Comienzo señalando la valentía y decisión de quienes han suscrito las cartas dirigidas a la dirección nacional (Provisional) del PSUV, en todo de acuerdo en la necesidad de procurar remover de alguna forma el adolecimiento de políticas con respecto a la totalidad de la militancia en lo que ha parecido una actuación por demás objeto de fines concretos; es importante destacar que independientemente del liderazgo del presidente que no se discute, es determinante precisar algunas cosas que deben estar dirigidas a la producción de líneas de orientación política y el papel de la militancia, simpatizantes y amigos en la construcción de un nuevo Estado como está inscrito en la Constitución Bolivariana.
Las comunicaciones producidas con un alto contenido de necesidad en los planteamientos, en nuestro concepto busca ampliar las posibilidades de participación en los destinos no solo del próximo Congreso sino en los antecedentes que se deben producir para lógicamente otorgarle valor agregado desde ya a las decisiones que emanen del Congreso. Es cierta la desbandada en el seno de los batallones, muchas son las causas y efectos que esto ha producido, justificadas unas y otras como consecuencia de la inefectividad de la gran mayoría de batallones y al haber dejado a la buena de Dios, la actuación de los mismos, sin control ni seguimiento y más importante, haber ignorado la cantidad de recomendaciones y actuaciones producidas por sus miembros, sin apoyo logístico ni financiero, lo que contribuyó de manera decisiva a esa desbandada.
El próximo Congreso sino es activada de manera clara y transparente sus propósitos y haberes puede producir una especie de secuestro del partido por una de las facciones que luchan por el control del mismo, esto no es una tremendura, sencillamente las cosas están así e ignorarlas puede ser más peligroso, la verdad que ignoro que puede hacer el presidente en tales circunstancias dependerá de lo que le vendan y el compre, aunque estoy a la vez seguro, que el aboga por la unidad y la producción de un partido que genere políticas y discuta con el presidente el hacerlas, por ejemplo, las líneas de Chávez, bienvenidas, pero deben producirse en nuestro concepto en términos de globalidad compartida con el partido, entonces para que el partido, sino determina ni produce insumos para la militancia y el pueblo todo.
Estoy claro que muchas de las cosas que menciono no están consideradas en las cartas, lo que quizás me coloca en una posición algo distinta, pero es como veo las cosas, según lo indican numerosos camaradas y amigos. Es necesario darle movimiento a la mecedora, con la finalidad de advertir en primer lugar sobre el papel del partido en la actual circunstancia política, social y económica que estamos viviendo y en segundo término el peligro latente de la ofensiva nacional e internacional apuntalado ahora por el golpe de Estado en Honduras, que no es cualquier cosa.
Hablando de la transformación del Estado y la adecuación de leyes al contexto de la constitución; es imperante la dirección política colectiva que produzca líneas sobre el caso patético de la administración, los funcionarios públicos en cargos claves y la infiltración de estos y decisiones en materia de resultados, no se trata de convertir al partido en un ente clientelar, se trata de cuidar y desmontar lo que hoy se ha convertido al interior de los organismos públicos, en una cacería y hostigamiento a los camaradas que se identifican plenamente con la revolución, esto lamentablemente ocurre con la mirada complaciente de funcionarios de alta jerarquía, cuyo origen es demostrativo de las debilidades técnicas ante lo cual, la respuesta es consuetudinaria, no tengo a quien poner en cargos claves como Recursos Humanos y Planificación y Presupuesto, que es donde se cocen las habas como dicen en España.
Me disculpan los firmantes de las cartas, que haya escogido las mismas para hablar de estas cosas, el caso es, que considero el contenido de las mismas como oportuno y necesario para desarrollar de una vez, todas las ideas que deben existir en esta hora crucial de la revolución socialista; el bolivarianismo debe ser el método para la revolución venezolana, sin menospreciar otros contenidos de carácter universal; así como el marxismo lo fue para el socialismo real; la búsqueda es el socialismo que queremos y debemos construir, para ello, la plataforma ideal es el partido y como tal el método está allí y debe convertirse en el diario a consultar en la toma de decisiones.
Por último, quiero decir que el suscrito se ha convertido en un crítico fundamental y únicamente en cuanto al papel del Estado; la gerencia pública y los resultados que se deben obtener de sus actuación, hay muchisimos camaradas que están dispuestos a dar un paso al frente para integrar las nóminas de la administración pública que hoy se encuentran al margen de ella y en manos de opositores hasta ahora pasivos y ocultos que generan retardos y decisiones contradictorias y en oposición permanente a la integración con las comunidades.
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