Formación ideológica y praxis revolucionaria en el socialismo bolivariano (III)

III.- PRAXIS E IDEOLOGIA POR LAS TRES VERTIENTES CLAVES DEL SOCIALISMO.

Según Marx y sus estudiosos, la "superestructura" se va formando a partir de la "base", de la "estructura económica" (sistema de relaciones sociales de producción, distribución, cambio y consumo) y en su razonamiento dialéctico presupone que todo proceso de formación y transformación de la materia y de las ideas, transcurre de lo simple a lo complejo, lo cual no quiere decir que primero se tiene que crear la base económica socialista para luego formarse la superestructura socialista, y mucho menos lo contrario, sino que ambas cosas se forman conjuntamente de los simple a lo complejo, a partir del cambio de la forma de propiedad que es la esencia de cada sistema social y ésta "va generando" o va creado las condiciones para la construcción de todo un andamiaje estructural y superestructural en función de garantizar la consolidación de la nueva forma de propiedad. Desde el punto de vista lógico, lo simple en este caso sería la coexistencia de dos formas de propiedad fundamentales (socialista y capitalista), mientras que lo complejo sería la preponderancia de la propiedad socialista ejerciendo el papel rector en toda la "estructura económica" socialista, que en el socialismo del siglo XXI parece estar formada por diversas relaciones de propiedad, formas jurídicas de las diversas relaciones sociales antes mencionadas (producción-distribución-cambio-consumo).

Sin querer ahora entrar a debatir qué está o qué no está en la superestructura –debate que ha llevado décadas al movimiento revolucionario, distrayéndolo de otros temas más importantes- sí debo proponer algo muy importante. la praxis revolucionaria debe tener muy en cuenta el papel de otros componentes de la cultura venezolana en la formación ideológica socialista, la cual deberá ser parte consustancial de esa cultura. Si la cultura toma base en determinados valores que se van formando de generación en generación, siglos tras siglos, podríamos mencionar dos de esos valores, pocas veces analizados como valores humanos, que desempeñan un papel crucial en la consolidación de cualquier organización social, sea un partido o toda una sociedad. Me refiero al "sentido de pertenencia" y al "sentimiento de autoestima", sobre todo cuando el socialismo es un sistema social que se construye muy conscientemente, algo que Fidel y Che reconocieron y aplicaron consecuentemente y el Comandante Chávez nos lo ha recordado en más de una ocasión.

La historia nos confirma que así ocurrió en el paso del feudalismo al capitalismo y así ocurrirá en el transito del capitalismo al socialismo, salvo que en este último caso, el tránsito se alcanza a realizar de una forma consciente, y por ello más rápidamente, pues el protagonista principal de las transformaciones es el pueblo trabajador, creador de todas las riquezas, enfrentado al capitalista explotador. Aún cuando hayan capitalistas patriotas o trabajadores con mente capitalista, esas excepciones no resultan suficientes como para alterar la afirmación de Marx ni las propuestas del Comandante Chávez. Las formas y particularidades que adquiere este proceso sellarán la experiencia venezolana que la hemos dado en llamar el "socialismo bolivariano".

Llevamos más de nueve años construyendo el "socialismo bolivariano", ya desde la colocación de las primeras piedras de esta obra que fueron la elección del Comandante Chávez, la aprobación de la Constitución del 99 y luego, toda la labor de las Misiones Sociales, la creación de las EPS y cooperativas y las alianzas antiimperialistas. Sin embargo, los escépticos dentro del bolivarianismo siguen haciendo el eco a los "globovisionarios", menospreciando en público la obra socialista de la Revolución Bolivariana y menospreciando hasta las propias amenazas del imperialismo yanqui, como si fueran cosa de juegos o películas de hollywood las amenazas de los halcones gringos y no una decisión estratégica de un grupo de poder mundial que aprecia en el ejemplo de la Revolución Bolivariana una fuerza a vencer. Si atendemos muy bien a las campañas globovisionarias, toda su artillería se enfoca a socavar la autoestima y el sentido de pertenencia de los bolivarianos y de los que están aún indecisos.

Por otra parte, hay que insistir en que estudios universitarios o técnicos, sin aplicación directa o indirecta en los proyectos de desarrollo de Venezuela, no conducen a mejorar la Patria. Praxis sin orientación estratégica revolucionaria es nula puesto que no fortalece la pertenencia y jucho menos la auoestima. Y mejorar la Patria significa –además de elevar permanentemente la autoestima- contribuir con la sociedad en que vivimos resolviendo sus problemas y logrando satisfacer nuevas necesidades, lo cual profundiza el sentido de pertenencia. Mejorar la Patria es –en estos tiempos de revolución- vivir con ética y con austeridad.

