Hace exactamente un año, el 11 de mayo de 2007, escribí mi último artículo semanal: ¡Madre sólo hay una! (www.aporrea.org/actualidad/a34498.html) Fue una decisión difícil. Había hecho el juramento de amor, con el Dr. José “Cheo” González, quien nos hizo esclavo de la palabra comprometida, que no dejaríamos nunca de escribir. Durante más de seis años, ininterrumpidamente, desde que estuvimos en la Presidencia de Corpoandes, publicamos en numerosos medios de comunicación social del país nuestro artículo semanal. Por eso no pensé que podría ser el último Pero, dos días después, justo el 13 de mayo de 2007, día de la madre, falleció el ser al que debo la vida y mi eterno compromiso universal. Ese día, decidí dejar de escribir, en señal de duelo, por voluntad propia y obligado por las circunstancias. Mí deteriorada salud y mi responsabilidad con el proyecto de la Escuela Latinoamericana y del Caribe de Ciencias y Técnicas de Gobierno (ESCOLAG) también me lo exigían. Hoy el sueño se hizo realidad.
Aquella mañana, en la que se celebraba el día de la madre, recibí la inesperada noticia del doctor que la atendía para decirme que mi madre agonizaba, luego de más de un mes de doloroso y lacerante sufrimiento. Sus brazos debieron ser cubiertos, en los últimos días, porque era irreconocible el color de su piel blanca. Su enfermedad, una leucemia o cáncer de sangre benigno, que se hizo agresivo al final, la mantuvo en zozobra los últimos siete años de su vida. A veces, pienso que Jesucristo ¡símbolo de la entrega amorosa a favor de la humanidad! no sufrió tanto como ella. Inmensos sacrificios, hasta el final de sus días, hizo nuestra. A pesar de todo su desconsuelo, mantuvo su fortaleza de siempre y aunque perdía, en los últimos días, esporádicamente la conciencia, supo mantenerse tranquila y en paz, orando en familia, esperando seguramente, ese día mágico en el que la Rosa Mística vino a buscarla para llevársela a los insondables e infinitos espacios del universo en expansión. Si la resurrección, de aquellos muertos que han sido bondadosos, solidarios y creyentes en Dios existe, estoy seguro que nuestra madre, resucitará entre los muertos, como revive en nuestras mentes y en nuestros corazones, todos los días, al recordarla. Queremos, hoy y siempre, imaginárnosla sonriente y acompañándonos plena de felicidad.
Por eso, madre, hoy, domingo 11 de mayo, día de las madres, a casi un año de tu partida física, vuelvo a asumir y reafirmar mi compromiso de ayudar a través de la palabra escrita, para que haya luz donde hay oscuridad, para que exista mayor justicia en el mundo; para que haya verdadera proporcionalidad, equilibrio, belleza y armonía social; para contribuir, no sólo con la palabra sino con nuestros modestos esfuerzos, a llamar la atención para que la especie humana no cometa el error de autodestruirse o se convierta en asesina del futuro del planeta Tierra; para continuar ayudando a nuestra familia, amigos y a la gente humilde, sencilla, bondadosa, virtuosa y humana como lo eras tú. Para colaborar a formar más y mejores gobernantes que sean conscientes del importante y trascendente papel que les toca jugar, hoy día, antes de que se nos haga tarde.
Te lo prometo, desde lo profundo de mi ser esencial: ¡Por mi madre!
Por eso hoy, como regalo en tu día, quiero hacer públicas algunas reflexiones a favor del proceso que vivimos en la patria de Bolívar, esperanzado en que sean consideradas razonables y en que lleguen a algunos oídos receptivos y con poder de decisión.
