Corremos riesgos practicando la táctica caduca que ya tiene diez años, el esquema se venció, los avances obtenidos pertenecen a la lucha primaria de conquistar adeptos para sacarlos de la oscuridad, hoy en día no se trata de cuantificación, (un millón trescientos mil votantes por encima de la barbarie unida) la cualificación esta detenida en tal sentido, cada vez las exigencias en las convocatorias son más complicadas, las formas de llamar a la batalla no están dando los resultados esperados de ayuda en la conformación para la defensa del proyecto, el plan pensado para arrancar y compartir saberes no ha estabilizado una política revolucionaria; el tercer motor como lo acotamos en artículos anteriores, quedó accidentado en alguna oficina ministerial y espera que el componedor se decida con valentía entender la importancia que tiene semejante instrumento en un proceso revolucionario.
El plan trazado por el HOMBRE QUE EMPUJA, tiene etapas a desarrollar, pero alguien esta dejando a un lado la responsabilidad necesaria de alimentar la conciencia revolucionaria, el sustento de un proceso como el que estamos construyendo es el debate, las reuniones, los intercambios de saberes y la disciplina doctrinaria para construir ejemplificando y fortaleciendo valores.
En este momento de emergencia que nos creo el 23N, la reflexión debe estar activada al más alto nivel como arma principal y punta de lanza en todos los espacios donde suponemos hay revolucionarios, con el fin de garantizar que en el futuro los riesgos de perder el esfuerzo se minimicen con la constancia que pongamos hoy en la lucha.
El ejemplo de trabajo demostrado por el amigo mío los días previos al 23N, debería servir a todos los combatientes que no han comprendido que la revolución es un esfuerzo; si estamos pensando que el imperio con sus representantes locales identificados como pitiyanquis se van a quedar de brazos cruzados, mientras el pueblo recupera lo que le pertenece, estamos equivocados. Ellos, como en esta última elección zumbaron el resto, sacaron a votar hasta familiares con limitaciones, abusando de los principios de la bondad y la desesperación les confirmó la indolencia con el mal trato a sus propios parientes; para nosotros la situación en el futuro se plantea de manera más reflexiva, practica, o apuramos para la conciencia de nuestro pueblo o la revolución correrá riesgos, así logremos aprobar la enmienda; porque sin un hombre consciente la incertidumbre va a estar rondando siempre y depender de el azar en algo tan serio como lo que estamos construyendo no es lo más idóneo. A la carga combatientes, terminando y comenzando año, porque PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA (buscando) LA VICTORIA SIEMPRE.
HAZTE CONCIENCIA.
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