Nada ni nadie puede desmeritar las elecciones de delegados que participan en el I Congreso Extraordinario del Psuv, comicios que a decir del presidente Hugo Chávez, le corresponde consolidar a esta organización política como una poderosa estructurara de masa en movimiento, consciente de acelerar el parto de la nueva historia con unas bases sólidas que parten del pueblo mismo y, que no me cabe duda, así ocurrirá.
Un duro golpe para los partidos opositores, cuyos propietarios, por antonomasia directivos de esos cascarones vacíos, intentaron descalificar el evento pero, como siempre, quedaron en el camino ante la banalidad de sus argumentos. Acusan de ventajismo a los revolucionarios y ellos no salen de EEU buscando apoyo para destruir al comandante, sin embargo, cuando van a una votación pretenden que los chavistas se crucen de brazos y les dejen el camino libre.
Por supuesto, hay entuertos el cual deben enderezarse y en función de eso es que planteo algunas inquietudes a propósito de la celebración del I Congreso, -surgidas como autocríticas a los comicios-, a fin de que sean discutidas. Muchas, afortunadamente conocidas por Chávez, según ha dicho en sus intervenciones en la convención ideológica.
El primer cuestionamiento que se sigue leyendo en los propios medios adeptos a la revolución es que la militancia vio como un ventajismo que a esas elecciones se postularan directores de gobierno, miembros del buró del partido, diputados, alcaldes y concejales, que contaron con una logística y una capacidad operativa que rebasaron a los otros candidatos.
En Maracaibo se quejan de que los viejos dirigentes insisten en mantener al Psuv “secuestrado”. Denuncian que aunque no participaron directamente como candidatos, apuntalaron nuevos nombres que aparecen en el tarjetón, para mantener el poder de cara a los comicios de alcalde y parlamentarios en los que no descartan su participación o la de sus aliados, que como en la IV República, luego en el gobierno tendrían que pagar semejante favor. Las apetencias y componendas en pasta.
Situaciones como estas ameritan discutirse en el extraordinario evento y requieren de ser investigadas por el ministro Rafael Ramírez, el propio Chávez y de confirmarse que “puyaron” la candidatura o que hubo alguna otra irregularidad, descabezar gente para que haya respeto, porque estas mezquindades destruyen el camino al socialismo y el daño es mayor. Además, el partido que el proceso requiere no puede construirse con dirigentes que arrastran vicios del pasado, así que insisto en que se debe abrir una averiguación y expulsar a los responsables.
Maracaibo ha demostrado que rechaza a este tipo de políticos y estoy seguro que, de corroborarse vicios, deploraría a esos candidatos que actuarían de títeres y con el tiempo capitalizarán el rechazo que la militancia tiene en contra de esos “rojos rojitos” que insisten en no despejar la vía a los nuevos liderazgos.
Periodista
albemor60@hotmail.com
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