El sistema capitalista como lo conocemos no es en nada parecido al surgimiento de la revolución industrial, las mutaciones han ido al compás del avance tecnológico, el sustento ideológico es la teoría liberal en su principio y neoliberal hasta hace poco, esto último lo señalo porque hay quienes dicen que lo que ha ocurrido en los últimos diez años o quizás un poco más allá, cambió el concepto tradicional que se le imputó al neoliberalismo, he allí, la habilidad de la conciencia de quienes escriben en la defensa del sistema capitalista y que les ha permitido derrotar las ideas de origen social e incluyentes como lo es el socialismo; mientras esto sucede, la gente de izquierda, los progresistas en el mundo, muchos de ellos, han pasado inadvertidos acerca de los errores del pasado, pretendiendo corregir lo que se hizo mal, manteniendo la pureza de las ideas originales, incluyendo por supuesto el método marxista y la práctica ideológica pragmática.
Bajo estos parámetros, hoy le dedicaremos este escrito sobre el porque afirmamos que hemos perdido la lucha ideológica en el seno del capitalismo, porque en tal congelador, derretimos las ideas de ayer para de manera sostenida, asumir su aplicación en este siglo XXI. A veces siento tristeza cuando se llenan la boca sobre un tal conocimiento revolucionario del marxismo y ni siquiera se atreven a separar lo que es el método de la praxis, ese auto engaño a veces preelaborado ha surgido como contravención a las ideas nuevas que puedan emanar de las nuevas situaciones políticas, sociales y económicas.
Ahora bien, cualquier parecido con algo que se leyó alguna vez, no tiene nada de casual o premonitorio, solo se trata de pisar sobre la tierra para entender el porque del capitalismo renovado mientras nosotros seguimos mirando hacia atrás y me atrevo a decir con carácter casi concluyente que nadie absolutamente nadie ha dicho en momento alguno que el socialismo no puede coexistir con algunas expresiones del capitalismo, creo que en el fondo de lo que se trata es ir delante de los que defienden el capitalismo a ultranza, bajo la égida de destruirles la defensa casi natural cuando hablan o se refieren a la propiedad privada de los medios de producción, endilgándonos de manera histórica que somos enemigos acérrimos de cualquier forma de propiedad, que de eso es que se trata el socialismo, esa mancha negra por decirlo de alguna manera es hora de destruirla actualizando la manera y forma de concebir el socialismo, lo que si es cierto que no podemos hablar de sociedades intermedias o una nueva teoría distinta a ambas, además fehacientemente corroborado.
Tal planteamiento, estamos seguros, levantará hasta sospechas en el mundo de la izquierda tradicional y curiosidad en el mundo del chavismo, eso no nos importa para nada, convencidos estamos que la lucha de hoy exige planteamientos de carácter estrictamente renovatorios en cuanto a la sociedad que queremos, inclusive la lucha de clases hay que evaluarla en el contexto de la realidad, somos obreristas pero miramos al resto de la sociedad como incluidos en la lucha antiimperialista.
Es por esta forma de mirar el futuro que auguramos, de paz y justicia social que la construcción de un mundo mejor no puede pasar por la mira de la no participación de quienes hemos visto como enemigos históricos que no tienen la culpa del tremendo desastre que se cierne sobre la humanidad, sino atajamos a los que en cierta manera son locos por el poder a cambio de lo que sea, en este sentido, debemos elaborar teoría nueva para la construcción del socialismo nuevo y renovado.-
Por un lado la ideología capitalista se renueva constantemente con nuevas formas de alienación, los progresistas del mundo no podemos continuar viendo hacia atrás exclusivamente; es la hora de aportar en base a la realidad nuevas ideas sin complejos y con sabiduría popular y científica. En el mundo de hoy las circunstancias son distintas y alcances sin precedentes, lo que impone nuevas reglas en la lucha y una plataforma del deber ser que considere con bondad y sin dogmatismos estériles el avenimiento de la coexistencia en las distintas formas de ver el mundo futuro que nos permita alcanzar el socialismo de la nueva era sin exclusiones innecesarias que den al traste con los avances políticos logrados, recordemos una vez más que en Venezuela se llegó al poder por la vía electoral y por esta misma vía lo podemos perder, la susceptibilidad y la sensibilidad de los pueblos tienen un límite y ello hay que cuidarlo como un niño o niña recién nacidos.
Hay quienes sueñan con una sociedad de iguales que es la teoría marxista por excelencia, las luchas han girado en torno a esta dirección, pero, nos preguntamos, qué significa tal premisa en los actuales momentos, es posible aceptar esto, sin caer en desviaciones de tipo impositivo o dicho de otra manera podemos darle curso a una nueva sociedad bajo esos parámetros, sin la evaluación previa y seria de todos los actores donde el nivel de conciencia esté realmente consolidado. Si hablamos de etapas, creemos firmemente que son necesarias en este proceso de profundización pero hasta donde es posible esto, sin caer en exclusiones de tipo sectario o influidos por la teoría que nos dejaron o es preferible que usemos de esa teoría lo que sea pertinente y produzcamos una nueva razón de ser del socialismo posible y recomendable donde los aliados avancen en la misma dirección
Es imprescindible comprender que el capitalismo adopta formas para su permanencia, no obstante que las crisis sistémicas y de cierta regularidad han desnudado sus contradicciones y han puesto en evidencia lo fracasado del sistema; si en la Unión Soviética el burocratismo y el papel absolutorio del Estado condujeron al fracaso, en el caso del capitalismo la forma imperialista de ver y ejercer el poder han producido la creación de una estructura extra Estado que inevitablemente conducirá a una crisis mayor de carácter hasta ahora impredecible, he allí, entonces, la oportunidad de las fuerzas progresistas e izquierda primero de comprender y aceptar esta realidad y en segundo termino la de conjugar ideas acerca del nuevo socialismo que aspiramos sin velocidades inapropiadas y con el valor en alto de la lucha antiimperialista que nos permita ganar la batalla ideológica, tomando lo concerniente de la teoría pasada aún vigente e inventando formas y métodos que nos permitan avanzar.
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