“El derecho es el conjunto de condiciones que permiten a la libertad de cada uno acomodarse a la libertad de todos”.
Kant…
El problema capital hoy del llamado socialismo del siglo XXI, de grandes convulsiones en el mundo globalizado, consiste en hacer memoria sobre los cambios espectaculares que están modificando la arquitectura del mundo y levantando interrogantes enormes para todos los que aspiran que el socialismo en el mundo avance, cualquiera sea su tendencia, y no sigan considerando que "la historia ha terminado" con la " pírrica victoria" del capitalismo hasta hoy, y el cual está entrando en barrena.
Estamos en la hora de la gran reflexión, y en uno de los tantos debates importantes que están marcando el rumbo del socialismo bolivariano. Se sabe perfectamente que (algunos dirigentes los que más han fallado o han incurrido en graves errores en estos 10 años del gobierno bolivariano, con altas responsabilidades) prefieren callar, ante el avance de la tendencia estalinista. Mientras tanto, maniobra la chapucería politiquera tradicional, para encallar en lo peor de la socialdemocracia. Pero también se activa la maniobra en el campo de los que, de una forma u otra, tras bastidores aplican el estalinismo, hegemónico/familiar rehuyendo todo debate que pueda alterar sus planes macabros.
El colapso de la URSS, la caída de los regímenes estalinistas del este de Europa, la crisis de Cuba y la dispersión del movimiento comunista en el globo terráqueo constituyen un fenómeno sin precedentes en esta época contemporánea. Es de acotar, que un fenómeno de esta naturaleza no puede ser evadido de forma simplista diciendo: el capitalismo es lo peor, o argumentando que como en la URSS y Cuba no hay socialismo, ese colapso tiende a tener menos importancia de lo que sucede o sucedió. La cruda y simple realidad, para millones de personas de todas las latitudes, es que se han desmoronado las leyendas ampliamente difundidas por el estalinismo durante varias décadas y que la propia razón de la emancipación humana por la vía del socialismo quedo severamente comprometida, por no decir desacreditada.
Los que no comulgaron con los mitos estalinistas, que a lo largo de los años y de las vicisitudes del siglo XX, con guerras y revoluciones denunciaron y combatieron el proceso de degeneración de la revolución rusa, y de otros países no pueden aceptar este modelo que algunos insisten en imponer. O sea la política del avestruz, el olvido de las experiencias históricas fatales, la renuncia al espíritu crítico y a la explicación de los fenómenos sociales y políticos que conmueven al mundo de hoy, son inadmisibles. Y, sobre todo, en el movimiento obrero vanguardista socialista, y en los círculos de la intelectualidad progresista y radical. El colapso soviético lo reconoce todo el mundo, inclusive muchos comunistas; saben que allí nunca existió el socialismo. Es un paso adelante mínimo, en la revolución bolivariana profundizar sobre esto, en un efecto/causa. Lo que se necesita es entrar en las causas y los posibles efectos.
Los revolucionarios marxistas o no, comprendemos la inmensa decepción de los militantes que están confundiendo el despotismo estalinista de algunos dirigentes bolivarianos con el socialismo. Pero no podemos aceptar el mea culpa relativo de los dirigentes y de los intelectuales que saben tan bien o mejor que nosotros lo que fue realmente la URSS, lo que representó la burocracia de la nomenklatura, las condiciones en que vivieron los trabajadores, el aplastamiento de la intelectualidad, la represión y el terror ejercidos durante los largos años de opresión. Muchos lo sabían y callaron por el rastrero oportunismo. Algunos quieren reeditar los mitos y el autoritarismo burocrático en el partido socialista venezolano, ensalzando las prácticas de los Ceaucescu y los Kim Il Sung. Lo lógico es que ahora los dirigentes socialistas hagan un balance crítico de esas experiencias. Los militantes que se sienten decepcionados y burlados, muchos lo reclaman. Ésta intención no se ve por ninguna parte. Así están las cosas, en el partido, o lo que queda de él, muchos “lideres” vegetan, esperan, cambian de estilo o se disfrazan esperando otra oportunidad más amplia, recurriendo a métodos burocráticos, y ancestrales. La ruptura radical con la ideología, la práctica y los métodos burocráticos del estalinismo psuvista, es absolutamente indispensable en la revolución bolivariana. Hay que abortar desmoronamiento de la revolución bolivariana, esto plantea una infinidad de problemas en el desarrollo de la Venezuela actual. Pero, esencialmente, a los que se proclaman socialistas de nuevo cuño.
Toda esta problemática socio/política, merecen un análisis profundo y unos debates apropiados. Porque no puede bastar con decir que, "no hay socialismo" o que esto es "una dictadura totalitaria", como lo pregona la oposición endógena y exógena. Naturalmente, hay que hacer un análisis, para comprender toda la experiencia de la revolución bolivariana hasta hoy, examinando sin prejuicios de ninguna especie, pero rechazando la burocracia corruptora, de los que tienen interés en mezclarlo todo, en confundir el socialismo con el estalinismo. En evitar que la oposición acuse al socialismo bolivariano de todos los males, por el mal desempeño de muchos funcionarios, y en proclamar que el “socialismo es un camino peligroso”.
Percasita11@yahoo.es