Si bien, para el año 2006, escribíamos sobre este tema, le agregamos ahora el algo más, como consecuencia, al parecer; que son otros los elementos que redondearían en beneficio para el lector interesado en esta temática tan necesaria y útil en nuestros días. Por definición la ética no es consustancial al capitalismo o al socialismo, no necesariamente está implícito el tino conductual para aproximarlo a uno o a otro, es indudablemente un asunto de los individuos, porque definitivamente considero que la ética no es un paladín del colectivo, es decir, no hay ética colectiva, por tal razón, cuando hablamos de ética, nos debemos referir al hecho conductual de cada uno de nosotros.
El porque de estas reflexiones, obedecen a que si se enseña la ética como modo de vida, o como estereotipo del individuo, siempre hay y habrá una cualidad inherente a cada ser humano, mi ética no es igual a la tuya, por ejemplo; lo que supone entonces que esto puede ocurrir en un ser capitalista o en uno socialista; sobre esto se ha escrito lo suficiente, solo que le agregaría que la ética como la moral se apremian por inducción familiar o ejemplos de vida de otros. La lucha política por alcanzar el poder o entronizarse en el mismo, generalmente es ajena y a ser antiética, el político obedece a la mentira como el obrero al torno; o el estudiante al estudio, sujeciones por doquier advierten sobre el comportamiento humano.
Allí, en nuestra opinión radican fundamentalmente las debilidades en el desarrollo de un proceso determinado; no es menos cierto que la inducción genera conocimiento pero la ética inducida en la teoría no sirve, si no está acompañada con los hechos tangibles, si, aquello de la palabra por la palabra misma, es más, sobre estos temas, la lectura no alcanza un porcentaje óptimo, como la noticia sobre la muerte de Michael Jackson, lo que quiere decir que a una edad madura es muy poco lo que se puede hacer para que se actúe éticamente, ese algo más, viene definido por lo que aprendimos o no aprendimos en nuestro desarrollo físico y mental. No se porque razón, me adviene a la mente que la ética no puede ser incompatible con la humildad, acá si entramos en el campo revolucionario y a partir de esta calificación, ambos conceptos deben fluir en quien se dice que lo es, pareciera elemental tal apreciación o afirmación, no obstante creemos que por allí está ese algo más que agregamos a la discusión.
La lucha por el protagonismo y la figuración le está haciendo mucho daño al proceso bolivariano, demostrando en cuanto se atraviese por allí, que esa no es la lucha y califico esto no como antiético, sino más bien, como la ausencia de valores ajenos a la lucha revolucionaria, si la ética es un valor, entonces es inherente al ser revolucionario, sin discusión, ahora bien, estas cosas suceden por algo lamentable y peligroso, el síndrome burgués que llevamos por dentro, creemos que no hay otra razón, para no aceptar la humildad como expresión revolucionaria. Amén, de otras consideraciones de carácter político formativo, que le da otro agregado negativo, como lo es el ejercicio del individualismo distorsionador y egoísta.
La revolución venezolana requiere de una buena dosis de valores que me cuesta decir o calificarlos de socialistas, porque creo, que el ser humano puede asumir el capitalismo con ética, aunque son los menos, si existe esa posibilidad, entonces, corroboramos lo dicho anteriormente, la ética cuyo dueño la practica es una acción individual y ella trasciende de quien la lleva a cabo con humildad.
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