Las reivindicaciones laborales en el socialismo son, en su concepto, los beneficios de todo el pueblo, ya que esos beneficios no sostienen privilegios, estos reparten y comparten. Esa es la grandeza del socialismo del mundo sindical, su carácter solidario, universal y revolucionario, es el Socialismo Sindical.
La pretendida independencia sindical fuera de los principios humanistas y solidarios del socialismo, no es más que un amarillismo desmembrador que nos acaba destruyendo y defiende, sin querer queriendo, a la derecha enquistada en el mundo del trabajo, la cual se mantiene camuflada defendiendo sus intereses individuales y egoístas, es decir sus intereses de "élite gremial".
Resulta también indispensable estar claro que el socialismo es el camino seguro para mantener el poder popular, pero sin la base social de los trabajadores organizados en concordancia y en unión con los intereses del pueblo, ese poder acaba por perderse y rendirse ante los intereses de la oligarquía, por eso la dirigencia sindical revolucionaria debe tener como principio la defensa de los beneficios socialistas para todo el pueblo, por encima de los intereses meramente gremiales.
Un ejemplo de socialismo sindical que vale la pena recordar fue la creación de la Intersindical de trabajadores del Ministerio de Ciencia y Tecnología en el año 2002 por iniciativa del entonces Ministro Nelson Merentes, la cual todavía hoy agrupa a los trabajadores organizados de ese Ministerio y sus organismos adscritos. Durante los aciagos momentos del golpe de estado y sabotaje petrolero 2002-2003, autoridades y trabajadores colaboraron para implementar, por sugerencia de los dirigentes de la Intersindical, soluciones que enfrentaron la crisis económica que se vivía en nuestra institución y el país, un camino a seguir en momentos que se hace necesario profundizar el socialismo y la Revolución Bolivariana.
(*) Director General de Investigación y Desarrollo en Telecomunicaciones
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