En una sociedad capitalista, el valor objeto está por encima del valor humano. Todo lo relacionado con el hombre, implica un beneficio económico: desde el mantenimiento de la salud, hasta la satisfacción de las necesidades mas elementales. Todo lo que refiere a la vida del ser humano, es asunto de negocio mercantil. La estima, la solidaridad, el apoyo, lo justo; es desechado por improductivo. La validez del hombre está signada por lo que posee materialmente o económicamente.
Si por el contrario: la ideología que conforma la estructura de la sociedad, se dirige a satisfacer las necesidades del hombre por igual y sin preferencias particulares. Dándole al colectivo las potestades de administrar y producir los bienes y servicios. Distribuidos equitativamente y correspondientemente según las necesidades de cada uno de sus miembros y, en base a su aporte particular. Garantizando un nivel mínimo de estabilidad, que garantice una vida digna y provechosa a todos por igual. En una sociedad organizada de esta manera, los valores morales y éticos de solidaridad y apoyo mutuo, desplaza al egoísta y avaro del capitalismo. La acción del servicio publico, se convierte en una virtud que traspasa los malos hábitos del lucro. El consumismo desmedido e inducido de cosas y productos innecesarios, pierden vigencia y son vistos en su justa dimensión: de perversión de la vanidad anti humana. El socialismo como una conducta e ideología de transición hacia el que debiera ser el sistema de organización social más perfecto del hombre: “EL COMUNISMO”: En esta estructura social, la armonía, la solidaridad, el apoyo colectivo, la corresponsabilidad; son el estado ideal de la convivencia humana y, con sus entorno natural.
La revolución. Es el único método eficaz para romper las estructuras existentes, para construir las nuevas. Se puede tratar de producir unos pequeños cambios en la sociedad capitalista por métodos pacíficos. Pero esto tendrá un rápido limite. Primero: por que los poseedores del poder no aceptaran esos cambios pacíficos cuando sientan que su poder merma. Segundo: Por que el proceso de contaminación que se arrojará sobre los elementos en el poder, para ejecutar esos cambios. Producirán alteración de los valores de estos en gran medida, al sentir el placer del privilegio recién adquirido. Es lo que llamamos el reformismo: una conducta que acepta el cambio de las situaciones hacia los demás, pero manteniendo los alcanzados por ellos. La confrontación de el sector revolucionario verdadero con los reformistas y los privilegiados de las viejas estructuras; provocará una alianza entre los dos últimos, en contra del primero. Que concluirá con un enfrentamiento armado, quiérase o no, debido a lo irreconciliable de sus intereses y, a la disposición de no entregar sus egoístas posesiones fácilmente. Recuerden que estas mentalidades están caracterizadas por el egoísmo y la codicia.
Es por eso que en tiempos de revolución, la tarea fundamental es debilitar al enemigo. Cualquier cesión o claudicación ante sus fuerzas, es contraproducente. La fortaleza del capitalismo, degenera en debilitamiento de la revolución. los pactos sean cual fueren con el capitalismo, solo lo favorecen a el, pues les da mayor capacidad de maniobra.
También dentro de la estructura política de la revolución, cualquier poder que tenga la derecha en ella, es una debilidad para el avance. Cuando estas fuerzas contrarrevolucionarias toman poder dentro del partido, tejen una telaraña que obstaculiza el avance de las reivindicaciones populares. Secuestran las decisiones y convierten logros en dadivas clientelares . usan el poder económico que les da el poder político para pervertir la conciencia revolucionaria. Por eso es que en 10 años de revolución en Venezuela y, a pesar de la insistencia del maestro. La concientización y la formación ideológica de los sectores populares, ha sido desechada, si no ¿díganme una sola gobernación o alcaldía que haya emprendido esa labor con seriedad y permanencia? . Hasta los medios que fueron creados para esa función(radios comunitarias) compiten con las tendencias mercantilistas de las emisoras privadas. Otras están secuestradas por grupos políticos, que bajo el escudo de revolucionarios, no permiten el acceso al pueblo llano o común. Las operan para cumplir objetivos políticos bastardos y grupales, no revolucionarios ni incluyentes, ni siquiera aceptan la critica constructiva ( hay excepciones). Poseedores de una sensibilidad de piel muy elevada, esa derecha, se protegen aislando a los verdaderos revolucionarios y los ven como el enemigo. Cuando les reclaman democracia y justicia, responden agrediendo o llamando a la unidad en torno a sus intereses particulares y anti pueblo