No es un acontecimiento muy feliz que el Congreso Fundacional del Partido Socialista Unido de Venezuela tenga como uno de sus resultados la expulsión de un militante o aspirante a serlo, llámese Luis Tascón o Pedro Pérez. Y sobre todo cuando no existe aún un código de conducta o unos estatutos que regulen la vida interna del naciente partido, si es que acaso se llega a la conclusión de que es obligante contar con esos instrumentos.
Fíjense que no quiero referirme a las denuncias formuladas por Tascón sobre presuntas irregularidades en el Ministerio de Infraestructura, ni a la respuesta dada por Diosdado Cabello al parlamentario tachirense, a quien acusa de ser un agente del imperio. Prefiero entrar en otro terreno menos escabroso, pero a la vez más importante, en mi humilde criterio, Se trata de la vida interna que debe ir forjándose dentro de una organización política que reivindique su carácter democrático y revolucionario.
Las diferencias, las controversias políticas, ideológicas y los conflictos internos de cualquier naturaleza no deberían resolverse por la vía administrativa de la expulsión, la sanción disciplinaria tradicional o cualquier otra forma represiva que pueda invocarse para cortar un debate o para imponer a troche y moche una posición frente a cualquier asunto. Y mucho menos cuando el o los individuos sometidos a esas medidas no hayan ejercido su derecho a la defensa .Eso conduce inevitablemente al anquilosamiento de la vida del partido. Ciertamente no es un proceso inmediato pero a la larga es irreversible. La discusión franca, abierta, sincera y frontalmente democrática es un buen antídoto para evitar que las posturas autoritarias terminen por imponerse a la mayoría de la militancia y por encima, incluso, de las aspiraciones de los sectores sociales que, sin ser miembros del PSUV lo respaldan y aspiran a que en realidad juegue un papel de vanguardia.
Construir una nueva organización en la cual están presentes cuadros provenientes de diversos partidos y corrientes es sumamente complejo, y esto se hace aún más difícil cuando se traen a la nueva estructura partidista vicios y viejas pugnas intra o interpartidistas. Por ello la tolerancia, la paciencia y el estimulo a un debate con gran calidad politica son esenciales para evitar que ciertas deformaciones marquen fatalmente al nuevo movimiento. Reza el saber popular que “palo que nace doblado jamás su tronco endereza”.
Lo otro que se impone es promover la existencia de un liderazgo realmente colectivo, que garantice la participación de todas las instancias partidistas en la discusión y en la toma de decisiones, y que ponga freno a cualquier tentación de secuestrar la democracia interna. La ausencia de un liderazgo realmente colectivo implicaría en la práctica la muerte prematura del nuevo partido.
TERESA AGUILAR
Nuestro sincero homenaje a esta gran luchadora social fallecida el pasado sábado en un terrible acccidente automovilístico. Teresa, educadora de profesión y de compromiso, deja imborrables recuerdos de su calidad como ser humano y de su inagotable voluntad de acompañar cualquier causa justa, en su comunidad de El Valle, que hoy la llora, y en el ámbito educativo y deportivo, y también en el frente político. Compartimos años de intensa lucha en La Causa R y en el PPT, y Teresa siempre fue un ejemplo de honestidad, solidaridad y dedicación a la defensa de los derechos de la gente. Su ausencia, definitivamente, se va a notar. Y su recuerdo siempre estará allí, en el espacio de lucha que siempre ocupó con valentía y dignidad. Nuestras condolencias a sus familiares.