución y lejos de demostrar que son unos genuinos servidores públicos, convirtiéndose en la práctica en la nada que al final correran como las aguas putrefactas por debajo del puente.