La revolución bolivariana se desarrolla en el marco de una economía rentista, dependiente del petróleo; afortunadamente y gracias a la política liderada por nuestro Presidente Chávez en la OPEP, ha logrado llevar el precio del barril a niveles justos, porque en la IV República, prácticamente lo regalábamos, por supuesto esto garantizó financiar las Misiones, el incremento de recursos en lo social: salud, educación, deporte, cultura, etc., pero, lamentablemente, no hemos combatido eficientemente el consumismo. Así las cosas nuestro país ha vivido en la abundancia, donde la productividad, el ahorro, el mantener no son parte de nuestra cultura, entonces, por una parte, nuestro gobierno en procura del bienestar para todas y todos, por otra, el desenfreno en el consumo de electricidad se ha incrementado de manera exponencial, luces prendidas todo el día, aires acondicionados que no refrescan si no que congelan, computadoras encendidas en la oficinas públicas las 24 horas, cargadores de celulares, calentadores de agua enchufados todo el día y pare Ud. de contar… ninguna cultura del ahorro y ahora cada día más apagones, pero será que no vemos ¿qué gastamos y gastamos y nuestra generación de electricidad depende en más del 60% de energía hidroeléctrica, la que tiene que ser trasportada por líneas de cientos de kilómetros, lo cual la hace muy vulnerable?. Ciertamente, el gobierno ha tomado importantes acciones como la impulsada con la Revolución Energética, la construcción de nuevas centrales termogeneradoras de electricidad pero y nosotr@s ¿qué hacemos?
La consigna revolucionara es ahorrar, ahorrar, valida también para el agua, lo del cambio climático no son cuentos de camino, afecta al planeta completo y nosotros no nos salvamos, ahora empieza el periodo de sequia y los embalses no se llenaron, la situación puede ponerse critica (tanto para el agua y electricidad) para febrero-abril del año que viene… Ahorremos, ahorremos, corresponsabilidad, pongamos nuestro chorrito de agua y electricidad para tod@s.
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