Una y otra vez le hemos escuchado al Presidente invitarnos a desmontar el Estado burgués. La tarea no es para una sola persona, ni para un grupo de nosotros. Derrumbar una forma y manera de ver y actuar, que choca además contra la tradición y contra intereses económicos arraigados, lo que implica combatir y vencer el imperialismo, sólo es posible con la participación popular. Pongámonos de pie, acompañemos al Presidente Chávez en la tarea de derrumbar el Estado burgués, para crear el Estado Socialista.
Al instalar el Primer Congreso Extraordinario del Partido Socialista Unido de Venezuela, el líder del PSUV y conductor de la Revolución Bolivariana, una vez más y con clara voz nos invitó: “Desmontemos el Estado burgués”. A esa invitación debemos darle respuesta. Exhorto al país a aceptarla. Exijo a mis compañeros del PSUV, a nuestros delegados elegidos al Congreso partidista, que escuchemos la voz del Comandante, que acordemos como organización política, asumir la tarea del desmontaje de las instituciones que atan la República al pasado, queriendo detener el tiempo. No permitamos el retroceso.
Cuando hablamos del Estado burgués -así lo califica Chávez- bien entendemos que habla de un Estado de privilegiados, donde unos pocos lo tienen todo o casi todo, mientras la mayoría padece hasta de lo más elemental.
El Estado burgués a la usanza de los tiempos pretéritos de AD y COPEI, es aquel en el que la elite gobernante, las castas dirigentes, se enriquecen sin limites. Con rabia y profunda indignación hemos visto al Presidente luchar él sólo contra los depredadores del Fisco, denunciándolos e exigiendo justicia, como lo acaba de hacer, recientemente, con el señor Ricardo Fernández, quien en menos tiempo en el que espabila un cura loco, se hizo mil millonario a costilla del dinero del pueblo, bajo la sombra del Estado.
Desmontar el Estado burgués implica cambiar la mentalidad de los funcionarios públicos, para que dejen de ser burócratas soñolientos que buscan servirse, antes que servir. Es crear mística de trabajo y dedicación a la tarea. Es pensar en la gente antes que en los reales.
Desmontar el Estado burgués implica construir un nuevo Estado. Sin leyes socialistas no puede existir un Estado Social de Derecho. Léase bien, la mayor parte de la legislación venezolana hoy, al igual que la inmensa mayoría de las leyes regionales y ordenanzas municipales son capitalistas, corresponden a la concepción del Estado burgués que el Presidente Chávez, y nosotros con él, queremos desmontar. La tarea está clara: los diputados nacionales, así como los regionales y los concejales, deben dedicarse a legislar, a crear la arquitectura jurídica de la sociedad que vamos a construir.
Pero no todo es sancionar nuevas normas. Necesario es también para derrumbar el Estado burgués, derrumbar la mentalidad burguesa que está viva en buena parte de quienes nos llamamos revolucionarios y socialistas. O cambiamos, o no habrá cambio, ya que como lo hemos sostenido infinidad de veces a través de este medio -por el que nos comunicamos los socialistas de Venezuela y el mundo- sin hombres cambiados no hay cambios, sin hombres revolucionados no hay Revolución.
Desmontar el Estado burgués implica construir desde las bases el Estado Socialista. Lo dicho exige comenzar por los cimientos, por la educación. Formar a la mujer y al hombre nuevos, con valores humanistas y socialistas es la tarea. No nos dejemos mover por los vientos del Estado burócrata que se niega a desaparecer.
Después de todo lo dicho, resulta evidente concluir que estamos llamados a la formación y capacitación de la mujer y el hombre socialistas. De allí mi propuesta al Primer Congreso Extraordinario del Partido: constituir Escuelas de Formación y Capacitación Socialistas en todo el país, en los 335 Municipios, en cada lugar de la geografía nacional donde un puñado de los nuestros, bien paridos y con sangre en las venas, quiera tomar las banderas del socialismo para derrumbar el Estado burgués.
(*) Municipalista y Dirigente Comunal
Cesar.dorta62@gmail.com