PUDO HABER SIDO UN 3-F…Y nuestro Mariscal Sucre hubiese celebrado su nacimiento en el ambiente que lo vio vivir. La permanente insurgencia. La diaria rebeldía y el coraje para convertir cada suspiro y aliento de su vida en nuevas conquistas. Diario de tácticas y estrategias. Ocurrió un día después y esa casualidad lo hace sentir orgulloso de sus herederos. Ninguno más que el Mariscal supieron y practicaron que las pequeñas victorias, la rígida organización de sus soldados y su incuestionable liderazgo fueron claves en su gloriosa vida militar. Al fin de cuentas es un simple ejercicio esto del 3 o el 4-F porque después el inolvidable abril y el 27-N, porque Sucre fue junto a nuestros héroes de la independencia quienes dieron el claro y desprendido ejemplo de poner en práctica el “no importa donde se nace sino donde se lucha”.
OCURRE QUE FEBRERO… se realza por simbolizar el mes del espíritu valiente que ha caracterizado a nuestra juventud a lo largo de su historia. Prestigia al movimiento estudiantil y lo catapulta a la máxima expresión del coraje con la participación de seminaristas en la Batalla de la Victoria aquel 12 de febrero de 1814. No hay dudas en afirmar que en el marco del inicio del Bicentenario de nuestra independencia cobra mucha fuerza que hoy nuestro país vive un momento estelar de esta historia que continúa ratificando el compromiso libertario. Se hace vigente el grito bravío de La Victoria y el amor por la patria de aquellos jóvenes animados por la heroicidad del patriota José Félix Ribas. No era otro que el “patria libre o morir”, en clara demostración de un momento crucial y decisivo.
Y TAL COMO AYER, hoy los venezolanos vivimos el momento de las grandes decisiones. Bastó que el Presidente Chávez retara y comenzara a poner en su lugar a las oligarquías explotadoras y saqueadoras para que las componendas antipatriotas y los enemigos del cambio social se unieran en un plan de desestabilización y saboteo. Hoy toda la traición está unida en sus fines antisocialistas y antisoberanía. Los une el odio, y tal como lo afirma el Presidente los convierte en amargados y disociados. Pretenden ocultar esta realidad que es la Venezuela que a cada agresión imperialista tiene respuesta popular. Por muchos motivos febrero reivindica, como lo hará abril, la fuerza y el coraje de millones de venezolanos decididos a ser libres y escoger su propio destino. Un pueblo que no se ha dejado amilanar con bases militares ni con alharacas guerreristas.
Señores pitiyanquis… ¡No volverán!
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