¿Cuántos de ellos en verdad pregonan la palabra del Primer Mandatario? ¿Cuántos las cumplen? Muchos de ellos se han aprovechado del humanista para saciar ansias de poder. Vestido de rojo y enarbolando una supuesta pasión pesuvista se suben al tinglado de la prepotencia para desde allí soltar toda la carga que llevan por dentro, porque se imagina que serán respaldados por todos. Pero la mayoría no es borrega.
Algunos han visto en la revolución un peldaño para subir al cielo, pero a la vez ignoran que pueden caer de sopetón, porque el proscenio no los aguanta. Tras bambalinas existen tramoyistas que están cansados de los humos subidos de estos “astros”, de sus engoladas voces, de sus ELEGANTES . La revolución no es un concurso de belleza donde existe un Osmel Souza dirigiendo el ensayo: esto es cosa seria mi amigo. Pero al parecer la Cuarta República le sembró en el cerebro a muchos que el farandulerismo es lo nuestro
Vemos con horror como cualquier sujeto pela guaya llegado a las filas del poder, anda por ahí seguido por una sarta de guardaespaldas, como cualquier jefe de potencia desarrollada. Sujetos que se dicen “del pueblo”, ¿dónde están los guarda espalda del pueblo? En vez de andar solos, izando la mano en saludos a las masas, caminando por las calles de equis ciudad, sintiendo el calor de ese pueblo al que dice representar, pues no; andan en lujosa camionetas, sus guardaespaldas hasta paran el tráfico para que el galán pase.
Muchos de estos “revolucionarios” son seguidos por otros a los cuales han emborrachado de “flores de amor”; los obnubilan para que los defiendan cuando la voz del pueblo les pide explicación por su comportamiento. Se creen protagonistas de telenovelas, se hacen seductores, miran de soslayo como en las novelas de Ágata Christie. Son elementos creados por la fantasía de cierta parte de ciudadanos que aman todo lo que sea neón, Cinecitá, “jolivud”, Churubusco Azteca, Villa del Cine”
A estos ególatras, narcisos, no les puede pedir que se comporten, no se les puede exigir un poco más de “menos pantalleo”, porque in situ, ya emergen de las cavernas del oscurantismo un grupo de “hombres chimpancé” a decir, a gemir, a gritar, que “con él no te metas” EN ESTA REVOLUCIÓN TODOS SOMOS IGUALES, aquí no hay “toñecos”, Menos aprovechadores de oficio. Hace poco tiempo un ministro que se creyó Juan Charrasqueado fue sacado de las filas de ese ministerio, porque “o se es serio o se busca trabajo en un circo”
Me gustó la actitud histórica de Stalin. Allá, a su lado, no aceptaba equilibristas ni malabarista, porque todo en la vida tiene su lugar. Me encanta Plácido Domingo en el teatro, en el cine, porque Plácido es un cantante, pero verlo caminando por el barrio, entre la gente, no; porque sencillamente eso huele a quemao. Quienes se aprovechan de las cosas son unos patanes sin alma. Alí Primera nunca aceptó ser parte de Sábado Sensacional. Nuestro Balikia tenía dignidad; él no era un astro de la TV: era un representante del pueblo al que la naturaleza dotó de talento y creatividad para desglosar su lucha en pro de los de abajo con su canto.
La prepotencia cae mal, aún más cuando algunos de nosotros que estamos respaldando una revolución histórica, nos convertimos en sumisos, en adoradores de ídolos, a los cuales no podemos decirles “levanta el pie que me estás pisando el callo”, porque en seguida nos tildan de contra revolucionario, de salta talanquera, de “monstruo de Chacao”, de lambucio de La Lagunita , de oligarca de Baruta, de Gobernador de Miranda. Pero aquí, señores, tenemos que decirnos la verdad, aquí nadie debe tener patente de corso, aquí al jefe Hugo no lo vemos robando cámara, moviendo los ojos en mohines, no los hemos visto echándose palos en las embajadas, ni en jamás de los jamases en la “crónica social” rodeados de marqueses, príncipes, condesas y come mier…y Terán... por cierto, ¿cuándo es que la Ministra de La Mujer va a visitar los barrios de Caracas para que comporta con las revolucionarias de esos lugares?
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