A propósito de ser chavistas y revolucionarios

"Nos estamos mirando mucho el ombligo"

La revolución venezolana ha sido fundamentalmente bolivariana y ha aglutinado a millones de venezolanos y venezolanas en torno al líder indiscutible e inobjetable, sin el no habríamos llegado a despertar al pueblo de sus verdaderos enemigos históricos y mucho menos se hubiera alcanzado el nivel de conciencia sobre lo que ocurría en tiempos de la cuarta república, así, como no se hubiera conocido el verdadero estandarte de la lucha liberadora del Libertador; esto fue parte de la que podríamos llamar la primera etapa del proceso de transformaciones severamente reforzada por la Constitución del año 99.

Indudablemente que la actividad gubernamental contra la exclusión y oferta de acceso a bienes, servicios y participación a través del trabajo propio en la orquestación de su propio destino a través de cooperativas, empresas de producción social y otras formas de organización que garantizaron ese apoyo solidario y combativo, no solo se trató de un mensaje sino de la incorporación de miles y miles de ciudadanas y ciudadanos en la rectoría de una nueva forma de vida, he allí la esencia floreciente de los principios de la revolución venezolana y bolivariana. La Constitución definió de manera clara e ininteligible el hacia donde era el rumbo y se constituyó en el libro para la acción y la reacción.

No obstante, había que profundizar el proceso y deslindar las cosas, entonces surge la Ley Habilitante que otorgó poderes especiales para legislar en materias definidas y concretas como la Ley de Tierras, de pesca, etc que introdujeron otra definición del hacia donde se quería ir, el impacto fue tal que se convirtió en el punto de rompimiento con las otrora clases dominantes que se abocaron a deslegitimar y conspirar porque comenzaron a sentir que la cosa era en serio, de inmediato no se hicieron esperar y declararon la huelga general, el golpe de Estado y el sabotaje petrolero, más las guarimbas callejeras. Estuvimos sumergidos en una lucha de clases sin declaración bajo acta que continúa hasta hoy, precisamente de eso se trata todo lo que está ocurriendo, de tal manera que esta lucha produce separaciones y es el eje motor de todo lo que acontece, no podemos engañarnos, ésta produce decantaciones y nuevas definiciones a partir de las nacionalizaciones e identificación con los ideales socialistas, amén del nuevo proceso habilitante que prevé reformas importantes en el texto constitucional.

Es la hora de un solo camino y una nueva estrategia, es la hora de la lucha entre el espíritu burgués que nos carcome y tenemos internalizado, producto de años y años de alienación y apropiación de conductas y visiones propias del capitalismo como sistema y la hora del planteamiento socialista dirigido a rescatar la vida como estamento espiritual, de la equidad, de la solidaridad, de la soberanía política y económica, de la creación de un nuevo hombre y mujer, del rechazo a las banalidades superfluas y de la vida cómoda en busca del tan deseado éxito a partir de lo que sea. Cuando nos referimos al espíritu burgués lo ubicamos en todas las clases sociales, es la señal del concepto sistémico capitalista de bienestar, de ascenso social, de los gustos por lo que se ve en la televisión y el cine, del uso de la tecnología, de la moda, de los concursos de belleza, del tener vehículo como competencia y colocación en la escala de valores creada artificialmente.

Expresiones de toda índole inundan la mente, tengo derecho a vivir mejor, a estudiar, ser profesional y poder mudarme, acá se confunden ideales de bienestar barato y los ideales materialistas de la vida misma, podríamos decir que es humano el querer vivir mejor y esto no es criticable, solo que en función de que y para que concebimos otra mejor vida, que no excluya a las grandes mayorías, por ejemplo cuando el presidente dice: hay que crear una gran clase media, expresa sentimientos de igualdad en contraposición con el individualismo y el egoísmo, como aquello de alcanzarlo sin importarme lo que pasa con los demás.

Uno de los mayores errores de la izquierda en todas partes del mundo, fue la exclusiva posición de pasar el tiempo mirando su propio ombligo, allí consumió la perdida de objetivos y metas, el traslado inapropiado de políticas vulnerables ante el ataque sistémico de la época. Arreglando la casa fue la distracción por excelencia y la perdida de la creación y adaptación a la realidad circundante, cayendo en cuanta provocación generaba el enemigo, se perdió el momento histórico de aquella guerra y en consecuencia la oportunidad de evitar el proceso de encantamiento a que se sometió a la población, estamos hablando de varias generaciones cuyos resultados los vemos hoy en cada rincón del país.

