Según la escala
jerárquica del concepto, existen los siguientes niveles conceptuales:
conceptos específicos, generales y conceptos abstractos. Tanto
los niveles de los conceptos específicos y generales, son meras representaciones
en el cerebro (ser consciente o inconsciente) como centro operativo,
mediante la facultad de conocer. Mientras que el nivel de conceptos
abstracto, con representaciones en la mente (tener conciencia) considerado
como centro intelectual, mediante la facultad de pensar.
Los conceptos
están conformados en forma inmanente con conocimientos falsos y conocimientos
verdaderos. A medida que los conceptos específicos incrementen la profundidad,
en el mundo sensible, en esa medida incrementa los conocimientos
verdaderos y disminuyen los falsos. Mientras que las diferencias entre
los conceptos absolutos y los generales, son insignificantes; es decir,
los conocimientos verdaderos, se hacen abstracto, son definiciones,
verdades, pensamientos puros (ideas) Este nivel a menudo es llamado
el nivel de los fenómenos ideológico.
La razón por
el cual Marx, utilizo las metáforas y analogías, para pulir su estilo
literario, fue la dificultad de definir ideología, ya que en posteriores
escritos fue abandonando esa practica. Sin embargo, muchos seguidores
de Marx desconociendo sus estrategias literarias, las utilizaron
como conocimiento científicos. Esto ha llevado a la teoría marxista
contemporánea, como plagada de errores conceptuales, que dificultan
las interpretaciones de la realidad histórica.
Para entender
y comprender el concepto de ideología, hay que considerar en primer
lugar las creencias consciente o inconsciente y en segundo lugar como
lo hacia Marx, la conciencia para cosas contrapuestas a la ideología,
como la teoría y la ciencia. Esa posición en sentido general al compararla
con los conceptos especifico como las expresiones leninistas sobre la
ideología revolucionaria y la ideología revolucionaria del marxismo,
o la celebre toma de conciencia ideológica, permite calificarlas de
contradictorias y absurdas, a pesar que tiene aplicaciones practica
en la lucha revolucionara; esta aplicación resulta falsa y dogmática
(produciendo en el enfrentamiento partidista posiciones políticas o
religiosas), porque parte de una interpretación falsa y dogmática
de la ideología.
Si Marx conceptúa
hoy, el fenómeno ideológico según Ludovico Silva (1978) se encontraría
con dos (2) caracterizaciones. (1) Son aquellas relaciones sociales
mas elementales y básicas, que son aquellas en que los hombres
contraen en la producción de su medio de vida y en su vida, que engendra
en su mente una expresión ideal, producto de sus relaciones materiales,
donde se presenta carácter contradictorios entre poseedores y
poseídos. (2) Se incluye los siguientes rasgos definitorios, creencias
y representaciones que autogeneran necesariamente las sociales en cuya
estructura haya relaciones de explotación.
La clase dominante, dueños de la mayoría de los recursos y con una preparación muy superior a la clase dominada, crean conceptos ideológicos falsos y someten al desposeído alienándolo y explotándolo, mediante una falsa ideología, que no es más que el sistema de creencias que inventa, define, categoriza y organiza la clase dominante para mantener hegemonía y control sobre la clase dominada
El socialismo en sentido general, es consecuencia de la profundización conceptual de la economía política que defiende un sistema económico y político en base a la socialización de los medios de producción, o control administrativo colectivista. Para poder implementar el Socialismo del Siglo XXI, es necesario ir desmontando la falsa ideología, mediante cambios de creencias y de valores del sistema existentes e informaciones que se utiliza como modo de orientación sobre nuestras acciones y decisiones, por otras beneficiosas para el pueblo.
Además, las creencias cuando no son sólo sociales (o propias de un grupo), sino están orientadas con el propósito de enfrentamiento del grupo que las comparte con otras creencias propias de otros grupos sociales, se posiciona en la vecindad de las ideologías, impregnada de una condición de dualidad, por un lado lo falso y por otro lado lo verdadero, en forma confusa, como fundamento de conciencia. Están en efecto muy próximas a la definición de ideologías creencias constitutivas del mundo social.