En esta hora crucial de Nuestra América, cuando los pueblos latinoamericanos y caribeños comienzan a ver y sentir, algunos de sus sueños hechos realidades, y comienza a concretarse el ideal unitario del Libertador Simón Bolívar, los socialistas bolivarianos de los países del ALBA hacemos un llamado a la opinión pública nacional e internacional para alertarla una vez más, del peligro que significa para nuestros pueblos los planes imperialistas del gobierno de Estados Unidos, en ejecución intensa contra los pueblos de Venezuela, Cuba y Bolivia, y contra todos aquellos pueblos y gobiernos que asumen con dignidad, coraje y decisión el camino de la verdadera independencia.
La paz social alcanzada en los últimos años por nuestros esperanzados pueblos de este Continente está en peligro. Es nuestro deber enfrentarlo -como decía el Che Guevara- con valentía y audacia, nunca con timidez y mucho menos con cobardía, pues lo que pretenden los arrogantes y terroristas imperialistas, con sus bases militares y su IV Flota es causar pánico y zozobra en nuestras familias para tratar de detener las revoluciones populares. Una vez más se equivocan los Bush, las Condolezas y sus secuaces pitiyanquis. Si ellos piensan que su poderío militar puede esclavizar a los pueblos, esos asesinos imperialistas deben volver a recordar Ayacucho, Pichincha, Las Segovias, Playa Girón o Viet Nam.
Los socialistas bolivarianos denunciamos los planes de magnicidio contra el Comandante Hugo Chávez Frías, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, electo y reelecto democráticamente con amplia mayoría, quien encabeza –desde 1999- el proceso de profundas transformaciones sociales, económicas y políticas para elevar los índices de salud, educación, seguridad y alimentación, y garantizar, cada vez con mayor perspectiva, viviendas dignas, energía barata, comunicación eficaz y seguridad social cada vez más masiva, favoreciendo todo ello al bienestar y la felicidad del pueblo, como lo anhelaba nuestro Libertador Simón Bolívar y su excelso y fiel continuador de sus ideas, nuestro José Martí.
Los planes imperialistas contra Venezuela debemos derrotarlos. En ellos se involucran grupúsculos de militares en situación de retiro y algún que otro oficial omnibulado por los Comandos de Guerra del Pentágono, y también sectores empresariales, principalmente del sector de los servicios y producciones con patentes norteamericanas o europeas, vinculados tradicionalmente con la explotación del pueblo, mediante el saqueo de los recursos naturales, la privatización de los servicios y la aniquilación de la industria venezolana en beneficio de las transnacionales norteamericanas y europeas.
Dichos planes se han incrementado en la misma medida en que el valeroso pueblo venezolano, a través de su proyecto bolivariano, ha alcanzado rotundos éxitos en Venezuela que le ha permitido extender su apoyo social a otros pueblos hermanos, como el de Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Honduras, Paraguay, Ecuador, Argentina, entre otros. El imperialismo percibe cada día con mayor claridad que su otrora hegemonía sobre Nuestra América comienza a ser su peor pesadilla, más que los bombarderos o los submarinos nucleares rusos que también contrarrestan las indignas amenazas estadounidenses.
Los socialistas bolivarianos debemos condenar con todas las fuerzas posibles a aquellos diabólicos que se dejan arrastrar por los tormentosos caminos de la violencia, cuando se tiene un futuro tan digno y brillante para todos por igual. Millones de latinoamericanos y latinoamericanas luchan hoy en todos los rincones de Nuestra América por la vía pacífica para las transformaciones sociales. Lo que hagamos los socialistas bolivarianos por la paz con dignidad tiene el apoyo de cientos de millones y millones de almas en todo el mundo.
Los socialistas bolivarianos reconocemos el permanente y valiente esfuerzo del pueblo cubano, expresado directamente en la estabilidad política de sus sistema social y en la seguridad social con que cuentan todos, así como en sus miles de médicos, instructores de deporte y profesionales y técnicos que se encuentran en Venezuela y en muchos otros países de la Tricontinental, apoyando el desarrollo integral de las naciones.
Reconocemos los avances en la formación ideológica y en la praxis revolucionaria de los pueblos que como el de Nicaragua, Ecuador, Paraguay, Honduras, El Salvador, Dominica, Argentina, Brasil, Uruguay, Perú o México que con sacrificio, constancia y creatividad ya han apartado del poder a los gobernantes demogogos y mentirosos o casi están prestos para lograrlo, como muestra fehaciente de que los ideales de Simón Bolívar y José Martí están más vigentes y serán cada vez más potentes paradigmas para la construcción socialista de Nuestra América.
"Es la hora del recuento y de la marcha unida" nos dijo José Martí cuando comenzaba a derrotar los colonialistas españoles y cuando nacía el imperialismo yanqui. Y cuando creció este engendro diabólico imperialista y alardeaba con su prepotente demagogia democrática y venía agrediendo victoriosamente a los pueblos latinoamericanos, la voz del Comandante Fidel, defendida por más de seis millones de cubanos y cubanas, con las armas en alto y a sólo noventa millas les proclamó desde 1960 el "Patria o Muerte, Venceremos" como símbolo de la decisión de cada uno de los ciudadanos de alcanzar la verdadera independencia o morir en el intento y siempre con el optimismo de vencer. Una nueva América está naciendo -ha insistido una y otra vez el líder de la Revolución Bolivariana, el Comandante Chávez- y él mismo ha sentenciado: "los grupos que destrozaron estas patrias nuestras —que en el fondo es una sola— les pasó su hora y más nunca volverán a gobernar".
Corresponde a los socialistas bolivarianos continuar creciéndonos moralmente ante cualquier adversidad, elevarnos hasta lo más alto en esfuerzo y sacrifico revolucionario, combatir al enemigo con inteligencia y valentía en cualquiera de los terrenos en que osen agredir, atraer a nuestras filas a los confundidos o ignorantes y hacerles conocer la realidad, estemos en nuestro centro de trabajo, de estudio, en el metro, en el ascensor, en una cola del banco o en un taller de mecánica.. Seamos intransigentes ante lo mal hecho, ante las deficiencias, ante las debilidades, ante las "miserias humanas", no lo permitamos nunca. ¡Rompamos las dinámicas grupales de comportamiento individualista con que trata de dominar el capitalismo!. Formemos diaria e integralmente a nuestros hijos, expliquémosles los valores y las ideas malsanas que cada película o cada comiquita "venenosa" del imperio pretenden anidarse en sus mentes. ¡Ayudemos a fortalecer los valores patrios en nuestros hermanos, y estimulemos a nuestros padres y abuelos con las buenas obras, los buenos valores y los buenos modales!. Ellos lo reconocerán. No nos desalentemos por los que aún continúan entorpeciendo desde adentro el avance del proceso bolivariano pues a todos les llega la hora. ¡ Sigamos haciendo la Revolución ¡ Defendamos a Hugo Chávez, nuestro líder bolivariano, como a nuestro padre o como a nuestro hijo porque él es tan decisivo en la guía de todos como tan esencial en el futuro de nuestras vidas. Ello se corresponde con una de las leyes más sabias de la humanidad.
¡ Seamos conscientes del lugar y del momento en que actuamos, y ante todo, seamos profundamente conscientes del deber de un revolucionario que es hacer la Revolución!.
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