En primer lugar quiero cumplir con los respectivos deseos de navidad y año nuevo para que todos continuemos en el mundo de la fantasía y las reflexiones; para los católicos cultores de la tradición acerca del nacimiento del niño Dios como génesis de una Iglesia deslegitimada en el tiempo pero que aun conserva en cautiverio a millones de personas, el mensaje ha de ser el de bajar al sentido social del mensaje de cristo; a quienes como católicos nos sentimos despreciados cuando exigimos a la autoridad eclesiástica que cambie su mirada y accionar hacia los excluidos de siempre; a quienes han adquirido la mentalidad progresista y de cambios sociales profundos; a quienes vemos en el imperialismo y modo de ser y vivir capitalista como los causantes del atraso y la miseria de muchos pueblos y personas en todo el mundo, les pedimos que en estos días nos dediquemos a reflexionar acerca del papel, objeto y alcances de la Revolución Bolivariana, de su futuro, de la necesidad de profundizar esta en función de alertar a los venezolanos y venezolanas sobre el imperioso deber de salir al paso de quienes procuran sacar al presidente Chávez a como de lugar, estrategia que pretenden afinar desde el mismo inicio del nuevo año.
Estas fiestas deben servirnos para prepararnos mentalmente sobre lo que debemos hacer como poder popular apenas comenzado el año, habrán muchas y diversas manifestaciones de la oposición queriendo ocupar espacios, es decir revertir la situación de probable ofensiva por la nuestra, para ello, esperamos que los medios del Estado estén a la altura y no actúen reactivamente, que los actores políticos nuestros comprendan el momento y no se dediquen tan solo a responder a través de los medios sino que sean parte de esa reacción y acción que estamos esperando.
Vayamos a la gente, hablemos de ideología de manera sencilla, nuestras bondades sobre el concepto de socialismo y la aberración que significa y ha significado el capitalismo, es la hora estelar y quizás el momento más importante del proceso revolucionario, conocemos de las intenciones y trabajo que se está realizando en barrios y urbanizaciones populares, ante ello, hagamos valer nuestro poder de convocatoria y de manera comprensiva y determinante, demosle paso a los líderes que están allí con la mente bien clara esperando el momento para actuar inclusive por sobre las líneas políticas, esta revolución la defenderemos por encima de burócratas y medrosos del poder, de la ineficiencia y la corrupción.
Vayamos a la calle y demos un parao definitivo a quienes tienen intenciones de horadar la base del chavismo, es una decisión que no tiene mañana, debe ser el principio de la consolidación y apresto de la Revolución Bolivariana y del Socialismo Revolucionario. En definitiva que estas fiestas se conviertan en el espacio vital de la repotenciación, de la reflexión y de la recarga de las baterías.
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