Una vez más; Marta Harnecker ha puesto en una especie de mesa técnica política de alcance nacional un tema de envergadura para el proceso. Rectifico, Marta no ha puesto un nuevo tema en la mesa revolucionaria, simplemente ha replanteado un problema que en otras oportunidades ha sugerido y ahora lo presenta bajo otro formato más técnico pero que (como de costumbre) toma su perfil político y revolucionario para colocarlo como un tema fundamental para la revolución, porque es una de los formas de cerrarle el paso a las pretensiones de la oposición
Marta Harnecker en una entrevista que ofreció en Últimas Noticias este domingo (31/01/2010) y que esta disponible ahora en aporrea ( www.aporrea.org/actualidad/n149991.html) ofrece unas orientaciones o propuestas que son necesarias desarrollar para impulsar el proceso político revolucionario. Es un tema que la oposición maneja y manipula de una manera, cuyo efecto busca simplemente intentar reeditar el esquema de descentralización impuesto a partir de la década de los noventas, bajo una orientación exclusivamente financiera que simplemente se limitaba girar fondos a los estados y municipios por mandato de dos leyes básicas: Ley de Asignaciones Económica Especiales (LAEE) y Ley del Fondo para la Descentralización (FIDES)
Desde ese esquema que ofrecían estos dos instrumentos, la derecha venezolana no ofreció otra perspectiva. Fue con esta revolución y para desarrollar un concepto más político de la descentralización, que se adelantaron las reforma a estos dos instrumentos y así, comenzó a transitarse, por la vía de los hechos y de la ley, mecanismos dirigidos a desarrollar un proceso de descentralización distinto (Poder Popular), que efectivamente se inicio con buen pie, pero que ahora se encuentra prácticamente atascado.
Desde la corriente o perspectiva de Marta Harnecker –Harneckológica-, el problema de la descentralización en el ámbito revolucionario no es nuevo. En el 2008 Marta Harnecker con el concurso del Centro Internacional Miranda (CIM) coordinó un taller que se denominó: La Descentralización: ¿Fortalece o debilita al estado nacional?, que debe ser entendido como un esfuerzo por parte de Marta para comenzar a sondear un asunto que ya estaba haciéndole ruido en su “plataforma” teórica.
El tema de la descentralización que en el esquema de Marta debe leerse e interpretarse como participación, es trasversal (y fundamental) a su propuesta revolucionaria. Una lectura de sus dos últimos trabajos disponible i en Aporrea y Rebelión en los cuales se trata el problema de la conformación de los Consejos Comunales y las comunas; el tema de la descentralización toma sentido en el de la participación, pero ese concepto (Participación) no se concreta únicamente con la presencia de las ciudadanas y ciudadanos en una asamblea para apoyar alguna política o decisión que se baje desde algún organismo o institución del Estado Burocrático. Descentralización y Participación es un proceso que se resume en la capacidad que tienen las comunidades organizadas para tomar decisiones.
En la entrevista ya comentada, Marta Harnecker sostiene una idea en la que ya deberíamos haber avanzado suficientemente, cuando dice:
“Para mí el rasgo más fundamental de lo que llamamos socialismo del siglo XXI es el protagonismo popular, pero éste se transforma en una mera consigna si la gente no tiene la posibilidad de pronunciarse y adoptar decisiones en los espacios donde participa (consejos comunales, comunas, centros de trabajo, centro de estudio, grupos de interés). Si el Estado central lo decide todo, no pueden darse iniciativas locales”. (Subrayado Nuestro)
Si hubiésemos avanzado en este esquema de descentralización y el Poder Popular estuviera en proceso de consolidación, la fortaleza del proceso bolivariano fuera prácticamente impenetrable y la oposición, además de tener la traba del “Muro Chávez”, contaría con otro muro de mayor fuerza, concentrado o representado en el poder popular. La pela de la oposición sería con esos dos muros.
No hay manera práctica real de enterrar el burocratismo que acabó con la experiencia socialista, sino a través de la posibilidad de darle sentido y capacidad de operar y decidir al poder popular. Descentralizar es llevar hasta las comunidades (Comunas, Consejos Comunales) la posibilidad real de tomar decisiones sobre los asuntos que le conciernen directamente. Ahora mismo, Marta Harnecker y Noel López deben estar lanzando un libro que debería convertirse en una lectura obligatoria para los Alcaldes bolivarianos y para las personas interesadas en impulsar el proceso revolucionario desde los Municipios.
En este trabajo, que oportunamente analizaremos está una guía metodológica para la conducción de las gestiones Municipales y ahí (como de costumbre) la participación y planificación ocupan un lugar estratégico y especial. Meterse en la reflexiones de Marta es casi una obligación y pienso que además de definirse bolivariano y marxista, hay que agregarle también el ingrediente de “Harneckeologo”
evaristomarcano@cantv.net