Me ha motivado además, haber recibido hoy 11 de mayo, un correo electrónico de un joven luchador social, que por esas cosas de la vida, nos hemos encontrado en el espacio cibernaútico para compartir inquietudes y pareceres. Me refiero al joven abogado y analista político Juan Martorano, a quien no conozco en persona aunque mantengo, desde hace tiempo, una relación epistolar transparente. Juan, me ha enviado un interesante artículo titulado: “Ahora le toca a las bases”, respecto del tema candidatural de la Revolución. Allí, en uno de sus párrafos Martorano señala con acierto:
“Que las bases decidan por compatriotas y camaradas por sus condiciones morales, con un compromiso verdaderamente socialista, que no le gusten los negocios, el lujo, la ostentación, el usufructo del poder para beneficiarse él compatriota aspirante y su entorno más cercano, que sea verdaderamente leal al Presidente Chávez y al pueblo que pretende dirigir, que tenga un trabajo social y político verdaderamente reconocido, más que por la cantidad de plata que pueda manejar, un compatriota que esté verdaderamente comprometido y se comprometa, no con su programa de gobierno (y he ahí una de las diferencias de nosotros con la oposición), sino con el programa de gobierno del pueblo, emanado de los diferentes diagnósticos comunales realizados por los diversos batallones socialistas.”
Esto me ha obliga a aportar algunas ideas que permitan, a los batallones socialistas, establecer criterios claros y precisos para la elección de quienes se auto postulen para ser candidatos o candidatas a ocupar la Alcaldía o Gobernación de su respectivo Municipio o Estado, apoyados por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
A tales fines voy a apelar, en primer lugar, a lo que voy a denominar el triángulo base para el éxito electoral, este concepto nos permite definir tres criterios básicos para la selección de los candidatos y candidatas:
1) Honestidad, transparencia y lealtad con: el líder, el proceso y el pueblo, lo que le da garantía de credibilidad al candidato o candidata.
2) Compromiso socio-político: relacionado con la sensibilidad social y la garantía del impulso político hacia el socialismo bolivariano o de nuevo tipo, compromiso con la reducción de la pobreza y con la elevación de la felicidad social.
3) Capacidad para Gobernar, que nos permita Gobernar con mayúsculas, hacerlo y hacerlo bien, a favor de la felicidad de la población. De nada nos serviría un Alcalde o Gobernador honesto, leal y comprometido, si es incapaz de Gobernar con eficiencia. Y, de poco serviría un gobernante bien capacitado sino es garantía de honestidad, lealtad y compromiso revolucionario. Los tres criterios están íntimamente relacionados.
Los dos primeros criterios han sido planteados por Martorano, es decir las condiciones morales y el compromiso socialista, que son criterios de uso común. Sin embargo, el tercer criterio, es poco exigido y resulta ser, la mayoría de las veces, el condicionante de los otros dos. Por ello, sugerimos tomar en consideración además, el llamado triángulo de gobierno como criterio de selección de candidatos. Vale decir, seleccionar aquellos candidatos que garanticen el equilibrio que debe existir entre la capacidad del aspirante a gobernante (CG), su Programa de Gobierno (PG) y la Gobernabilidad (G)
La Capacidad de Gobierno (CG) del aspirante a Gobernante, con mayúsculas, y la del equipo de gobierno, que eventualmente le acompañe, está condicionada a otra tríada básica. Todo aspirante a Gobernar, debería satisfacer al menos los siguientes sub-criterios: 1) Liderazgo reconocido. 2) Experiencia administrativa o de gobierno exitosa y 3) Conocimientos básicos sobre Ciencias y Técnicas de Gobierno o demostrada competencia en el arte de Gobernar y conocimiento sobre la realidad a Gobernar.
Por otra parte el Programa de Gobierno (PG), que presente a la consideración del electorado del PSUV, debería cumplir con los siguientes sub-criterios:
1) Ser Coherente con el proyecto político establecido en la Constitución y Leyes de la República, en los Objetivos y Líneas Estratégicas y en el Plan del período 2007-2013 y demás planes nacionales, regionales y estatales. En síntesis: ser coherente con el proyecto ideológico-político que se persigue en vía hacia el socialismo.
2) Ser Consistente con la realidad que se desea Gobernar, lo cual supone una selección adecuada de problemas prioritarios, pues como dijera el Dr. Carlos Matus: “Ningún gobierno es mejor que la selección y procesamiento que hace de sus problemas” En este sentido, compartimos lo expresado por Martorano cuando señala que el candidato “se comprometa, no con su programa de gobierno, sino con el programa de gobierno del pueblo, emanado de los diferentes diagnósticos comunales realizados por los diversos batallones socialistas” Sólo habría que examinar, con detenimiento, cuál fue el método utilizado para hacer estos diagnósticos comunales y si estos se han respetado al ser consolidados o resumidos.
