Antes que nada, un Feliz y auspicioso año 2008. Año de nuevos retos, de nuevas y ricas perspectivas. Año que nos aborda con una mezcla de ansiedad, de duda y de reflexión, por diversos motivos. Motivos políticos, por supuesto, a los que quiero hacer alusión.
Amanecí este Primero de Enero leyéndolos, a uds., a todos los que al igual que yo nos tomó este inicio de año pendientes de algunas cosas más allá del abrazo cálido con los nuestros, y el deseo de buenos augurios para este 2008.
No obstante, comienza nuestro tránsito con un ambiente confuso y perturbador.
El Comandante (repito, el Comandante) anunció ayer la sanción de una Ley de Amnistía Internacional e Indulto, con algunas condiciones particulares, en lo que llamó una vía " para buscar la paz de los pueblos".
Para algunos, esto ha sido como la guinda de una torta que tiene largo rato servida.
Esperábamos noticias acerca de la Operación Enmanuel, sumida en esa suerte de espesa niebla que el gobierno de Colombia hábilmente tiende sobre cualquier iniciativa de paz en su territorio. Y habló el Comandante.
Un par de palabras me toman por asalto para tratar de darle contexto a esta sensación de confusión que hoy compartimos muchos venezolanos y venezolanas.
La primera: DISCIPLINA.
Hace un tiempo, leí por allí que la "disciplina es la capacidad de actuar ordenada y perseverantemente para conseguir un bien.". Esto, por supuesto, requiere un cierto orden y lineamientos para poder aspirar a lograr más rápidamente los objetivos deseados, y asumiendo las posibles molestias que seguro deben ocasionarse. Esto, en si, constituye un VALOR. La principal necesidad para adquirir este valor radica en nuestra capacidad de exigirnos a nosotros mismos un "extra", sin perder la perspectiva, y con mucha autocrítica. El que SABE Y/O APRENDE a exigirse a sí mismo se hace comprensivo con su entorno, tolerante, y aprende a TRABAJAR Y A CREAR y a darle sentido a todo lo que hace. Esta conciencia de la disciplina es indispensable para que optemos con persistencia y asertivividad en nuestra vida cotidiana, y es factor esencial de la conciencia de todo revolucionario.
Asimismo, este valor es fundamental y básico para poder desarrollar muchas otras virtudes; sin disciplina es prácticamente imposible fortalecernos ante las adversidades que se presentan constantemente, día a día. La receta habitual de la indisciplina contiene: desinformación, intolerancia y REACCIÓN PERMANENTE sobre aquellos aspectos que incomprendemos.
Nunca olvidemos que la herramienta habitual del indisciplinado es el juicio a los terceros.
La segunda palabra: EFICACIA.
Esto es, estar siempre concientes del objetivo que queremos lograr y proponernos alcanzarlo; ser eficaz esta íntimamente relacionado con la capacidad de producir resultados; no solamente se debe dar en las áreas en que se espera que produzcamos cosas, sino también debemos dar resultados como alumn@s, padres, hij@s, herman@s y sobre todo, como ciudadanos. Todo ésto se refleja cuando entregamos una tarea o un trabajo o cuando alguien espera algo más de nosotros; es decir, un resultado. Lo que tenemos que dar es ese resultado y no podemos quedarnos en el esfuerzo. Buenas intenciones no empreñan, dicen. Eso, es ser eficaz.
Se nos da con facilidad enjuiciar. La novedad, es que en esta oportunidad es el Comandante el objeto de estos juicios. El objeto aparente.
Es posible que estemos acusando aún la resaca del 2 de Diciembre. Conscientes debemos estar que aún no se han aterrizado a satisfacción de todos causas, consecuencias y perspectivas de lo acontecido. Mucho se ha hablado, y mucho en tercera persona, en todos los niveles y estratos.
Algunos quieren cabezas. Ministros y lideres que quizá debieron asumir públicamente una visión más autocrítica, menos solapada y alcahueta. No es una falacia que este último año sufrimos un sensible deterioro de muchas de las políticas sociales que el 3D de 2007 convencieron a casi 8 millones de compatriotas de que estábamos en el camino indicado. Hoy, algunos millones de esa lista prefirieron quedarse en casa.
Algunos quieren otras explicaciones. ¿Que pasó con los motores?. ¿Se recalentó la máquina?. ¿Y los Consejos Comunales?. ¿No es esa la médula operativa del Poder Popular?. ¿Porqué no fortalecimos y profundizamos los que ya existían al inicio de este año?. Y Moral y Luces, coño!, MORAL Y LUCES!!. La formación de nuestra gente para la confrontación, en cualquier terreno, ¿en que se transformó, el esfuerzo, la inversión, el sueño de la gente?.
Algunos, muchos, ven en el Partido el autor material de los delitos. No en vano, tenemos esta intensa tradición de desmantelar nuestras organizaciones soporte de triunfos, como decía Luis Britto: desmantelamos el MBR200, desmantelamos los Círculos Bolivarianos, desmantelamos las Unidades de Batalla Electoral al mandarlas de vacaciones y desmantelamos al MVR para propiciar una nunca definitivamente concretada integración del PSUV. Que ahora desmantelemos hasta los Consejos Comunales no reviste mayor novedad. Que grave suena, verdad?.
Todos queremos explicaciones. En su mayoría, una que no implique que "YO" tenga algo que ver que todo este peo que esta armado. ¿Será que "YO" no tengo nada que ver ni con la media marcha de las misiones sociales, ni con la inconsistencia del mensaje formativo en nuestras comunidades, ni con un carajo que pudiera guardar relación con lo que hoy nos disgusta?.
Mala señal.
El Comandante solicita a "nosotros los revolucionarios y el pueblo sintamos las tres R al revés: revisión, rectificación y reimpulso de toda la nación empezando por el gobierno y empezando por mí mismo".
Disciplina y Eficacia.
Muchos parecieran no estar de acuerdo. Ese no es el punto. El punto reposa en el hecho político de precisar lineamientos. Eso está haciendo el Comandante.
No es ya Chávez el objeto útil de nuestras esperanzas. Estamos en 2008. Chávez es el hombre, el compañero, el líder, y ante todo, el Comandante.
Olvidar esto es no sólo un enorme error: es el mayor y más costoso acto de indisciplina revolucionaria.
Con calma, compañeros.
Y con Disciplina.
"Quien hace lo que quiere, no hace lo que debe"
juanmata@gmail.com