Trabajar solamente, sin estudiar sistemáticamente, ya sea para elevar el nivel cultural o para mejorar la labor que se realiza, es no tener autoestima de lo que realiza y sin autoestima y sin ética la persona está más cerca del animal que del humano y por tanto nunca se trazará objetivos personales y mucho menos sociales. Estudiar y trabajar, sin estar pendientes y ocupados en la defensa de la Patria, es algo que siempre ansiaron los imperialistas de nosotros, los ciudadanos y ciudadanas que vivimos en países "periféricos", a decir de Prebish, o en los países "neocolonizados" a decir del Che, o de los países del "Tercer Mundo" a decir de Mao, o de los "oscuros rincones del mundo" a decir del genocida imperialista George W. Bush quien hace todo lo posible –a través de los potentes medios de que dispone su camarilla hegemónica- de desintegrar las tres vertientes claves de las revoluciones socialistas en el mundo para de esa forma lograr que las tareas de los movimientos sociales y políticos antimperialistas no surtan el efecto esperado por sus protagonistas. Por ello, estudio-trabajo-defensa es la triada clave de los revolucionarios.

Venezuela es un caso particular entre todos por su importancia geopolítica en América Latina y el Caribe, y por su papel de suministrador energético de Estados Unidos. Y ello le da características muy propias al enfrentamiento imperialismo-neocolonia que se desarrolla entre los gobiernos estadounidenses y el gobierno revolucionario del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías.

Habría que analizar la actuación de los medios de comunicación privados y de sus directivos, que son quienes lideran la contrarrevolución venezolana dirigida desde Washington, sólo en los últimos tres años de Revolución Bolivariana (2005-2007) para percatarnos de que sus recursos los concentraron en las tres vertientes claves a que nos referimos antes: a) obstaculizar el rápido avance de la EDUCACION secundaria y universitaria dedicada a mejorar la Patria, ya sea por la vía de torpedear el éxito de las Misiones Sucre y Rivas, de la UBV y UNEFA, o por la vía de mantener movilizadas las masas magisteriales y estudiantiles en colegios y universidades privadas en contra de la gestión bolivariana de gobierno, o por vía de promover la abulia y el desinterés hacia el Motor Moral y Luces; b ) torpedear y evitar el éxito del TRABAJO productivo enmarcado por los proyectos de desarrollo y de las empresas socialistas de producción o cooperativas en esa línea presidencial de formar el sector de la economía socialista; y c) frenar la consolidación de los proyectos de la DEFENSA del país por la vía de las campañas contra el pensamiento bolivariano en las fuerzas armadas nacionales, por la vía de entorpecer las negociaciones internacionales que emprendió el gobierno bolivariano dirigidas a mejorar la capacidad combativa del Ejército, la Aviación y la Armada, o incluso por la vía de la conspiración y el soborno a miembros de las FFAA.

Cualquier proyecto socialista de capacitación ideológica y política, sea un centro de estudios, una escuela de cuadros o un taller permanente, que no conforme su pensum de estudios atendiendo a las tres vertientes claves donde confluyen todas las tareas de la praxis revolucionaria o de la construcción socialista, está obligado a rectificarse de inmediato si es que ese proyecto aspira a impulsar y consolidar la ideología socialista en el pueblo venezolano que le garantice –junto a los cuantiosos recursos invertidos- alcanzar una mejor Patria y constituir una poderosa nación latinoamericana y caribeña.

Hacia ese apoyo al motor "Moral y Luces" va encaminada una iniciativa de varios batallones socialistas para crear un Centro de Estudios de las obras de los clásicos y de los estudiosos actuales del socialismo, con un sentido amplio, integral y apegado a la dialéctica como garantía epistemológica, pues la enseñanza de los dogmas y de la fe corresponde a las iglesias y misioneros de las religiones, desde la católica, la evangélica, la islámica hasta la taoísta, la sintoísta y la budista.

En razón de ello, en los próximos artículos abordaré una de las experiencias socialistas más exitosas, la cubana, que colocando el énfasis de la praxis revolucionaria en esas tres vertientes, luego de cincuenta años, han demostrado con creces - aún cuando haya algunos compatriotas honestos que aún no lo reconozca- el fortalecimiento de las capacidades de integración transformativas socialistas del pueblo cubano, las cuales incluyen la capacidad de ofrecer solidaridad internacional hacia más de sesenta sociedades de otros tantos países y sentir orgullo revolucionario y gran satisfacción personal por ese aporte voluntario.

(*) Miembro del Batallón de las Comunidades Hermanas residentes en Venezuela. Profesor temporal de la EEI y del IAEDPG. Asistente Legislativo del Presidente del Grupo Parlamentario Venezolano del Parlamento Latinoamericano y Coordinador Asistente de la Revista Latinoamérica y el Caribe hacia la Integración.

Nota del Autor: Estos artículos son parte del contenido de un libro a publicar próximamente. Por ello, agradezco cualquier comentario que deseen hacer los lectores a estas líneas de reflexión. Todo el contenido del libro ha sido el fruto del estudio y de la praxis revolucionaria en treinta y cinco años de construcción socialista en Cuba, y de quince años de contrastación de las ideas socialistas y praxis en Venezuela.

Email: wongmaestre@gmail.com.


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Ernesto Wong Maestre (*)


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