3) El Programa de Gobierno (PG) debe ser viable: además de una lista de malestares, problemas, deseos o necesidades, el PG debe ser un conjunto de operaciones que ataquen nudos críticos o causas claves.de problemas prioritarios, seleccionados según un protocolo o conjunto de criterios de análisis y evaluación pre-establecidos que, a la vez, cumplan adecuadamente con el análisis de viabilidad económica, política, organizativa, cognitiva e incluso, legal y ambiental. Por tanto, el candidato o la candidata, debe garantizar la viabilidad del Programa de Gobierno que oferta al electorado. Para lo cual, debe poder disponer de un plan complementario y de un vector de recursos que satisfaga las exigencias de su Programa, so pena de cumplir sólo con una formalidad. Por ello, sería deseable que todos los candidatos firmaran en una Notaría y públicamente, su compromiso de hacer realidad el PG en caso de ser elegido.
Por último, el candidato o la candidata, deben poder garantizar durante su período de gobierno la Gobernabilidad (G) necesaria. Aunque esto no depende sólo del gobernante y es situacional y puede cambiar en el tiempo según las circunstancias y el juego que jueguen los “otros” (internos y externos), no hay lugar a dudas que un buen candidato o candidata debe contar, actualmente y en el futuro, con tres apoyos fundamentales:
1) Apoyo del PSUV y de sus aliados políticos (PCV, PPT y otros).
2) Apoyo del Presidente Chávez y de su equipo de Gobierno y, en el caso de los candidatos a Alcaldes, de quien sea elegido Gobernador o Gobernadora y
3) Apoyo popular, que es, en las actuales circunstancias, el apoyo fundamental, es decir, el apoyo de los batallones socialistas, de los Consejos Comunales y demás organizaciones de base que le permitan no sólo ganar en la consulta electoral, sino ir construyendo, desde su elección, el poder popular hacia una sociedad en la que todos, o la mayoría, sean sus propios gobernantes. Esto garantizaría ir avanzando mientras se crean las condiciones para, eventualmente, aprobar nuevas reformas constitucionales.
Resumiendo, nos atrevemos a proponer a los batallones socialistas los siguientes criterios y sub-criterios de selección para los candidatos y candidatas del PSUV que aspiren a ser Alcaldes o Alcaldesas, Gobernadores o Gobernadoras:
1. Honestidad, Transparencia y Lealtad al: Líder, Partido y al Pueblo.
2. Compromiso Socio-Político: Socialismo, Pobreza y la Felicidad Social
3. Capacidad de Gobierno: Liderazgo, Experiencia y Conocimientos.
4. Programa de Gobierno: Coherente, Consistente y Viable
5. Contar con el apoyo del: PSUV, Chávez y del poder popular.
Quienes reúnan, en adecuada proporción, estos 5 criterios y 15 sub-criterios de selección tendrían asegurada no sólo su elección interna, sino su elección en noviembre de 2008 y, lo que es más importante, tendríamos garantizado en el PSUV que contamos con un candidato o candidata que será seguramente de éxito en su gestión.
Lamentablemente, varios de los Alcaldes y Gobernadores, que hoy tienen esta responsabilidad, han dejado mucho que desear. Por ello, más que apoyarse en mayorías y apoyos circunstanciales que impongan candidatos sin honestidad, compromiso y capacidad, necesitamos no sólo candidatos y candidatas que cuenten con el apoyo del PSUV y del Presidente Chávez o de quienes conforman el poder popular, que hace falta, sino que debemos considerar otros criterios, tan importantes, como lo señalados.
Toca ahora, en los colectivos de los batallones socialistas, discutir estos y otros criterios que puedan ser útiles y establecer en una escala de valoración (por ejemplo del 1 al 10), el peso o grado de importancia que los batallones le dan a cada criterio o sub-criterio.
Esto nos permitiría tener un método más razonable y riguroso para decidir.
Ojalá, estas ideas lleguen a algún oído receptivo y sea un catalizador para el debate y la elección más allá de las apariencias, pues como dice el refranero popular: “Las apariencias engañan”. Ya está bueno de caernos a mentiras y de estarnos arrepintiendo.
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