Economía social y Socialismo

Uno de los dilemas más concernientes a la vía del socialismo venezolano cuyo trámite está en manos de muchos, con sus aportes y debates; es el de resolver el tipo y alcances de la política económica, las formas de propiedad general y la paternidad de los medios de producción entendidos estos como el instrumento tecnológico utilizado en donde se inicia el proceso de manera ordenada con todos los canales existentes hasta el consumidor final.

Hay dos aspectos a nuestra manera de ver para tratar de resolver este dilema de aplicación sobre el que y para quienes se debe hacer la política económica como base para la redistribución social, por una parte la política oficial del Estado venezolano debe estar orientada hacia la explotación racional de las materias primas (componente nacional e importado) y por otro lado el como se inserta la razón social en el seno de la sociedad, es decir cual debe ser la forma social determinante o dominante en la propiedad de los medios de producción , por supuesto distinta a la capitalista que conocemos; al respecto, es bueno considerar que el término propiedad debe ser perfectamente entendido, el como estará determinado legalmente para que la economía realmente sea social y cuál será la diferencia si la hubiere en el contexto del socialismo que se propugna.

En la actualidad los modelos implementados por el gobierno nacional en particular el referente al de desarrollo endógeno tiene claros signos de capitalismo que en verdad no me atrevería a calificar o ponerle apellidos, lo cierto que se calca el tipo de propiedad no promulgado o bajo la promoción de un socio capitalista, bajo un conjunto de ciudadanos y ciudadanas que se disponen a producir bienes en función del mercado que conocemos que conservan la plusvalía como valor resultante de la producción.

El desarrollo del socialismo venezolano debe pasar en nuestro concepto por etapas varias de desarrollo ascendente, de hecho una etapa inicial da inicio hacia ese camino con medidas muy puntuales de orden gubernamental, social y político, en el primero el rompimiento de la mal llamada apertura petrolera, la transferencia al Estado de la C.A.N.T.V. y Compañías Eléctricas, la entrega a los trabajadores de empresas improductivas, en el abandono o con enormes pasivos laborales, por citar solo algunos casos; en lo social la explosión del Poder Comunal para la debida transferencia de funciones específicas y como eje de un nuevo poder institucional; en lo político, la construcción sin demoras del Partido de la Revolución. Todas en el contexto de los cambios constitucionales incluidos en la Ley Habilitante.

Debemos tener la suficiente claridad y mejor disposición para entender esta etapa de transición, para lo cual y simultáneamente se debe emprender una cruzada de amplio espectro ideológico y filosófico que le de el carácter y forma a la revolución bolivariana y socialista. En este aspecto todos los instrumentos, todas las herramientas de vieja y nueva data deben ser utilizados tanto para la discusión como para la acción, personajes y personalidades de los siglos IX, XX y XXI quizás mucho antes, como Carlos Marx, Vladimir Lenín, Trosky, Rosa de Luxemburgo, Antonio Gramsci, Garibaldi, Mao Tse Tung, HoChi Min, Martha Haneckher, Eduardo Galeano, Erich From y su visión humanista del socialismo, el Che Guevara, entre otros, darán sus aportes teóricos como enseñanza de lo que se debe hacer en esta hora crucial de definiciones e inevitables decantaciones, siempre y cuando se respeten las distancias en el tiempo en las realidades actuales.

Como economista es obvio suponer que la óptica de la economía que se debe transitar debe apuntar hacia la economía social primero en camino ineluctable hacia el socialismo de nuevo cuño, inédito si se quiere pero con los objetivos trazados sobre las metas ulteriores, que en fin de cuentas deben orientarse hacia estadios superiores de redención del ser social, que la economía esté realmente en función del ser humano solidario, sin individualismo ni egoísmo, que el papel determinante de la nueva sociedad venezolana debe ser el zénit de la existencia misma en planos de igualdad.

Que el motor de la historia sirva de engranaje para avanzar en la sociedad justa y equitativa que queremos, que la propiedad social impere sobre la individual, que los monopolios de las transnacionales se estrellen en la fortaleza de la revolución venezolana, que el valor de cambio no sea necesariamente el establecido para generar acumulación de nuevos capitales. Por encima de todo ello, se debe imponer al ser humano como gestor y receptor del hombre y mujer nuevos, al respecto creemos que no es óptimo el querer aplicar la Moral y las Luces de modo total en la sociedad actual, por el contrario, dichos esfuerzos deben dirigirse al sacudimiento de la generación actual a través de la educación inicial fundamentalmente y del espectro juvenil de la sociedad.

En cuanto a lo señalado en el párrafo anterior, las políticas públicas en educación deben tener un norte claro en cuanto a definiciones se trata, el ser como entidad social debe imponerse sobre el tener, como suprema teorización de los nuevos valores o el rescate si se quiere de ellos. Por otra parte, el ser económico no debe construirse para la sobrevivencia sino determinísticamente para la vida, trabajar para la vida.

Debe eliminarse el equivocado y burgués concepto de la educación para el trabajo, que solo ha servido para acentuar la discriminación social y política en el seno de la sociedad, la educación debe ser para la vida y el trabajo como medio de insertarse en el tejido socio económico, además de proporcionar el medio de vida necesario. El medio de vida necesario se convierte entonces, en el paradigma positivo a alcanzar porque rompe con lo perverso de la acumulación a partir del concepto de expoliación de la fuerza del trabajo individual.

La economía social es el paso previo para alcanzar o mejor dicho transitar el fin de la filosofía capitalista del tener y tener, el cual debe modificarse radicalmente en beneficio de la humanidad, porque dicho concepto destruye a la naturaleza, al ser humano relegándolo a una instancia inferior y sobremanera coloca a la humanidad al borde de su propia destrucción, podemos de alguna manera concluir que para alcanzar la felicidad social en una sociedad socialista deben definirse dos cosas fundamentales la economía social y la construcción de una nueva sociedad.

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Rafael Febles F.

Economista. Msc. Seguridad Social. U.C.V.. Militante revolucionario. Locutor. Articulista Correo del Orinoco. Poeta y escritor de la revolución bolivariana

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