Lenin escribía sobre la Primera Guerra Mundial lo siguiente: “Basta considerar la guerra actual como una prolongación de la política de las "grandes" potencias y de las clases fundamentales de las mismas para ver de inmediato el carácter antihistórico, la falsedad y la hipocresía de la opinión según la cual puede justificarse, en la guerra actual, la idea de la "defensa de la patria".
Después de la primera guerra mundial imperaba la necesidad de crear una organización que garantizara la estabilidad de los intereses de la burguesía mundial. Los conflictos y aspiraciones hegemónicas entre los imperialistas debían empezar a esgrimirse de manera “pacifica”. Así nace la Sociedad de Naciones, encargada de garantizar los intereses de la burguesía y organizar el saqueo capitalista. Sin embargo el sistema capitalista generaría las condiciones para nuevas disputas y aspiraciones imperiales.
Con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, la Sociedad de Naciones creada con el tratado de Versalles, se extingue de manera inmediata ante su fracaso evidente. Trotsky señaló que la llamada "paz" de Versalles había establecido las bases para el capitalismo alemán llevar a cabo la tarea de "unificación nacional" de los pueblos de habla alemana, sobre la base de su programa imperialista. Esto facilitó el surgimiento de las fuerzas fascistas de Hitler, la movilización de los pequeños burgueses desesperados en lo fundamental. También señalaba Trosky que un verdadero Estado Obrero no habría negociado con Hitler como lo hizo el Estado Ruso de Iósif Stalin, que había degenerado profundamente en su conciencia proletaria.
Los vencedores de la guerra debían otra vez reorganizar la geopolítica, poner los puntos donde se deben y repartirse el mundo nuevamente. Las naciones Unidas nacían como una nueva esperanza para asegurar la “convivencia” entre las burguesías nacionales y los estalinistas soviéticos; convertidos en una nueva fuerza hegemónica parecida al imperialismo estadounidense.
Lenin señalaba que la época del capitalismo moderno nos muestra que entre los grupos capitalistas se establecen determinadas relaciones sobre la base del reparto económico del mundo. Que al mismo tiempo, en conexión con esto, se establecen también entre los grupos políticos y entre los Estados, determinadas relaciones sobre la base del reparto territorial del mundo; de la lucha por las colonias, de la "lucha por el territorio económico".
Hoy en día la Comunidad Internacional, la misma comunidad nacida como una junta para defender los intereses de la burguesía, ataca severamente a nuestra revolución bolivariana. El comandante Chávez de manera contundente y muy esclarecedora aseguro: “Son tristes restos de las antiguas cadenas que algunos quisieran colgarnos de nuevo aquí en el cuello, pero nosotros somos libres. Son tristes recuerdos y rezagos de un pasado colonial que ya no es"
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