La proporción 60-40 no tendría razón de ser y existir y nos preguntamos de ese 60% por colocar una cifra redonda, cuanto corresponde a las clases media y pobre, digamos que un alto porcentaje, que ha pasado que el mensaje no les ha llegado, sencillamente por lo que explicamos anteriormente, que se ha hecho desde el año 99 hasta la fecha muy poco. Muchos son los errores cometidos entre ellos, no haberle otorgado la suficiente importancia al tema ideológico, haber mantenido a pesar de la fortaleza, el mismo equipo encargado de los medios de comunicación del Estado hasta la fecha. Solo una reflexión me aviene sin ánimo de polémica, si el presidente dijo en el 2006 que no renovaría la concesión a RCTV porqué que carajo, no se elaboró una política dirigida a contrarrestar lo que se sabía, acaso exceso de confianza y en quién se confiaba, craso error le da de nuevo aire a la oposición, no se midió la internalización del oprobio comunicacional alienante, con tanto material existente no es perdonable tal omisión.

Continuamos viendo el ombligo en nuestro propio abdomen y nos olvidamos que lo que está en juego para ambos bandos no es concha de ajo; son definiciones resultantes entre capitalismo y socialismo, no hay más allá, nuestro objetivo es crear una sociedad socialista, hasta los empresarios están analizando de buena manera el denominado socialismo productivo, vayan por Fedeindustria y sabrán porque lo están haciendo, son los pequeños y medianos empresarios cansados de tanta injusticia de los grandes capitalistas y las empresas transnacionales o no es así.

Perdemos un tiempo valioso opinando sobre Vanesa, Ernesto, Mario y cuanto criticable lo sea por cualquier razón, mientras tanto la oposición está allí, dejando que hablemos y desvastándonos nosotros mismos, en lugar de preocuparnos que es lo que está pasando con los rubros de primera necesidad, el Ministro de Alimentación dice que lo de la leche es un problema de precios internacionales, donde está el desarrollo de la industria nacional, que pasó con la importación de vaquillas y el centro genético, no hay leche descremada porque los costos son superiores al precio regulado, pero la venden en una red de farmacias, por otra parte, el dilema abierto por Muller Rojas desacatando al presidente introduce signos de alarma innecesarios con respecto al papel de la Fuerza Armada; cuantos y variados son los temas que no ayudan para nada, criticamos a TVES y no le damos el tiempo suficiente, aunque hay que decirlo el ministro dijo que la parrilla estaba lista y que pasó.

Mientras esto ocurre un movimiento general se cuadra con la creación de los Consejos Comunales y se vuelve a la vida, en estos momentos se adolece de ofensiva política y comunicacional, está bien, estamos en la Copa América y hay un paréntesis lógico, qué pasa con el Partido, se están cumpliendo los lapsos, porqué no se informa a la gente por los medios en que nivel se encuentra el proceso de manera clara.

A propósito de chavistas y revolucionarios se cierne otra marejada de estúpida pérdida de tiempo, por una aparte es bueno decirlo que hay gente nuestra que dice que es socialista pero no comunista, que es chavista pero no socialista, en que quedamos entonces, para que se está profundizando la revolución en camino hacia el socialismo humanista y creador, acaso es el presidente el que pierde su tiempo, porque no hay un equipo que explique o desarrolle programas sencillos y convincentes sobre el socialismo de manera orgánica y continuada. Dónde está la ideología y su enseñanza, los clásicos y su tiempo y la incidencia y vigencia en nuestro tiempo. Es hora de tomar la batuta y salir al frente, parando lo que no debe ser, los medios del Estado así como están y lo digo con responsabilidad no están a la altura de las responsabilidades, se requiere gente convencida y de entrañas realmente socialistas, que no les importe el planteamiento anticapitalista por la calle del medio, el futuro es del socialismo no es de los sectarios que restan, hay que sumar hablando claro y sin cortapisas, no puede ser que mientras unos apenas tienen sueldos millonarios, otros tengan que echarle bolas a través de la organización social para enfrentar la vida diaria. Por otra parte y para terminar, el sectarismo se puede llevar por delante la revolución bonita, si al menos el sectarismo fuera para avanzar, pero no lo es, porque detrás se esconden esos elementos burgueses de los cuales hablamos anteriormente.

rafaelfebles@yahoo.com


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Rafael Febles Fajardo

Economista. Msc. Seguridad Social. U.C.V.. Militante revolucionario. Locutor. Articulista Correo del Orinoco. Poeta y escritor de la revolución bolivariana

 rafaelfebles@yahoo.com      @rafael_febles

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