Tarea urgente del PSUV

Fortalecer la unidad de la
clase obrera y de los movimientos sociales.

La construcción de la unidad del PSUV pasa inexorablemente por la reconstrucción del movimiento sindical y la unidad de acción, vía movilización y organización colectiva de los trabajadores con otros protagonistas de las luchas sociales. Para ello los dirigentes sindicales deben poner al servicio de dicha tarea no solo su capacidad de trabajo sino asumir también la iniciativa política necesaria. Está en el orden del día la lucha por la unidad de acción clasista, democrática y política en el seno de una nueva organización; el protagonismo de los trabajadores (as) en el movimiento bolivariano, en alianza con LOS CONSEJOS COMUNALES como espacio de enlace e iniciativas para la movilización popular; y el emplazamiento a la dirigencia revolucionaria para que se haga parte efectiva de las movilizaciones en perspectiva. El PSUV no puede ser un simple testigo de la pasividad y el debilitamiento de la unidad del movimiento clasista. Sin unidad de acción de la clase obrera poco se puede esperar en logros y avances en la lucha del pueblo.

La focalización de un esfuerzo de incorporación de los trabajadores a la revolución puede verse desde el ángulo sindical, pero también desde su condición de habitantes urbanos. La lucha por la vivienda digna, por los servicios públicos, por la salud, la educación, la seguridad, son parte de sus reivindicaciones y derechos básicos como productores y a la vez pobladores. Son derechos tan importantes como la lucha por el salario, la estabilidad laboral, las garantías prestacionales, contra todas las formas de desempleo y precarización del empleo y eso desde los CONSEJOS COMUNALES debe organizarse.

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Poner el énfasis en la formación política

El llevar nuestra política unitaria a las masas pasa por entender que en la construcción por la democracia la unidad debe ser un propósito que privilegie el ejercicio del poder popular hacia la configuración de una sociedad democrática, lo que implica llevar al PSUV la consolidación de ese ejercicio que permita la elaboración colectiva de políticas generales y propuestas de acción. La coordinación política del PSUV debe refrendarse con la participación unitaria de las organizaciones como los CONSEJOS COMUNALES colocando en la discusión por sectores lo concreto de la política, de manera que se puedan construir líneas y propuestas para lo sindical, lo agrario, lo universitario y alrededor de cada frente con capacidad de movilización. De igual manera nuestra participación en el PSUV implica la superación de las prevenciones y el sectarismo a partir de la identidad política que se anteponga al aislamiento sobre la base de la iniciativa, la fraternidad, la motivación del debate racional y ante todo las acciones y tareas que estimulen la movilización y la lucha.

Se requiere una fundamentación político-ideológica capaz de generar el debate necesario y oportuno con respecto a qué significa ser de izquierda, teniendo como marco de referencia la experiencia de la lucha popular venezolana, sus avances y perspectivas y su enfoque comparativo con otras experiencias y procesos en América Latina.

Lo anteriormente expuesto se corresponde con la claridad que se obtiene a través de la educación y de su complemento necesario; la practica de la misma lucha. La movilización es a la vez forma de lucha que produce resultados tangibles, como lo demuestra la experiencia cercana de Latinoamérica e instrumento de formación para la profundización de la misma. Movilización y educación nos acercan a nuestro objetivo. Un papel importante de los cuadros militantes del PSUV en cada CONSEJOS COMUNALES es la generación permanente de debates, sin sectarismos y con ánimo fraterno que permita al conjunto ir ganado claridad sobre las verdaderas causas y salidas a la situación de lucha de clases y en el campo de acción del consejo. La relación de estos aspectos se concreta con la ESCUELA DE FORMACIÒN Permanente, modular y abierta.

Renovar el significado de la propaganda.

La agitación y la propaganda son unas herramientas de difusión frente a la exigibilidad de derechos, al rechazo de políticas de marginalidad y exclusión, de posicionamiento de propuestas e iniciativas y de reiteración de nuestra presencia política como insumos que validan el sentido de pertenencia frente al proyecto revolucionario; lo cual implica confrontar el aislamiento a partir de la especialización de cuadros propagandísticos que tengan como prioridad de su trabajo el impulso de los CONSEJOS COMUNALES como necesidad orgánica para la revolución.

Un elemento importante a considerar es que frente al tema de la agitación debemos de conjugar la formulación de consignas que identifican la forma y los objetivos de la lucha con la presentación y difusión de propuestas e iniciativas (acción política) como valoración de nuestros postulados. Lo anterior está determinado por la comprensión de las nuevas realidades sociales y por ende del relacionamiento con las masas identificando sus aspiraciones, gustos y anhelos sobre problemas sensibles y puntuales que los afectan directamente; en pocas palabras una propaganda que se corresponda con las realidades del momento y las particularidades del individuo en la sociedad y no sobre consignas o formulaciones etéreas o vagas que desdibujan lo concreto y fundamental del quehacer político.

Dentro de los insumos de trabajo para irradiar nuestra política está el incremento de la difusión de nuestros módulos formativos publicaciones cuyos contenidos se deben de corresponder con las expectativas de las masas y con los principales desarrollos políticos, procurando para ello estimular a nuestros aliados para que presenten sus puntos de vista y opiniones en los módulos formativos que llegan a los CONSEJOS COMUNALES.

yormanmonterodiaz@gmail.com



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Yorman Montero Díaz


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