En defensa del bombardeado gobernador

Camaradas, Henri no saltó la talanquera, Henri no es traidor pero se necesita un marialionzero urgente en el PSUV

Hemos leído un insistente bombardeo de artículos contra el pobre gobernador de Lara, conocido entre todos nosotros como Henri Falcón. Todo el mundo le ha caído encima como el tipo que la puso. El traidor que vendió a los camaradas, el sujeto que se pasó a la burguesía, el gilipollas que traicionó los sagrados ideales del socialismo; el tizio que hasta quiere tumbarle el liderazgo al presidente. Todas esas cosas las hemos leído y escuchado como un rosario de penas. Pero sostengo que es una injusticia toda esa descarga contra Henri.

Siendo lógicos, justos y coherentes Henri Falcón no es traidor, ni mucho menos saltador de talanquera como se dice en criollo; pero eso sí, la dirección nacional del partido debe contratar a un espiritista marialionzero urgente para saber de qué está hecha políticamente el alma de nuestros dirigentes bolivarianos, pues si no somos racionalmente capaces para detectarlo, debe existir alguna formula mágica para saber qué tienen en el coco quienes se postulan para dirigir los estratégicos puestos de la revolución.

Empezando, y en favor de Henri, no se puede ser traidor de un proyecto político en el que nunca se ha estado, ni creído. Pendejos los que lo creyeron así, sobre todo los que dan las bendiciones desde arriba. Los que siempre dicen en televisión después de un resultado electoral: “ganamos tantas gobernaciones, ganamos tantas alcaldías; el país es rojo rojito, etc, etc”.

Siendo lógicos pues, la decisión de “cambiar de habitación” (Albornoz) se veía venir después de un manejo del poder que alcanza ya varios años; manejo que araña varios aspectos que van desde el control político y mediático en la región, participación en meganegocios, cercanías a lobbys como el del PPT, influencias de inversionistas de todo tipo, los infaltables cantos de sirena, y sobre todo, el hecho de tener una vida más relajada, distanciada de discursos que huelan a revolución, a antiimperialismo, a socialismo y otros ismos causantes de pesados malestares en el estómago del pobre Henri.

La pelota la tiene ahora el PPT y demostrar coherencia de partido revolucionario frente a esta nueva adquisición de pobre discurso político y de marcado acento neoliberal, en cuyo caso todos nos dimos cuenta hace rato de quién se trababa, menos, lastimosamente, los dirigentes nacionales del PSUV.

Por eso me sorprendieron las declaraciones de autoridades nacionales del PSUV, entre ellas, las de Cilia Flores, como si las actividades, el discurso y el accionar político de Henri Falcón hubiesen sido hechas desde la clandestinidad.

Nuestra presidenta de la Asamblea Nacional fue enfática -y digo yo desmedida- al acusar a Falcón de traidor y saltatalanquera anunciando su alejamiento de la revolución cuando en Barquisimeto y más allá de Barquisimeto, todo el mundo sabía quién era políticamente el mentado gobernador. ¿Será que debemos recordar el infaltable cuento del marido traicionado que nada sabe de las andanzas no tan clandestinas de su querida mujer, mientras todo el mundo está al tanto de lo que ustedes están pensando?

Camaradas, todo era visible, palpable, evidente, más que obvio ante los ojos de todo el mundo. Por eso sorprenden las conclusiones del partido frente a la decisión del gobernador de dejar el PSUV, cuando ha sido el PSUV, como partido de la revolución, quien desde hace mucho tiempo ha debido marcar distancia de este elemento que, a decir verdad, no ha engañado a nadie, pues la esencia de sus postulados políticos han sido públicos.

Hagamos un poco de ejercicio recordando que Henri Falcón fue el gobernador más votado en el 2008 con un 80% a su favor en uno de los estados más importantes del país. No es cualquier cosa. A cualquiera se le pueden ir los tapones del entendimiento con una votación así. Ni el mismo Chávez ha contado con una votación semejante. Imagínense, si se volvió loco el alcalde de mi municipio con sólo un 51%, tras una remontada final que casi pone en el manicomio al candidato oposicionista, remontada, por cierto, lograda gracias a la visita del presidente Chávez tras aquella histórica levantada de mano causante de que las efervescentes masas guacareñas eligieran sin miramientos a Gerardo Sánchez, mi candidato en su momento a la alcaldía carabobeña de Guacara.

Dijimos pues que Henri Falcón fue porcentualmente el gobernador más votado en las elecciones del 2008, con un altísimo nivel de apoyo que ha debido de desvelar sus noches pensando que era el tipo más arrecho de Venezuela. Con ese porcentaje de Guinness no hay PSUV que valga, ni Chávez que regañe camarada. Henri Falcón con su solo nombre sacó esos votos porque prometió en la campaña que iba a convertir a Barquisimeto en una nueva Miami y así fue. La lógica es sencilla: tremendo alcalde, tremendo gobernador; además, ya tenemos candidato para el 2012. ¡Comiencen a abrirse las puertas de todas las fábricas y la santamaría de RCTV en el espectro para el 2012!

En realidad, me tiene sin cuidado la decisión de Henri ir de un partido a otro, o su futura vida política como liberal o conservador, de güelfo o gibelino, de monárquico o republicano. ¿qué pierde la revolución con su decisión?, a no ser la seriedad para elegir a sus propios dirigentes, nada. Es como si estuviéramos preocupados por el camino que se trazará Alberto Ravell, después de su salida forzada de Globovisión. Eso sí, lo preocupante, lo desconcertante para la revolución son los nuevos Henri Falcón que se elegirán desde las filas del PSUV y estarán en la nueva Asamblea Nacional a partir del año que viene, preparados para atender la primera contingencia para decir que ellos siempre han creído en la democracia, en el régimen de libertades y en la división de poderes.

Que no me de cuenta yo, un invisible votante chavista de quién es quién en los altos cargos del gobierno, no hay ningún problema; pero que una dirigente como Cilia Flores, y todos los dirigentes de nuestra revolución, no “perciban” quiénes son políticamente los elementos escogidos para los cargos de elección popular, eso si es un tremendo problema. Por favor el cuento ese de la elección por las bases no lo saquen a relucir, porque ese método es una monumental trampa.

Ahora, ¿no hay partido que se reúna para evaluar la manera de cómo se conduce un gobernador, un alcalde, un concejal elegido desde el PSUV?, ¿en el partido no se analizan los discursos? ¿acaso no tenemos doctrina, principios, políticas, un líder, un proyecto, una era de cambios revolucionarios más allá de la frontera venezolana para seguir calándonos a neoliberales, neocopeyanos, pseudogerentes, apolíticos, y otro tipo de bates quebrados como dirigentes del PSUV?

Yo creo que si el partido no se pone serio en esto, vamos a terminar prontamente en una cuneta; en una situación peor que la sufrida por el otrora “partido del pueblo”. Lo terriblemente preocupante es que siguen existiendo elementos como Henri Falcón haciendo vida “roja rojita” en el PSUV, tal vez esperando el mejor momento para “salirse de la revolución”, y así vivir una vida tranquila y relajada después de ejercer un cargo de elección popular.

Pregunta final: ¿Será que a los alcaldes, gobernadores, diputados y concejales tendremos que hacerlos examinar por un espiritista marialionzero para que nos digan qué realmente esconde su alma, ya que el partido no tiene la capacidad para saber políticamente de quién se trata?

al-fredone61@hotmail.com



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Freddy Martínez


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