¿Cuando un alcalde no atiende los consejos del presidente ni de la militancia del PSUV, qué se hace?

Me refiero a un alcalde que después de ganar las elecciones el pasado 23/N. 2008, después de ser designado candidato del PSUV porque la militancia así lo dispuso mayoritariamente, asimismo, en su proclamación como burgomaestre, ante la Junta Electoral Municipal y en el acto de juramentación ante el propio Presidente Hugo Chávez, donde asistió eufórica esa militancia para auparlo, en su primer y segundo discursos afirmó, y bien duro, que no gobernaría con su familia ni con sus amigos, además, que buscaría a los mejores hombres y mujeres revolucionarios para ayudarlo a transferir el poder a las comunidades y que su prioridad como alcalde serían las comunidades del Sur porque ese seria su Norte.

De la misma manera, se comprometía en cada intervención antes de la toma de posesión, que iba desmantelar la vieja estructura colonial del cabildo español enquistada desde el siglo XVII y que enfrentaría las roscas neoliberales que se apoderaron de los servicios públicos y direcciones que presta la alcaldía para entregárselos a los consejos comunales por intermedios de unas fulanas Empresas de Producción Socialista, como herramientas del Poder Popular.

De igual modo anunció que estaría a tiempo completo en su responsabilidad como alcalde bolivariano, señalando que, tal como lo sugirió el Comandante Presidente a todos los nuevos gobernantes, que de paso, ganaron gracias a él fundamentalmente, en las mañanas estaría en las labores administrativas propias de la alta investidura, pero que en las tardes y noches, se iría a las comunidades para recoger las propuestas y atender directamente las sugerencias y solicitudes del pueblo.

Sin embargo, desde el primer anuncio de quienes serían sus acompañantes en el gobierno municipal, aparecieron en los puestos claves, nada más y nada menos que esposa, hijos, ahijados, compas y comadres, nueras, yernos, cuñada, amigos y amigotes, algunos dobles firmantes contra el Presidentes y ninis acomodaticios, escondiéndose en la escusa de la falta de preparación técnica de los cuadros revolucionarios; amen de que lo dispuesto como en sus primeros actos de gobierno, fue darle continuidad a lo programado por el alcalde anterior, de los que se benefició en primerísimo lugar a la zona norte de la ciudad, mientras el Sur, sigue siendo el sur, esperando, cual Cristianos Evangélicos o Testigos de Jehovah, en los anuncios de paredes y carteles por toda la ciudad el “viene pronto” de la concreción demagógica de un tal Plan Especial de Sur, que a un año de “bolivarianismo municipal” sin dar señales, ya anuncia complaciente un plan especial “pa’l norte”.

Por otro lado, comenzado el nuevo gobierno municipal, impone un horario que le permite llegar cerca de las 12 del día a “trabajar” en la burocracia institucional constituida, escudándose en una practica noctambular que solo sirve para desgastarle lo eficiente al socialismo; se nombran comisiones de trabajo con delegados y militantes de base que, “entusiasmados” solo sirven para repetir los cacareados e infinitos diagnósticos de los problemas de toda la vida que solo parecen otro entretenimiento infructuoso mientras, por impulso de sus “nuevos directores” avanzan las iniciativas que dan al traste con la esperanza de ver las primeras comunas socialistas y sin que se diga nada acerca del daño al erario público causado al municipio por el anterior alcalde, después de anunciarse las auditorias a fondo contra los corruptos, pero claro, la gran mayoría del personal de confianza, en todas las direcciones en la recién nacida alcaldia, solo cambiaron de color de las camisas y chaquetas.

Este alcalde, creyendose, o haciendo creer y utilizando la maquinaria que le dio el nuevo cargo, monta su chuleta electorera y sale “delegado electo” del PSUV hacia el 1º Congreso Extraordinario, manifestándose dispuesto, cual “sacrificado revolucionario”, a sacar tiempo de donde no existe, para atender esas dos enormes tareas, es mas, es tan pretendido, que se da el lujo de irse de vacaciones decembrinas, las segunda en un año de gobierno, mientras la ciudad pasaba las navidades y año nuevo mas inundada de basura y los buhoneros, los comerciantes especuladores, transportistas y más, hicieron los desastres y desmanes que les vino en ganas en perjuicio siempre de los ciudadanos indefensos, cuando por ley, es obligación ineludible del Alcalde, atender estas situaciones.

A todas estas, la experiencia que nos dejó el sabor amargo de las derrotas electorales sufridas en Caracas en la Alcaldía Mayor, siendo que perdimos con nuestro mejor candidato, Aristóbulo y ellos, el peor, Ledesma, y en Carabobo, las desgracias del eructo uniformado, las complicidades de autoridades que no atendieron los señalamientos y reclamos de la militancia, ni se hicieron las correcciones a tiempo ante las desviaciones en los desgobiernos de Barreto y Acosta C.; en tal razón, no debemos darnos mas demora en actuar, tenemos que hacerlo ahora, es urgente que se evite una frustración y desengaño mas en la militancia que lo aleje de la participación; no tenemos tiempo que esperar para poner en cintura a este alcalde, si pensamos en la obligación histórica que tenemos de ganar mas de las 2/3 partes de la Asamblea Nacional para garantizar que no se le boicotee la gestión al Presidente, ya que la oposición solo espera nuestros descuidos para darnos el zarpazo; ya lo ha advertido el propio Comandante de la Revolución.


(*) Patrulla Nº

gusclaret@hotmail.com


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Gustavo Claret Vásquez


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